Caso Marta del Castillo
El Cuco pide la repetición del juicio o la absolución y denuncia la “parcialidad” de la jueza que lo condenó
El cómplice del asesino Miguel Carcaño cree que la magistrada estaba “afectada” por el suceso de 2009 y “la presión mediática”. También reclama no indemnizar a los padres de la joven
Francisco Javier García Marín, conocido como el Cuco, ha pedido la repetición del juicio contra él y su madre por mentir durante la vista por el asesinato de Marta del Castillo y ha denunciado la “innegable parcialidad” de la jueza que lo condenó a dos años de cárcel por ese delito de falso testimonio. A prisión y a indemnizar a los padres de la joven con 30.000 euros por daño moral, aunque también se niega a abonar ese dinero. Así consta en el recurso que su abogado, Agustín Martínez, ha presentado ante el Juzgado de lo Penal número 7 de Sevilla, aunque su resolución dependerá de la Audiencia Provincial de Sevilla.
En el recurso, de 50 páginas y adelantado por Diario de Sevilla, el letrado solicita que la Audiencia revoque y anule la sentencia de la jueza de lo Penal “por vulneración del principio constitucional de imparcialidad e independencia del juez”, de modo que el procedimiento vuelva al momento anterior al señalamiento del juicio y que este se repita “con un magistrado diferente que resolverá con libertad de criterio”.
Martínez basa la petición de nulidad del juicio en la vulneración del derecho a a un proceso con todas las garantías y lo explica “desde la pérdida de neutralidad” de la jueza y “su consecuente traslación en el dictado de una sentencia manifiestamente injusta” en la que aprecia “evidentes prejuicios” contra el Cuco por su participación en el crimen de Marta.
Según el representante del Cuco, la sentencia está influida por el asesinato y la jueza “no fue capaz de abstraerse a la presión mediática”. “Vertió comentarios que dejaban patente que el proceso del que derivaba el presente asunto influía de manera definitiva en su actuación. Sin duda, dejó entrever conexiones o interrelaciones con un crimen ya juzgado, con sentencia firme y con imposibilidad de que pudiera ser juzgado de nuevo”, denuncia Martínez, que cita varias “actitudes y comentarios” que en su opinión implicaron “un prejuicio evidente” para quien en su día fue condenado como encubridor de Miguel Carcaño, el asesino de Marta.
El abogado del Cuco lamenta que la jueza, “sorprendentemente”, permitiese a la Fiscalía y al resto de acusaciones seguir preguntando al Cuco después de que este reconociese que mintió en el juicio por el asesinato, celebrado en 2011, “sin que ni tan siquiera fuera solicitado por las partes”.
Según Martínez, un juicio por falso testimonio “en ningún caso trata de buscar la verdad derivada de aquella falsedad”. “No se trata de volver a tomar testimonio al supuesto testigo que ha falseado la verdad con la finalidad de descubrir la verdad. No es un nuevo juicio. No es una nueva declaración. Se trata simplemente determinar si es cierto o falso lo que en su día declaró”, reflexiona el letrado, quien denuncia que, a pesar de quedar resuelto el objeto de la vista, la jueza “continuó expresando afirmaciones y de su propia reacción ante la negativa” del Cuco a contestar más preguntas.
Ese comportamiento, agrega, “ha de interpretarse como la expresión de una opinión ya formada previa al juicio como consecuencia de su vinculación con otro procedimiento anterior”, en alusión al caso Marta del Castillo. Al realizar “manifestaciones que nada tenían que ver con el procedimiento”, dice Martínez, la jueza denotó que “sin duda tenía una animadversión” contra el Cuco “y una opinión ya formada sobre él que condicionaba” su sentencia. En este sentido, menciona que estas palabras de la jueza: “Esto es un juicio por un delito sobre falso testimonio, cuyo origen es la desgraciada muerte de una menor. ¿Que toda España se tiñó de luto? Sí”. “Parece desprenderse de sus palabras que ella misma se sintió afectada y condicionada”, deduce el defensor del acusado.
“No existe un soporte argumental que sostenga la imposición de la pena máxima en este caso”, dice en alusión a los dos años por el delito de falso testimonio, por lo que “solo cabe pensar en la animadversión injustificada que flota en el conjunto de la sentencia, cual verbalización extrema y eficaz por parte del juez de su rechazo a un crimen”, en referencia al asesinato de la joven, que “como ya hemos insistido en varias ocasiones, no era el que aquí se estaba juzgando”, concluye.
La defensa del Cuco también insiste en que el encausado “no debió declarar” como testigo en el juicio celebrado ante la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Sevilla porque estaba “incurso” en otro procedimiento penal en un juzgado de menores que lo condenó como encubridor del asesinato. Martínez reitera que esa sentencia, hecha firme días antes de su comparecencia en la Audiencia, no le fue comunicada.
En caso de que la Audiencia no acepte que se repita el juicio, Martínez reclama que su cliente sea absuelto, a pesar de que el Cuco reconoció los hechos durante la vista, y que ese fallo no “dé lugar a indemnización alguna por daños morales”. Y como tercera alternativa, el abogado pide “una sentencia en la que se pondere y justifique el arco penológico y se aplique la atenuante analógica solicitada”, en concreto la de dilaciones indebidas.
De la indemnización, establecida en 15.000 euros para cada uno de los padres de Marta, afirma Martínez que en la sentencia “nada se argumenta más allá de una serie de lugares comunes o conceptos indeterminados”. La jueza “no explicita las causas de la indemnización”, critica. Para esta parte del procedimiento, la mentira del Cuco “ningún perjuicio provocó a nada ni a nadie”. “Por ende, no puede hablarse de daño moral alguno. En nada afectó al contenido de la sentencia, más allá de los deseos de otro tipo de sentencia condenatoria para alguno de los procesados que fueron absueltos”, rememora Martínez, que por tanto pide que “se deje sin efecto” esa indemnización.
En cuanto a la pena de cárcel, Martínez recuerda que la Fiscalía pidió sólo ocho meses de cárcel y que la jueza estimó la solicitud de la familia de Marta, para la que los hechos eran “de una gravedad extrema”. “En realidad son sin duda de una escasa gravedad”, replica Martínez para justificar que se revise el castigo.
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