Recoveco Market: el arte de redescubrir Sevilla

Los días 4, 5 y 6 de abril las artesanas del barrio de San Julián vuelven a abrir las puertas de sus talleres para una nueva edición de Recoveco Market, un evento que permite a los visitantes la experiencia única de conocer la historia del objeto que compran y las manos que lo han realizado.

Recoveco Market es una iniciativa que nace en 2020 con el propósito de dar vida al barrio en el que este grupo de artesanas viven y trabajan, el barrio de San Julián. Un barrio muy barrio en una ciudad, Sevilla, donde a pesar del elevado número de turistas que nos visitan cada año todavía es posible pasear saludando uno a uno a los vecinos de toda la vida. Y de esa convivencia nace la idea de crear una ruta que permita a los sevillanos conocer la gran actividad creativa y artesanal que se esconde entre las calles empedradas y los patios de vecinas de intramuros.

Cinco años después, Recoveco se ha convertido en una cita indispensable, emblemática y que se ha ganado el cariño y el reconocimiento de toda la ciudad. En gran medida por la manera de ser de las creadoras y artesanas que conforman la iniciativa, que nos han conquistado con su cercanía, calidez y talento. Buena prueba de ello son sus publicaciones en redes sociales.

Un mapa emocional y artístico de San Julián

Uno de los momentos más esperados de cada edición de Recoveco Market es su cartel. Desde el principio, las organizadoras tuvieron claro que cuidar el aspecto visual era imprescindible e iba en consonancia con sus valores y su esencia. Si bien en la anterior edición contaron con la colaboración del creador Zësar Bahamonde, en esta nueva edición primaveral el cartel lo ha realizado la diseñadora Carolina Saiz, cuyos mapas son un viaje gráfico y emocional a los espacios que decide inmortalizar en sus obras. En este caso, como no, la ruta de talleres artesanos con más recovecos de Sevilla.

En palabras de Saiz, “cuando comienzo un nuevo mapa la primera fase es siempre de investigación pero en este caso conocía bien el barrio porque también es el mío. San Julián son sus esquinas y sus plazas, sus olores y por supuesto sus vecinas. En cada una de las casas de Recoveco se cuecen a fuego lento los saberes y la historia de este barrio entre buganvillas, botones y serrín”.