Meteorito

Canarias intensifica su seguimiento de un asteroide "altamente peligroso": una experta revela los últimos datos sobre su trayectoria

La ONU ha activado los protocolos de defensa planetaria para precisar mejor la órbita, el tamaño y la amenaza que supone el meteoro YR4

Meteorito impactando en La Tierra
Meteorito impactando en La TierraPixabay

Canarias ha ofrecido a la Agencia Espacial Europea (ESA) todos los recursos necesarios, tanto humanos como materiales, para realizar un exhaustivo seguimiento del asteroide YR4. Esta roca espacial, que mide aproximadamente 40 metros de diámetro, podría tener una trayectoria que la lleve a impactar contra la Tierra en 2032, lo que ha llevado a la ONU a activar, por primera vez, el Protocolo de Seguridad Planetaria.

Con una probabilidad de impacto del 1,5%, según las estimaciones de la ONU, YR4 ha sido considerado lo suficientemente relevante como para que se implementen medidas preventivas y se mantenga una vigilancia constante. Sin embargo, tal como señala el investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Javier Licandro, las probabilidades de que el asteroide pase de largo son del 98,5%. En caso de un impacto, la magnitud de los efectos sería local, debido a su tamaño de 40 metros. "No tendría ningún impacto global ni podría provocar una extinción masiva", subraya Licandro, destacando que los riesgos son limitados y no afectan al planeta en su totalidad.

El protocolo internacional establece que cualquier objeto espacial de más de 50 metros de diámetro y con una probabilidad superior al 1% de impactar contra la Tierra debe activar una serie de medidas preventivas. En el caso del asteroide YR4, que cumple con estos criterios, se han puesto en marcha acciones de monitoreo y análisis.

Una de las primeras medidas consiste en activar dos grupos de reacción ante asteroides apoyados por la ONU: la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), presidida por la NASA, y el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG), liderado por la Agencia Espacial Europea (ESA). En este esfuerzo, Canarias desempeña un papel clave a través del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y sus dos observatorios: el del Teide y el del Roque de los Muchachos. A través de un seguimiento astrométrico, el IAC contribuye a refinar las órbitas del asteroide y a estudiar sus propiedades físicas, como su tamaño, rotación y brillo.

Como explica Julia de León, astrofísica del IAC y contacto en España de la ESA para los NEAS (objetos cercanos a la Tierra) y Defensa Planetaria, este seguimiento permitirá obtener datos más precisos sobre el asteroide. "Nosotros estamos presentes en casi todos los telescopios desde los cuales se puede estudiar el objeto. Todos los observadores están contribuyendo con mediciones y tomando imágenes para afinar constantemente su órbita y evaluar con mayor exactitud las probabilidades de impacto", subraya de León, quien también asesora en planificación de protección civil en caso de que algún objeto de este tipo llegara a impactar sobre la Tierra.

Colaboración canaria

Los datos espectrales obtenidos del asteroide por el Gran Telescopio de Canarias (GTC) ya han comenzado a arrojar información preliminar sobre su composición. Según explica Julia de León, "sabemos que está formado principalmente por una mezcla de rocas y silicatos", aunque matiza que, debido a las limitaciones actuales de los análisis, "no podemos precisar demasiado sobre su composición exacta". Estos primeros avances, sin embargo, son clave para continuar afinando el estudio del objeto y comprender mejor su naturaleza.

En el Observatorio del Teide, se está llevando a cabo un análisis exhaustivo para precisar la órbita de YR4. Según explica Javier Licandro, "tenemos una aproximación, pero necesitamos refinarla, ya que siempre existe la posibilidad de que este asteroide finalmente no choque contra la Tierra". Este escenario recuerda al caso del asteroide Apofis a principios de siglo, cuando algunas observaciones iniciales sugerían un 2,7% de probabilidad de impacto en 2029, pero los cálculos posteriores redujeron considerablemente esa cifra.

Sin embargo, en el caso de YR4, la situación parece ser diferente. "Estamos incorporando nuevas mediciones y parece que la probabilidad de impacto está aumentando", apunta Julia de León, lo que refuerza la necesidad de continuar con la vigilancia y los estudios sobre el objeto.