Matanza

Más de 30 estudiantes de educación secundaria de Corea del Norte asesinados a tiros por ver televisión surcoreana

Las memorias USB se han generalizado para intentar esconder y hacer contrabando con contenido occidental

Fotografía cedida por Netflix de una escena del tercer episodio de la primera temporada de la serie surcoreana "Squid Game" (El Juego del Calamar).
Fotografía cedida por Netflix de una escena del tercer episodio de la primera temporada de la serie surcoreana "Squid Game" (El Juego del Calamar).Noh JuhanEFE/Netflix

Había llegado hasta nuestros oídos, que el regimen de Corea del Norte ejecuta sin miramientos la ley que prohíbe ver y difundir contenido cultural que no sea propio de ese país. Según consta, a pesar de la negativa del Gobierno de Kim Jong-un, en octubre de 2022 ya hubo un caso con dos muertos, y ahora un funcionario ha confirmado que ha pasado lo mismo con una treintena de alumnos de secundaria, asesinados a tiros por culpa de una memoria USB con material de la televisión surcoreana.

En octubre de 2022 habían condenado a muerte a dos jóvenes que sólo habían visto y distribuido la serie "El juego del calamar". La última ejecución tuvo lugar en octubre en la pista de aterrizaje de un aeródromo de la ciudad. Las autoridades dispusieron a los estudiantes adolescentes frente a un público pavoroso, los condenaron a muerte e inmediatamente los ajusticiaron. En los últimos años, las películas surcoreanas y occidentales, así como la música y los programas de televisión, se han extendido a lo largo y ancho del país en memorias USB y tarjetas SD fáciles de ocultar. Los contrabandistas introducen los archivos en el país desde China y luego los distribuyen entre particulares. Los dos adolescentes fusilados fueron sorprendidos por agentes espías tratando de vender en el mercado local el material de contrabando.

En diciembre de 2020, el gobierno norcoreano aprobó la “Ley de la RPDC sobre el rechazo de la ideología y la cultura reaccionarias”. Esta prohíbe distribuir medios de comunicación procedentes de Corea del Sur, Estados Unidos o Japón, y establece castigos que van desde los trabajos forzados y pueden llegar hasta la pena de muerte. El simple hecho de ver este tipo de contenidos puede acarrear una condena de 15 años en un campo de reclusión por delitos comunes. Según la normativa, hablar, escribir o cantar al estilo surcoreano puede castigarse con dos años de trabajos forzados.

Ahora, el diario coreano "아시아경제", ja informado de que según "TV Chosun", el día 10, el mes pasado, grupos de desertores norcoreanos empaquetaron memorias USB que contenían dramas surcoreanos en grandes globos y las enviaron a Corea del Norte. Sin embargo, se sabe que la mayoría de los que vieron esto fueron asesinados a tiros. Un funcionario del gobierno dijo: "Se determinó que alrededor de 30 estudiantes de secundaria que fueron sorprendidos viendo dramas recogiendo memorias USB de globos fueron asesinados a tiros públicamente la semana pasada".

En el 2020, los padres norcoreanos debieron firmar compromisos para asegurar que sus hijos no vieran “contenido de vídeo impuro” en casa, es decir no consumir otras culturas que no sean la propia. Tras conocerse las ejecuciones públicas, el gobierno norcoreano rechazó las acusaciones y explicó que la última ejecución ocurrió en 1992. No obstante, testigos presenciales recopilados por Amnistía Internacional dicen que siguen produciéndose. Todo en base a las llamadas "leyes malvadas":

- Prohibición de ideologías y culturas reaccionarias que contradigan las normas impuestas por el régimen.

-Difusión de contenidos culturales provenientes de Corea del Sur, Estados Unidos, Japón y otros lugares.

-Estas normas culturales también deberían aplicarlas los extranjeros que viajen a esta parte del mundo.

Además, los informes indican que los padres de estudiante quien se descubrió que veía pornografía extranjera fueron detenidos en un campo de trabajo por su responsabilidad en la educación de sus hijos.