Un barrio con la misma población que Ávila se alzará sobre los cuarteles de Campamento
El presidente del Gobierno solicitó diálogo y trabajo conjunto a las tres administraciones: «Juntos lo hemos conseguido -dijo- y juntos tenemos que hacerlo»

MIGUEL OLIVER
MADRID. La Estación Militar, el Cuartel Capitán Adrados y el Acuartelamiento Muñoz Grandes fueron ayer los primeros en caer. Tras veinte años de negociaciones, las autoridades dieron por comenzada la operación Campamento con el derribo de los primeros cuarteles. Fue al filo del mediodía cuando, tras un discurso de Rodríguez Zapatero sobre el compromiso del Gobierno con Madrid y la accesibilidad a la vivienda, las máquinas comenzaron a morder las primeras cornisas de las instalaciones que se levantan junto a la carretera de Extremadura.
Los trabajos se prolongarán durante casi seis meses, momento en el que comenzarán las obras de urbanización. Se trata de un proyecto a largo plazo. Hasta el punto de que las primeras viviendas no se levantarán hasta dentro de cinco años. El desarrollo, que abarca un total de 210 hectáreas, permitirá la construcción de 10.700 pisos, de los que 7.000 (un 66 por ciento del total) tendrán algún tipo de protección. El resto será libre.
Y es que Campamento, gracias a la demolición de los cuarteles, se convertirá, tal y como lo definió Bono en su momento, en la Castellana del sur de Madrid. Este desarrollo permitirá levantar un barrio tan grande como los distritos de Retiro y Salamanca, y con tanta población como Ávila. La operación comenzará con la construcción de las primeras 5.125 viviendas, de las que 1.100 se destinarán al alquiler.
Plusvalías de Defensa
Un informe económico al que tuvo acceso ABC apunta que sólo con la venta de estos 3.700 inmuebles, el Ministerio de Defensa ingresará 360 millones de euros. En este cantidad se incluyen los 33,6 millones que la Comunidad ha tenido que abonar al departamento que dirige Bono para construir 2.000 viviendas en la zona, que se destinarán al Plan de Alquiler con opción a compra.
La presidenta regional recordó ayer al ministro que todas las plusvalías que se obtengan de la operación «deberían reinvertirse en el desarrollo para levantar las nuevas infraestructuras». Estas recomendaciones de Aguirre nunca han sentado bien en el seno de Defensa. En alguna ocasión, Bono ha llegado a aconsejar a la dirigente autonómica que «se dedicara a sus cuentas», y que no se metiera en las de los demás. Por su parte, el presidente del Gobierno, con un «esta vez sí», comenzó su discurso para inaugurar el inicio de las obras. Fiel a su talante, aprovechó la presencia de dos ministro (Bono y Trujillo) y la del alcalde de Madrid y la presidenta regional (Gallardón y Aguirre) para pedir más entendimiento y compenetración en este proyecto. «Juntos lo hemos conseguido -dijo- y juntos tenemos que hacerlo. Quiero que todo el desarrollo de esta operación se haga con acuerdos y diálogo. Para ello también pido la colaboración de los promotores inmobiliarios, a los cuales les doy toda mi confianza para afrontar este proyecto».
Variante subterránea
El acuerdo que han suscrito las tres administraciones prevé también la construcción de un túnel de 4 kilómetros con tres carriles por sentido que conectará la M-40 y la carretera de Boadilla del Monte con la M-30 bajo la A-5, que costará 617 millones de euros y que pagarán al 50 por ciento el Ayuntamiento y Defensa. Además del túnel, se construirá una variante subterránea de la A-5, desde la carretera de Boadilla hasta la M-30, bajo la Cuña Verde de Latina, con una longitud de 4 kilómetros y una sección de tres carriles para cada sentido.
En transporte público, la prolongación de la línea 10 de Metro ya preveía estaciones dentro del ámbito, en el que se implantarán nuevas líneas de autobuses con carril exclusivo a lo largo de la A-5, y se mejorará el servicio de Cercanías, todo lo cual cuenta con reserva de suelo para un futuro intercambiador de transportes. Se crearán equipamientos sociales, deportivos y educativos, y se prevé mantener y ampliar determinadas instalaciones militares, como el Servicio Geográfico del Ejército, el Centro Militar de Veterinaria, el Centro Deportivo de La Dehesa, el Centro Deportivo San Jorge o el Colegio del Instituto Social de las Fuerzas Armadas.
«Avenida de las Fuerzas Armadas»
Las administraciones prevén que un total de 50.000 personas puedan residir en la zona en los próximos años. Rodríguez Zapatero pidió ayer personalmente a Gallardón que «en reconocimiento al gesto que el Ministerio de Defensa ha tenido con los ciudadanos de Madrid», la vía principal que cruza las instalaciones militares pueda llamarse en un futuro «avenida de las Fuerzas Armadas», a lo que el regidor accedió en el momento.
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