Mesa redonda
El deporte: más allá de la prevención de enfermedades graves
Cuatro ponentes de excepción participan en la mesa redonda organizada por A TU SALUD sobre el impacto del ejercicio en la mejora de la salud de las personas
El deporte es una de las mejores herramientas para sentirnos más saludables físicamente, conlleva numerosas ventajas para nuestro organismo y también es vital en la prevención de enfermedades graves. Pero la práctica de la actividad física va más allá. Realizarla puede aportar múltiples beneficos a la sociedad y también puede contribuir a mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades como el cáncer o cardiovasculares, entre otras.
Es la principal conclusión que se desliga de la mesa redonda «Salud y Deporte» organizada por A TU SALUD en colaboración con Bristol Myers Squibb (BMS), que tuvo lugar el 15 de diciembre en Madrid y contó con la presencia de cuatro ponentes de excepción: la Dra. Dolores Isla, jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa (en Zaragoza) y presidenta de la Asociación para la Investigación del Cáncer de Pulmón en Mujeres (Icapem), el Dr. David Calvo, presidente de la Asociación del Ritmo Cardiaco de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), Juan Coronel, responsable de Madcup y Ángeles Bravo, corporate affairs senior manager para España en la compañía biofarmacéutica global BMS.
El debate estuvo dirigido por la periodista Eva S. Corada, quien comenzó lanzando la pregunta que vertebró el acto: ¿cuál es el papel del deporte en la prevención de enfermedades? El Dr. Calvo fue el primero en contestar: «La práctica de un ejercicio físico moderado que se mantiene en el tiempo y se convierte en un hábito ha demostrado tener unos beneficios muy claros sobre la salud cardiovascular». Esto es así porque «contribuye a mantener controlados los factores de riesgo (el colesterol, la diabetes o la tensión alta) que, con el paso de los años, dan lugar a las enfermedades cardiovasculares», apuntó. Asociamos estos factores a la población envejecida. No obstante, «que un ictus o un infarto de miocardio se suelen manifestar a partir de los 50 años, no quiere decir que el problema no empiece a gestarse antes», señaló el facultativo, y afirmó: «Tenemos evidencia de que se empiezan a producir en edades muy tempranas de la vida, en personas jóvenes. El ejercicio físico contribuye a mantenerlas a raya y cuanto más precoz sea, menos tiempo expondremos nuestro sistema cardiovascular a esos agresores».
Algo similar sucede con las enfermedades oncológicas: se ha demostrado que previene el cáncer en tumores (sobre todo en mama, colon y endometrio) y cada vez hay más evidencias de que el ejercicio es clave para mejorar el pronóstico de los pacientes. «La información científica es escasa; hasta hace poco no se le daba al deporte la importancia que estamos viendo que tiene. Ahora, empezamos a ver estudios que indican que los pacientes que hacen ejercicio pueden mejorar su supervivencia. Nos faltaría una evidencia más robusta, pero parece que vamos en este camino», explicó la Dra. Isla.
En este sentido, subrayó que «lo que sí que se ha demostrado es que la actividad física impacta en la calidad de vida del paciente oncológica. Esa acción a nivel cardiovascular, muscular y esquelético condiciona que el paciente tenga, por un lado, menos síntomas de su enfermedad: menos insomnio, menos cansancio y, a veces, menos dolor.
También consigue que las funciones cognitivas funcionen mejor y, desde el punto de vista psicológico, impacta en el estado anímico. Por otro lado, se ha demostrado que la recuperación de los efectos adversos del tratamiento, de la cirugía, es mejor si se introduce el ejercicio físico en el abordaje integral del paciente».
Enamorar a la juventud
Por su parte, Ángeles Bravo de BMS, apuntó que su compañía está comprometida con una idea de salud integral, que engloba la idea de que «la prevención es el mejor tratamiento e invertir en deporte es invertir en salud». Sin embargo, manifestó que «existe una gran necesidad de aumentar el conocimiento de la población acerca de la importancia de realizar ejercicio. Lo dice la OMS: solo una de cada cuatro personas hace el ejercicio físico recomendado a nivel mundial. Y, en adolescentes el dato es muy serio: un 80% no realiza la actividad física recomendada». Esos fueron los motivos, explicó, por los que la biofarmacéutica puso en marcha la campaña «La ciencia que nos mueve», que busca desarrollar proyectos tangibles, de valor, en alianza con terceros, para promover el ejercicio físico y hábitos de vida saludables en las personas.
Una de esas alianzas las establece, por ejemplo, con el proyecto Madcup dedicado a la concienciación del deporte escolar en colegios y conocido por organizar uno de los mayores torneos de fútbol base a nivel internacional en Madrid, donde cada año reúnen a unos 600 equipos. «El deporte es una herramienta de transformación muy poderosa a nivel educativo, de cultura de valores y de salud», explica Juan Coronel. «Por eso, en edades tempranas hay que enamorar a los niños del deporte. Enamorarlos como sea. Porque, como decía el Dr. Calvo, si no tienen el hábito es mucho más complicado que el deporte los pueda ayudar en el futuro».
El cardiólogo coincidió con él en que «es cierto que hay que enamorarse del deporte porque, si conseguimos enamorar a los pacientes cardiovasculares del deporte, podemos hacer que se ‘’desenamoren’' de otros hábitos perniciosos para la salud, como el tabaco. A pesar de haber sufrido un infarto, muchos vuelven a fumar. Por tanto, no basta con decirles que tienen que dejarlo; hay que prescribirles actividad física de forma generalizada en lugar de reposo, como se venía haciendo. De hecho, uno de los hitos en los últimos años han sido los programas de rehabilitación cardiaca que incluyen ejercicio físico controlado, pues con ellos hemos conseguido reducir la mortalidad de nuestros pacientes».
La Dra. Isla intervino para coincidir en que «promover el deporte y hábitos de vida saludables es muy importante en el caso del cáncer de pulmón, asociado al tabaquismo en una proporción elevadísima». En este sentido, habló del Programa «Actívate» que el Icapem desarrolla en Zaragoza. Aún en fase inicial, ofrece a pacientes con cáncer de pulmón la oportunidad de realizar ejercicio físico en grupo prescrito y controlado por un médico. En el futuro se monitorizarán y estudiarán los resultados. «Tengo pacientes en el programa y me cuentan que les va fenomenal. Son proyectos que deberían expandirse y profesionalizarse por toda España», opina la sanitaria.
¿Qué más se podría hacer desde la Administración para fomentar el deporte en un país en el que el 47% de los españoles reconoce que no realiza ningún tipo de actividad física, según los datos del último Eurobarómetro? Para Ángeles Bravo hay una «falta de conciencia en la sociedad que hace que al deporte se le vea como algo secundario o complementario en lugar de como esencial para la salud colectiva».
Al hilo, Coronel incidió en que «entendemos el deporte como un complemento y el deporte es un fundamento. La persona que no hace deporte, tiene una pata que cojea. Le falta algo». Además, advirtió que «el deporte bien enfocado es el futuro, pero tenemos pocas horas de deporte en los colegios y en muchos casos, mal enfocadas. Se necesita vocación y mejorar la formación del educador». Por su parte, la Dra. Isla manifestó que «hay desconocimiento; los políticos y gestores están encerrados en sus despachos y tienen que participar en estos debates». Además, apuntó, «la formación en instituciones educativas tiene que llegar más intensamente».
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