Copa Davis
Nadal colecciona hazañas y lleva a España a la final de la Davis
Rafa contagió en el doble a Feliciano para culminar (7-6 y 7-6) una nueva remontada ante Gran Bretaña. Canadá, el último obstáculo hoy para ganar la Ensaladera
España volverá a disputar siete años después la final de la Copa Davis. Liderada por Nadal, una vez más y van..., superó a Gran Bretaña por 2-1 y peleará hoy con Canadá por la sexta Ensaladera de Plata de su historia. Nadal parcheó la derrota de Feliciano López ante Edmund. El número uno español se impuso a Evans y luego llegó la locura con el doble. Rafa sostuvo a España y terminó enganchando a Feliciano para alcanzar la final. Fueron dos sets dramáticos, interminables que se resolvieron en sendos tie breaks. España ganó por un doble 7-6. La selección ya fue campeona de la Davis en 2000, 2004, 2008, 2009 y 2011. Con el nuevo formato y con Nadal al frente, buscará un nuevo título. España llega como indiscutible favorita ante los canadienses, la gran sorpresa del torneo.
Hay un exmiembro del equipo español que asegura que la labor del capitán de la Davis es molestar lo menos posible, intervenir lo justo. Bruguera intervino en el primer individual apostando por Feliciano. La apuesta no salió. También lo hizo en el doble. En la Caja Mágica, en tres eliminatorias, España ha presentado tres parejas diferentes. Empezó con Feli-Granollers, siguió con Rafa-Granollers y en semifinales Bruguera se la jugó con Rafa y Feliciano. Las maniobras del capitán han dado un resultado óptimo.
La presencia de Rafa en los partidos por parejas era indiscutible desde que llegó la pasada semana de Londres. Estaba bien físicamente y él quería jugar. Palabra de Dios y amén. El primer día, después de deshacerse de Khachanov, fue la única tregua que tuvo. Ante Croacia y Argentina dio el paso al frente. Igual que en la semifinal ante Gran Bretaña. Los británicos son expertos en la materia. Se les nota desde el calentamiento. Lo bueno es que la capacidad de Rafa es tan grande que no necesita jugar una semana sí y otra también con su pareja para ser decisivo también aquí. Su servicio estuvo a la altura de la mejor arma de su compañero. Y las dos raquetas españolas se rearmaron después de las dos situaciones críticas que vivió un primer set interminable. En el cuarto juego olvidaron pronto que habían desperdiciado su única bola de break. Y en el undécimo, con saque de Nadal, salvaron una bola de break que permitió desembocar la manga en el desempate. Cuando ya no hay margen para el error, el número uno del mundo volvió a gritar: “Aquí estoy yo”. Una volea, dos passings, un gran saque... Contagió a Feli y España se llevó el desempate con autoridad.
Los británicos siguieron a lo suyo. Como si el tie break no hubiera existido demostraron en el segundo set cómo se debe jugar un doble. Cruces, subidas, buenos saques... El mérito de los españoles fue resistir incluso a una pelota de set en el duodécimo juego con Rafa sirviendo. Llegar al tie break ya fue un premio y ahí Feliciano se animó. El «efecto contagio» del tenis de Nadal permitió a España salvar tres bolas de set más. Un servicio de Feliciano cerró el partido y la eliminatoria. Fue un punto que tuvo algo de justicia poética por lo que había sucedido en los individuales.
Ahí Rafa supo armarse de paciencia para resolver la enésima situación crítica de su vida en una pista de tenis. Estaba obligado a otra remontada, igual que 24 horas antes frente a la albiceleste. Y puso la primera piedra de forma diferente a cómo lo hizo en cuartos. Evans se hartó de buscarle las cosquillas, pero terminó rindiéndose ante el número uno. No fue la versión trituradora. Fue la paciente, la que nunca pierde el sitio y casi siempre termina encontrando las debilidades del rival. Nadal se impuso por 6-4 y 6-0. La obligación para Rafa llegó porque a Feliciano le vino grande, por momentos enorme, el desafío individual ante Kyle Edmund.
Oficialmente, unas molestias físicas dejaron a Pablo Carreño en el banquillo. Más allá de los círculos oficiales, su suplencia se estaba mascando nada más caer ante Pella. Sus sinceras declaraciones después del partido –aquello de los nervios y la presión– fueron su tumba. Carreño se quedó fuera y el que regresó fue Bautista. Su aparición en el momento de los himnos en la Manolo Santana fue el mejor momento de España en el primer partido. Luego Feli se encomendó a Rafa y la respuesta fue la habitual. El recurso infalible del tenis español sacó el billete para la décima final de la Davis.