Ciencia

Descifran una singular señal extraterrestre y ésta es la conclusión de los científicos

Se repite en un patrón cíclico: emite ráfagas durante 90 días, seguido de un período de silencio de 67 días, repitiendo este ciclo cada 157 días

La FRB 121102 sigue siendo candidata a una señal de civilización extraterrestre
La FRB 121102 sigue siendo candidata a una señal de civilización extraterrestreLa Razón

Desde hace más de una década, la astronomía ha estado en el centro de un enigma fascinante: las Ráfagas Rápidas de Radio (FRB, por sus siglas en inglés). Estas señales, que provienen del espacio interestelar, han capturado la atención de científicos y entusiastas por igual, y su origen sigue siendo un misterio.

Entre ellas, destaca la FRB 121102, que ha desafiado cualquier explicación convencional y ha suscitado especulaciones sobre la posibilidad de vida extraterrestre.

Las FRB fueron identificadas por primera vez en 2007, aunque se encontraron datos archivados que datan de 2001. Sin embargo, fue en 2015 cuando los astrónomos lograron captar una de estas ráfagas en tiempo real, conocida como FRB 150418, gracias al Observatorio Parkes en Australia.

En 2017, los astrónomos lograron localizar su origen en una galaxia enana situada a 3.000 millones de años luz de distancia, en la constelación de Auriga. En 2020, un estudio publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society confirmó que solo otra FRB, en concreto la 180916.J10158+56, mostraba actividad periódica, aunque con un ciclo 10 veces más corto.

Desde entonces, el número de detecciones ha crecido, con más de 30 señales identificadas hasta la fecha. Pero la FRB 121102 se ha convertido en la más desconcertante de todas.

Este es el lugar de donde procede la FRB 121102
Este es el lugar de donde procede la FRB 121102La Razón

Detectada por el radiotelescopio de Arecibo en Puerto Rico, esta señal no solo fue un evento único, sino que se repite en un patrón cíclico: emite ráfagas durante 90 días, seguido de un período de silencio de 67 días, repitiendo este ciclo cada 157 días. Desde su descubrimiento, se ha registrado más de 200 veces, lo que ha llevado a muchos a preguntarse si podría ser un mensaje destinado a ser escuchado.

Sonidos del Espacio

El divulgador científico Maximus Cresswell-Turner decidió profundizar en el análisis de las señales de FRB 121102, convirtiéndolas en archivos de sonido. Al ralentizar las grabaciones, descubrió patrones sonoros sorprendentes que evocan el sonido de un motor alcanzando su capacidad máxima. Estos análisis revelaron características inusuales, como picos agudos de actividad y frecuencias simultáneas, lo que ha generado un intenso debate entre científicos y entusiastas de la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI).

La vela solar permitirá viajar a 1200000 km por hora
La vela solar permitirá viajar a 1200000 km por horaLa Razón

Algunos expertos sugieren que estos fenómenos podrían explicarse por magnetares o púlsares altamente energéticos, mientras que otros, como Avi Loeb, director del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica, plantean la posibilidad de que se trate de tecnología alienígena. Loeb y su colega Manasvi Lingam han explorado la viabilidad de crear un transmisor de radio lo suficientemente potente como para ser detectable a través de vastas distancias, sugiriendo que podría ser parte de un sistema para impulsar naves interestelares.

¿Estamos Solos en el Universo?

A pesar del creciente interés en estas señales, las instituciones oficiales han mantenido un perfil bajo sobre sus posibles implicaciones. Algunos teóricos de la conspiración creen que podría haber un esfuerzo deliberado por minimizar la importancia de FRB 121102 para evitar el pánico. Mientras tanto, aficionados a la astronomía han comenzado a decodificar la señal, observando patrones que sugieren un origen artificial.

Si estas ráfagas son de origen artificial, la civilización que las emitió lo hizo hace 3.000 millones de años, cuando en la Tierra solo existía vida unicelular. Esto plantea preguntas intrigantes: ¿podría tratarse de una especie antigua que anticipó la aparición de tecnología en nuestra galaxia? ¿O simplemente somos testigos de un fenómeno natural que aún no comprendemos?