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Justicias e injusticias: Barenboim, Gómez-Martínez, Domingo, Iriarte

Miguel Ángel Gómez-Martínez, Plácido Domingo y Ana María Iriarte han hecho mucho más por la música española que Barenboim
Justicias e injusticias: Barenboim, Gómez-Martínez, Domingo, Iriarte
DIETER NAGL
Gonzalo Alonso

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A veces uno siente vergüenza. Por ejemplo, cuando Daniel Barenboim es condecorado con la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil. Supongo que fue conociendo ya su enfermedad de Parkinson, pero ello no es óbice para recordar otros músicos, además nuestros, que tienen los mismos méritos, si no más. Por ejemplo: el fallecido este verano Miguel Ángel Gómez-Martínez o Plácido Domingo. Ambos, junto a Ana María Iriarte, mezzo presente en gran cantidad de grabaciones de zarzuela con Ataulfo Argenta. Los tres citados han hecho mucho más por la música española que Barenboim.
Barenboim tiene todos los méritos musicales, adquiridos durante décadas como director y, más aún, como pianista, desde aquel lejano día en que se presentó en pantalón corto en Buenos Aires, donde nació. Hago un inciso y perdónenme por él, pero tengo que recordar lo que, en una entrevista, me mencionó entre sus méritos el entonces ministro de cultura Javier Solana: «Y, además, ¡habla español!». Cómo no conservar como oro en paño sus dos integrales de las sonatas de Mozart o de sus conciertos junto a Klemperer… Lo que no quita para que, entre tanta actividad, también metiera el cuezo alguna vez. Así fue allá por los años ochenta, en el Real cuando era sala de conciertos, y ofreció un recital de piano en el que interpretó la «Sonata en si» de Liszt. En un momento de la misma se perdió completamente y no es que se saltase unos compases, sino varias páginas de la partitura. El éxito fue apoteósico y las críticas volvieron a hablar de San Barenboim. La mía advirtió de los problemas en una obra que, en aquellos momentos, no tenía en «dedos». Recibí una llamada del padre Sopeña elogiando mis comentarios y el hecho de haber sido la única crítica que mencionó el suceso. Supe más tarde, a través de alguien muy próximo al pianista, que éste lo había pasado francamente mal. Pero ahí quedan también, como director, sus grandes Wagner y su hacer orquestas, como lo logrado con la Staatskapelle o la creación de su hijo, la Orquesta del Diván, unión de jóvenes músicos cristianos, árabes y judíos, que tanto se protegió desde un gobierno andaluz. Como tanto le protegió Ruiz-Gallardón, trayéndonoslo a la Plaza Mayor madrileña durante años. Por cierto, muy curioso su comportamiento en las cenas posteriores ante una veintena de invitados. Para otra ocasión, los detalles. Dicho todo lo cual, ¡mucho ánimo y adelante con la vida!
En fin, todos los méritos, hasta como escritor –«La música despierta el tiempo»- menos los de difundir especialmente nuestra música. Eso es lo que han hecho los citados Gómez-Martínez o Domingo. Sí es cierto, pero es poco, que el primero recibió la medalla de oro de Granada en 1984, que fue nombrado por el Ayuntamiento de su ciudad natal «Granadino del siglo XX» o que, en 1995 el Rey Juan Carlos I le otorgó la Encomienda de Número de la Orden del Mérito Civil. Del segundo, todos sabemos su injusta situación. Pero, ¿y la recientemente fallecida a los 98 años Ana María Iriarte? Ahí están sus más de 30 discos de zarzuela, muchos de ellos junto a Manuel Ausensi y Ataulfo Argenta. Inolvidable su Beltrana. ¡Cuánto le debe la Escuela de Canto! Desde la fundación que ella creó y lleva su nombre desempolvó obras inéditas, como «La Celestina» de Nin Culmell, estrenada en la Zarzuela en 2008. Termino con un fragmento de las palabras de una de sus alumnas más famosas, María José Montiel, «una de las personas más generosas que he conocido en mi vida, nos deja su Amor con mayúsculas y los recuerdos de infinitos momentos en su estudio de la calle Manuel Cortina en Madrid. Eres eterna, Ana María. Tu energía vibrante permanecerá en todos nosotros con tu imagen castiza y esa gracia tan tuya , y ese corazón de oro. Te querré hasta la eternidad!!! Gracias por tanto!!!». Pero, ¿dónde está el reconocimiento del Gobierno español?

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