Viajes
“L´Avenue de Champagne” de Épernay
Aquí se encuentra el palacete privado de la empresa Moët & Chandon en el que reciben a invitados ilustres y clientes importantes de todo el mundo.
En la localidad francesa de Épernay (también conocida como “la capital del champán”) el viajero descubre una avenida, ciertamente sin igual en el mundo, que es la sede de muchas de las grandes empresas que elaboran este apreciado vino de burbujas (Moët & Chandon, De Castellane, Pol Roger, Mercier, de Venoge, Perrier-Jouët, Boizel, ...). No exagero cuando escribo que también se la conoce como “los Campos Elíseos del champán”
La riqueza que, desde hace siglos, aportó a estas tierras dio origen a que, tanto las marcas como las grandes familias propietarias, quisieran mostrar su esplendor y grandiosidad erigiendo impresionantes mansiones bajo las cuales, en muchas de ellas, se encuentran kilómetros de cavas subterráneas laberínticas (gracias a las características especiales de este suelo) donde reposan millones de botellas a una temperatura constante entre diez y doce grados. Un inmenso patrimonio, tanto subterráneo como en superficie, con inmuebles industriales, palacios, jardines y edificios oficiales de diferentes estilos. Todo un tesoro nacional.
Como curiosidad, aquí se encuentra el palacete privado de la empresa Moët & Chandon en el que reciben a invitados ilustres y clientes importantes de todo el mundo. Se trata de un trianón inspirado en el de María Antonieta de Versalles
Esta gran arteria urbana, una de las más caras del mundo con aproximadamente un kilómetro de largo, atrae –según me comentan- a casi dos millones de visitantes al año. Un recorrido necesario para todos aquellos que quieran conocer algo más de esta bebida que se asocia rápidamente a celebraciones y festejos. Dicen que Winston Churchill, muy aficionado a la marca Pol Roger, al hacer referencia a esta bodega, la calificaba como la “dirección más bebible del mundo”.
La U.N.E.S.C.O. declaró como Patrimonio Mundial de la Humanidad las “Coteaux, Maisons & Caves de Champagne“. Esto es, las “colinas, mansiones y bodegas” de la Champaña. Pues bien, esta famosa avenida forma parte de tan destacada catalogación.
Frente al magnífico edificio donde se sitúa la sede del ayuntamiento, en el exterior de las oficinas de Moët & Chandon, se encuentra una escultura de Dom Perignon (1638-1715) considerado el “padre espiritual del champán” que da también nombre a una famosa referencia de esta bodega. Hacerse una fotografía al lado de este célebre monje benedictino de la abadía del pequeño pueblo de Hautvillers (al que la historia le atribuye el descubrimiento de esta forma de elaboración del más glamuroso de los vinos franceses) es obligada.
Aquí se encuentra también la oficina de turismo. El lugar perfecto para informarnos de todo cuanto necesitemos (visitas guiadas, catas, historia, libros, tours enológicos, videos, regalos, etc.).
Recorriendo hace pocas semanas esta región del norte de Francia pude disfrutar de ese impresionante paisaje de suaves laderas repletas de hectáreas de viñedos, bebí magníficos vinos, vi los campos en plena vendimia, conocí los procesos de elaboración y descubrí esta avenida que es, posiblemente, el mayor exponente (en superficie y bajo tierra) del esplendor de un vino del que el emperador Napoleón dijo: “¡Champagne!, en la victoria lo mereces, en la derrota lo necesitas”.
Debo reconocer que mi primer encuentro con “L´Avenue de Champagne” fue nocturno. A pesar de la poca luz que había no dejó de impactarme la belleza de esta avenida. Ese día, mientras cenaba, decidí que no podía perderme la posibilidad de fotografiarla a primera hora. Sin coches, sin transeúntes, sin ruidos. Sentir, en cierta forma, el honor de ser el único que paseaba por esta famosa avenida.
Así lo hice. A las siete de la mañana allí estaba; pateándomela cámara en mano y casi en solitario. Fotografiándola como si fuera una modelo que estuviera posando para mí. Todo un privilegio.
¿Cómo llegar? Hay vuelo directo desde Madrid con Iberia al cercano aeropuerto de Paris-Vatry
Web: www.ot-epernay.fr
¿Dónde dormir? Hotel Jean Moët. Un coqueto y céntrico cuatro estrellas que cuenta con un magnífico desayuno.
Un consejo. No podemos retornar de la capital del champán sin haber bebido este famoso vino. Nada mejor que acercarnos a un “escenario gastronómico muy especial”. Se llama “C Comme”. Degustaremos varios de ellos mientras nos asesoran sobre sus características.