Entrevista

Paloma del Río: «A las mujeres nos cuesta llegar a los puestos de responsabilidad; estamos allí y no nos ven»

La veterana periodista se jubiló de RTVE el año pasado, pero eso no significa que haya parado ni un segundo. La Academia de Televisión le ha concedido el Premio Nacional de Televisión 2024

Paloma del Río
Paloma del RíoRTVE

A pesar de que acaba de jubilarse de R TVE tras 37 años como la persona que puso en su sitio el deporte femenino, la periodista Paloma del Río, no para. Este año se le ha concedido el Premio Nacional de Televisión, según el jurado, porque «ha sido una mujer pionera en el ámbito del periodismo deportivo, altavoz de la diversidad y un referente para todas las personas que se dedican al periodismo deportivo en España. Ha contribuido, con rigor y honestidad, a un deporte más inclusivo». Los espectadores la han echado de menos en París 2024, pero ha seguido vertiendo opiniones en las redes, sobre todo sobre los deportistas trans.

Pensé que cuando uno se jubilaba, trabajaba menos...

Sí, bueno, trabajas en lo que te parece, ya no en lo que te obligan.

¿Cree que la Academia de TV ha atinado con la descripción del premio?

Me sorprendió la nota de prensa que hizo el ministerio de Cultura, porque realmente se centra muy bien en todo que lo que he procurado hacer toda la vida, que ha sido defender desde mi posición en la dirección de Deportes y en la edición de programas y contenidos de Televisión Española, la posición de la mujer deportista. Y no sólo de la mujer deportista, sino de la mujer olímpica y paralímpica, y tratar de eliminar las desigualdades que había en lo que a mí me concernía, por ejemplo, que era la emisión de deporte femenino con respecto al que habíamos hecho tradicionalmente, que era el deporte masculino. Y utilizando un canal como Teledeporte, que emite 24 h al día, desde ahí y con la ayuda de las federaciones, poder aportar al espectador y a la televisión pública y a los espectadores de manera gratuita, sin pago, la mayor cantidad de deporte femenino para que se pudiera desarrollar, porque si no, es imposible. Y parece que ha calado mucho la idea mía de reivindicar la igualdad y la igualdad de oportunidades para las mujeres, no solo en el campo del deporte, sino en el campo de la sociedad, de la vida normal, de la vida civil.

Está contenta con el trabajo realizado?

Estoy muy contenta. Y el hecho de que me haya jubilado... Me he jubilado de mi puesto de trabajo, pero no de mis ideales, y mis ideales siguen siendo los mismos. Yo voy a seguir siendo periodista y a seguir peleando, investigando y estudiando sobre el deporte femenino, sobre la igualdad y sobre la igualdad de oportunidades y de equidad en una sociedad en donde el 50 % de las personas somos mujeres y no se nos da ese reparto de oportunidades; no es equitativo. Siempre hay para la categoría masculina, para los hombres y nunca se piensan las mujeres en el primer momento. Me parece que hay mujeres talentosas y con muchas condiciones y muy trabajadoras y nunca se nos tiene en cuenta. A las mujeres nos cuesta mucho trabajo llegar a los puestos de responsabilidad, en la abogacía, en el periodismo deportivo o en cualquier ámbito, en la investigación... Pero es que estamos allí y no nos ven. El problema es que a las mujeres no nos ven y somos muy talentosas. Me llama la atención todos los años la foto de la apertura del año judicial, en donde hay más del 50 % de los jueces son mujeres, y no hay ninguna. Es que son todo togas masculinas. Me da una rabia tremenda.

¿Qué opina de la televisión pública?

