"La Ruleta de la Suerte"
Jorge Fernández: «¿Un concurso al mediodía? Era de puerta grande o enfermería»
«La Ruleta de la Suerte» es el programa más longevo de Antena 3, nació con el canal, pero no pierde vigencia y es líder
Cuando Antena 3 comenzó sus emisiones, por allá en 1990, lo primero que vimos en la pantalla (sobre la que, seguramente, había un paño de crochet tejido por la abuela bajo un torito o una gitana) fue «La Ruleta de la Fortuna», como se llamó en aquel entonces la versión española del concurso estadounidense «Wheel of Fortune». Quizás por eso ahora, cuando aparecen en la tele Jorge Fernández y Laura Moure, presentadores de la nueva etapa de «La Ruleta de la Suerte», nos parece estar con parte de la familia. Ellos han estado ahí, a la hora de la comida, siempre. Sin embargo, a pesar de la longevidad del programa, en Atresmedia se las han ingeniado para que no pierda actualidad, ni frescura. Por eso no sorprende que, justamente, haya firmado su mejor temporada desde hace quince años, liderando con un 21,2% de cuota de pantalla, lo que traducido en personas suma 1,6 millones de espectadores de media cada día y 3,3 millones espectadores únicos. Razón suficiente para habar con el presentador, quizás él nos desvele la clave del éxito.
Jorge, ¿cuál es el truco para no perder vigencia?
Ese es el quid de la cuestión. Es de verdad curioso lo que pasa con «La Ruleta», porque es cierto que los programas diarios no suelen durar «vivos» 18 años (la nueva etapa del concurso en el canal comenzó en 2006) y, más aun, siendo líderes de audiencia cada día con más del 20% en esa franja horaria. Además, ten en cuenta, que los fines de semana hay repeticiones, y aun así, no hay erosión, no hay desgaste.
¿Es como si tuvieras un Cadillac, que por otras marcas muy novedosas que haya, siempre prefieres el clásico?
Es una muy buena comparación y tiene mucho de eso, porque es un programa que ya conoces, ya sabes de qué va y lo que te va a dar: hay una pista y hay un panel que resolver. Pero luego, si miras nuestro primer programa y ves el último, te darás cuenta de que no todo es tan invariable, que la diferencia es abismal. Hay un montón de cosas nuevas que hemos ido introduciendo, como normas, los bajos de la ruleta, temas de actualidad, y sin duda, la participación del público, que en todo este tiempo han pasado más de 13.000 concursantes por «La Ruleta». Esa cercanía con la gente, que puedan verse, jugar, llevarse un premio (se han entregado ya 41 coches y más de 21 millones de euros) pero, sobre todo, que quien venga al programa se vaya contento de haber pasado un buen rato es un ingrediente clave, porque la gente lo capta en sus casas viendo la tele.
Además, no hay que ser un genio para concursar.
Eso que dices es clave, porque si tu juegas desde casa y ves que aciertas, no solo te quedas viendo el programa, te entretienes, sino que te animas a venir a participar. Al contrario, si tienes que ser un genio o un especialista, puedes cambiar de canal y desconectar.
¿De quién fue la idea de plantar un concurso en un horario dominado por magazines?
Eso ha sido una genialidad de Antena 3 directamente. Ahora parece algo normal, pero hace 18 años es verdad que solo veías magazines, recuerdo que estaba María Teresa Campos, Inés Ballester, Ana Rosa Quintana… Entones Antena 3 quiso romper y competir con un concurso. La apuesta era de puerta grande o enfermería. Bueno, pues la cuestión es que hemos triunfado. Hay que ser valiente y el canal lo fue, mucho, y ahí está el premio.
Luego hay que mantenerse.
Claro y en eso tengo que destacar la productora Martín Gala TV, porque lo hacen perfecto. Nadie se mete en el terreno de nadie, todos lo hacen, no perfecto, sino mejor, procurando siempre evolucionar, nos apoyamos mucho y nos hemos convertido en una familia y eso se nota, traspasa las cámaras.
¿Cómo es el detrás de cámaras de un presentador?
Pues mira, es muy importante, porque no todo el mundo reacciona con tranquilidad delante de las cámaras y es mi misión intentar generar siempre un ambiente lo mejor posible en el plató, darle confianza a quien la puede necesitar, tranquilizar al que se revoluciona de más, que la energía sea a favor de obra.
¿Siempre sale bien?
Está claro que no, pero casi siempre. Ten en cuenta que normalmente grabamos tres programas seguidos y, con un equipo tan profesional y bien compenetrado, lo normal que todo vaya bien, las cosas fluyen y nos divertimos haciéndolo. Pero hay otros pocos días en los que todo viene torcido y Murphy nos ataca con sus leyes entorpeciéndolo absolutamente todo, con parones, retrasos, problemas… De repente, el programa se hace una montaña de piedras que hay que subir descalzo, pero, finalmente, ves el resultado y todo compensa, porque es como si no hubiera pasado nada. Son cosas que pueden pasar, pero que el espectador no puede percibir.