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Este insecto español se comía y funcionaba como la 'viagra' en la antigüedad
Aunque parezca increíble, este bicho tan común en España llegó a utilizarse como fármaco debido a ciertas propiedades

A lo largo de la historia de la humanidad, diferentes culturas de todo el planeta han llegado a utilizar diversos tipos de insectos con fines medicinales. Algunos de ellos, como las sanguijuelas, se ha demostrado más adelante que no hacían sino perjudicar más al enfermo. Otros, sin embargo, funcionarios como fármacos rudimentarios e incluso salvaron de vidas.
En la industria alimentaria y de moda, de hecho, la llamada 'cochinilla del carmín' (Dactylopius coccus) lleva siglos siendo un pilar fundamental, ya que de este minúsculo animal se extrae uno de los pigmentos más básicos para las tinciones. Hoy en día este insecto se cultiva en varias regiones de Sudamérica y también en las Islas Canarias, y genera un gran volumen de empleo y ganancias.

Pero la especie que hoy nos ocupa tuvo un rol muy distinto, ya que se consumía porque se creía que era capaz de devolver la 'virilidad' a un hombre, al menos de forma temporal. En realidad esto fue tan solo un efecto secundario de una larga lista de reacciones perjudiciales, provocadas por su toxicidad en el cuerpo humano. Como explicaremos más adelante, importantes figuras históricas la habrían utilizado aun a riesgo de perder la vida por el camino.
Este insecto español se comía y funcionaba como la 'viagra' en la antigüedad
Este pequeño coleóptero que habita en la Península Ibérica tiene el nombre científico de Lytta vesicatoria, aunque se le conoce más comúnmente como
'mosca española' o 'cantárida'. Se trata de un insecto de la familia Meloidae famoso por producir una sustancia altamente tóxica y vesicante llamada "cantaridina". A lo largo de la historia, ha sido utilizada con diversos fines, desde la medicina hasta la afrodisiaca, aunque su consumo conlleva riesgos extremadamente graves.
Este Lytta vesicatoria es un escarabajo de color verde metálico brillante, con reflejos dorados. Puede medir entre 1 y 2 cm de longitud. Es originaria de Europa, Asia Menor y el norte de África, y suele encontrarse en regiones cálidas, especialmente en bosques de hoja caduca y zonas de matorral, donde se alimenta principalmente de hojas de fresno, olivo, lila y otras plantas.
Su ciclo de vida es verdaderamente fascinante, ya que sus larvas actúan como parásitos de otro insecto fundamental para la vida terrestre. Cuando los huevos de 'mosca española' eclosionan, buscan panales de abejas solitarias y se infiltran en ellos, alimentándose de los huevos y provisiones de polen y néctar que encuentran en su interior. Pasan allí el tiempo suficiente hasta que alcanzar la fase adulta y pueden abandonar la colonia de abejas.

Como hemos indicado antes, este insecto genera un compuesto químico conocido como 'cantaridina', que es extremadamente tóxico y le sirve como método defensivo a este escarabajo y otros de la familia Meloidae. Actúa como una toxina que disuade a los depredadores, causándoles ampollas y lesiones severas al entrar en contacto con la piel.
Si llega a ingerirse, puede provocar una serie de efectos adversos que incluyen desde la irritación grave del tracto urinario y digestivo, insuficiencia renal, hasta incluso la muerte. A pesar de los enormes riesgos para la salud que la 'cantaridina' presenta para el ser humano, a lo largo de la historia ha sido utilizada con diferentes propósitos:
- Uso médico. En la medicina tradicional de algunas culturas, se empleaba en emplastos para tratar verrugas, juanetes y otras afecciones cutáneas, debido a que su capacidad vesicante (que produce ampollas) favorecía la descamación de la piel.
- Utilización en asesinatos. Dada su toxicidad, la cantaridina también se empleó como veneno. En dosis elevadas, era capaz de causar una muerte dolorosa debido a hemorragias internas y fallo renal.
- Consumo como afrodisíaco. Desde la antigüedad, se creía que la 'mosca española' tenía propiedades afrodisiacas. Su consumo provocaba una fuerte irritación del tracto urinario, lo que podía generar una sensación de "excitación sexual" debido a la inflamación de los genitales y la congestión pélvica. Sin embargo, esto no es un verdadero efecto afrodisiaco, sino una consecuencia de la toxicidad del compuesto, y supone un grave riesgo para la salud.
Para obtener los supuestos 'efectos estimulantes' de la cantárida, solía consumirse como polvo seco (los escarabajos eran secados y molidos), en forma de infusión y en menor medida, a través de ungüentos que se aplicaban sobre la piel con el objetivo de generar estimulación mediante su acción vesicante. Se dice que en en siglo XVIII el Marqués de Sade fue acusado de haber envenenado a varias prostitutas al darles bombones adulterados con 'mosca española'. Aunque su objetivo era aumentar su deseo sexual, pero muchas de ellas sufrieron graves intoxicaciones.
Otra leyenda popular implica al monarca español Fernando el Católico (Fernando II de Aragón), quien en su vejez y tras la muerte de su esposa Isabel I de Castilla, contrajo matrimonio con Germana de Foix, que era mucho más joven que él. Consciente de la importancia de tener un heredero para consolidar la Corona de Aragón, Fernando intentó con insistencia concebir un hijo con esta mujer.
Para aumentar su vigor sexual, los médicos de la corte le administraron a Fernando el Católico un preparado a base de 'mosca española'. Sin embargo, se cuenta que la dosis resultó ser demasiado elevada, y le provocó graves problemas digestivos y renales. Se dice que este tratamiento pudo haber contribuido a su muerte en 1516, aunque la causa exacta sigue siendo debatida.
Riesgos de consumir 'mosca española'
La Lytta vesicatoria es un insecto fascinante con una historia llena de mitos, usos médicos y tragedias. La cantaridina presente en este escarabajo es un compuesto tóxico muy peligroso para la salud, y debe evitarse su consumo en toda circunstancia. Entre sus efectos y peligros destacan:
- Irritación extrema del tracto urinario y digestivo. Provoca dolor al orinar (disuria), hematuria (sangre en la orina) y diarrea severa.
- Daño renal grave. La cantaridina puede causar insuficiencia renal aguda, una de las principales causas de muerte en casos de intoxicación.
- Riesgo de muerte. La dosis letal de cantaridina es extremadamente baja (alrededor de 10 mg pueden ser fatales en humanos). El consumo accidental o excesivo podía ser mortal en cuestión de horas o días.
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