Desde que se aprobó la Ley de financiación en el año 2010, está siempre pendiente de los Presupuestos Generales del Estado y del gobierno de turno. Porque esa ley fue muy ambiciosa para seguir con la tarea que tenía la televisión pública de enseñar, entretener, divulgar, etc. Pero dependiendo de los PGE. Entonces, llegó la crisis de 2012 y el Gobierno de turno nos pegó un recorte que nos dejó en el 50 % del dinero que teníamos que recibir. Y hemos ido a contracorriente. No podemos emitir publicidad, salvo patrocinios deportivos, y culturales, porque eso es a lo que nos limitó la ley. Y esto ha supuesto que se ha quedado en clara desventaja con los dos grandes grupos televisivos. Tenemos lo que tenemos y con los medios que tenemos hay que hacer la televisión que podemos, intentando llegar a todos, pero con una capacidad económica infinitamente menor. Todo esto condiciona el tener que buscar otras vías para llegar al espectador y hacer programas de entretenimiento, culturales, comprar paquetes de películas, paquetes de deportes y con la mano para atrás. Y luego internamente, pues a la hora de ser un organismo que depende de la Sepi, pues ponen sus vías para organizar la cúpula directiva, la presidencia, el consejo de administración, etc, etc. Se cumple rigurosamente y desde 2018 estamos todavía coleando con el juego de sillas. Así que yo espero que en los próximos meses se termine ya de consolidar la presidencia, se complete y se renueve el consejo de administración. Por esa ley que ha creado el Parlamento tendría que haberse ya renovado en marzo. Pero bueno, como estamos a la cola de otros acuerdos políticos, pues supongo que en algún momento a lo largo de este año se terminará por completar y tratar de darle más estabilidad.

¿Qué hubiera sido de Paloma del Río si hubiera seguido siendo auxiliar de enfermería?

Hubiera seguido siendo auxiliar de enfermería y si hubiera tenido ganas, a lo mejor habría estudiado enfermería, pero no más, no más porque mi cabeza no es de ciencias, mi cabeza es de letras; es de historia, de literatura, de filosofía y yo he peleado siempre contra la física, la química y todas las carreras de ciencias. Así que como medicina sería el siguiente escalón en esa línea de Sanidad, sa esa no hubiera podido llegar, pero a lo mejor enfermería sí. Pero tenía claro que aquello era una cosa transitoria. Aquello fue lo que me dio de comer y lo que me permitió pagarme la carrera en esos años. Hubiera escogido Periodismo, Psicología o Ciencias Políticas. Aquello fue muy enriquecedor a nivel personal y humano para mí.

¿Me imagino que en pandemia se acordaría de aquella época suya?

Sí. Y además, tengo mucha familia sanitaria y sé lo mal que lo pasaron. Tengo sobrinos que son enfermeros, mi pareja es médico y sé por su día a día lo mal que lo pasaron en los primeros momentos. Sobre todo uno de ellos, que se contagió el día que decretaron el cierre de el 13 de marzo. Ya llevaba una semana metido en casa, encerrado en la habitación, aislado, porque no sabía lo que tenía. Sabía que tenía Covid, pero no sabía cómo tratarlo en ese momento todavía.

¿Se quedó con el gusanillo de pasar al telediario como hicieron sus compañeras?

Los dos primeros años estuve en telediarios, en lo que es la información deportiva, pero el hueco de la presentación ya estaba ocupado. Y como era una cosa que dependía de mí, yo me sentía de momento más cómoda en la parte de atrás, haciendo las piezas. Sabía que las hacía bien, las que me tocara hacer, las de fútbol, natación, tenis, cualquier cosa. No es tan fácil llegar y ser un una persona que se sienta cómoda en la pantalla. Antes tienes que haber pasado por haber hecho cámara, un directo, alguna entradilla y ver cómo te sientes tú. Y a mí eso me agarrotaba un poco. Lo que pasa es que luego ese trabajo la parte de atrás creció mucho con las transmisiones, haciendo algunas muy largas. Y poco a poco ya fui cogiendo confianza con la cámara. Y ahora la gente me dice, dice qué pena que no hayas estado presentando un programa porque tienes una soltura`... Lo que sobresale de mí es la naturalidad. Y si me equivoco, me equivoco.

