Animales

¿A qué edad se jubilan los perros?

Garantizar una jubilación adecuada es esencial para aquellos perros que durante su vida han desarrollado actividades profesionales

Perro guía de la Policía Nacional rastrea coches en busca de desaparecidos por la Dana
Perro guía de la Policía Nacional rastrea coches en busca de desaparecidos por la DanaPolicía Nacional

Los perros de servicio desempeñan un papel fundamental en la sociedad. Desde unidades policiales hasta perros guía para personas con discapacidad visual, estos animales dedican años de su vida a tareas esenciales como la detección de sustancias, el rescate de personas o la asistencia diaria a sus dueños. Pero, al igual que ocurre con los seres humanos, llega un momento en el que deben retirarse de sus funciones. ¿A qué edad se jubilan y qué ocurre con ellos después?

No hay un momento concreto fijado por ley en el que un perro que realiza una actividad profesional deba retirarse. Los perros que trabajan en cuerpos de seguridad, como los que colaboran con la policía en la detección de drogas, explosivos o en la búsqueda de personas, suelen retirarse entre los 7 y 9 años de edad. Su entrenamiento comienza desde que son cachorros, lo que significa que han pasado la mayor parte de su vida en activo. Con el tiempo, sus habilidades pueden verse afectadas por el desgaste físico o el envejecimiento natural, lo que hace que sea necesario su reemplazo por perros más jóvenes y enérgicos.

Por otro lado, en el caso de los perros guía, utilizados para asistir a personas con discapacidad visual, su retiro se produce en función de su estado de salud. La Fundación ONCE del Perro Guía (FOPG), encargada de su adiestramiento, establece que estos animales pueden seguir trabajando mientras su condición física lo permita, pero nunca más allá de los 12 años.

¿Qué pasa con los perros jubilados?

Cuando llega el momento de su jubilación, muchos de estos perros encuentran un hogar definitivo con sus propios guías o compañeros humanos, quienes han pasado años a su lado y deciden hacerse cargo de ellos. Sin embargo, cuando esta opción no es viable, diferentes organizaciones se encargan de buscarles una familia de adopción que les brinde una vida tranquila y confortable tras años de servicio.

Asociaciones sin ánimo de lucro como Héroes de 4 patas, Adopta K9, Benemeritvm y la FOPG facilitan este proceso, asegurándose de que los perros retirados sean acogidos en hogares responsables. En algunos casos, estas entidades también ayudan a perros que no llegaron a completar su formación por no haber desarrollado las habilidades necesarias para el trabajo.

¿Cómo adoptar a un perro jubilado?

El proceso de adopción de un perro de servicio retirado sigue un protocolo riguroso para garantizar el bienestar del animal y su integración en su nuevo entorno. Primero, se realiza una evaluación de su estado de salud y comportamiento, información que se proporciona a las familias interesadas. Luego, los solicitantes deben completar un formulario y pasar por entrevistas para determinar si cumplen con las condiciones adecuadas.

Una vez seleccionado el hogar más adecuado, el perro se entrega con todas sus vacunas al día, desparasitado y con su microchip registrado. La única responsabilidad económica inicial de la familia adoptante es el cambio de titularidad del microchip. Además, las asociaciones realizan un seguimiento posterior para asegurarse de que el perro se adapte bien a su nueva vida y ofrecer asesoramiento si es necesario.

Después de años de dedicación, los perros de trabajo merecen un retiro digno, rodeados de cariño y cuidados. Gracias al esfuerzo de numerosas organizaciones y familias adoptantes, estos héroes de cuatro patas pueden disfrutar de su vejez en un ambiente acogedor, dejando atrás sus años de servicio para convertirse en un miembro más del hogar.