¿Cómo está viendo las Olimpiadas de París?

Los bares me abruman un poco. No me gusta nada el ruido que hay, muy agudo, y me molesta. Seguramente lo veré y a la carta, miraré la programación y el programa olímpico, consultaré que hay cada día. Cuando haya las finales de natación o atletismo, en fin, lo que me vaya a gustar... (a mí, que me gusta todo). También haré el seguimiento de los españoles, pero seguramente lo veré desde casa, porque tenemos muchos canales para poderlos ver.

¿Qué va a hacer con 30.000 euros del Premio Nacional de Televisión?

El 20 % se lo va a llevar Hacienda. Así que como cuando pasas a la condición de jubilada tus ingresos son menores, porque a pesar de que hayas cotizado, tu vida económica se restringe bastante, seguramente lo tendré ahí, pues a lo mejor para algún capricho o alguna cena o alguna cosa así.

Ya me gustaría que me invitara a mí con 30...000 a nacer. No estaría mal.

Me voy a gastarle los 30.000 en invitaciones, porque ahora todo el mundo quiere que le invite.

¿Qué le podría decir a aquellas mujeres que quieren ser periodistas?

He encontrado a lo largo de los últimos años muchas chicas que estaban haciendo el Trabajo de Fin de Grado. Me han pedido entrevistas para poder hacer su trabajo sobre mujer y deporte, o sobre la mujer en el mundo del periodismo. Y la mayoría me decían lo mismo, incluso algunos chicos: que habían hecho la carrera por mí. Y a mí eso me responsabiliza mucho. Les diría que estudiaran, que se distinguieran, que leyeran. No estudiar de empollar y de plantar codos, sino que significa estar preparada y tener las mejores fuentes. Afortunadamente tenemos Internet y en un ordenador tenemos todas las bibliotecas del mundo, todos los periódicos del mundo. Pasa por estudiar idiomas y por leer, leer, leer en aquello en lo que te quieras especializar: economía, deportes, nacional e internacional. Que seas la mejor y que tengas las mejores fuentes de información y seas espabilado y listo. Hay que ser activo, no se puede ser pasivo en el mundo del Periodismo. Las fuentes y la información no van a llegar a ti. Tienes que ser tú la que salga a buscar esas fuentes y a indagar. Y eso pasa por ser muy curioso.

¿Qué opina de los deportistas transexuales?

Me resulta complicado, porque a mí me han tachado de tránsfoba, cosa que no lo soy en absoluto. Siempre he defendido el colectivo LGTBIQ a muerte, porque considero que tenemos los mismos derechos. Formo parte de ese colectivo. El deporte históricamente se ha dedicado a segregar por pesos y por sexos, porque se busca la igualdad de oportunidades. No puede competir un boxeador de 100 kg con uno de 52. Y en el mundo de las mujeres trans, porque de los hombres trans no hay ningún problema, el problema es que han pasado su transición y su pubertad como hombres, y su anatomía y su fisiología es masculina, y eso les confiere unas características especiales de fuerza, de masa muscular, de capacidad aeróbica, de valores sanguíneos, que van a permanecer el resto de su vida, independientemente de que hayan hecho la transición. Esas mujeres tienen una superioridad biológica con respecto a las mujeres que han nacido como mujeres. Y a mí me parece que si lo que el deporte busca es equidad en segregación de peso y sexo, y busca la equidad de oportunidades, esas mujeres trans están por encima. Para ser directoras de cine, empleadas de un gran almacén o de un bufete de abogados, o ser camareras, me da igual que se dediquen a lo que se dediquen, porque en esos otros oficios no hay problema, eso debería dar lo mismo. Pero en el mundo del deporte ellas tienen una superioridad que no tienen el resto de las mujeres, y me parece que es profundamente injusto para ellas.