Tecnología
Pixel 8 Pro: el smartphone de la IA
Analizamos el tope de gama de Google para esta temporada
Google lleva desde 2010 tratando de hacerse un nombre propio como fabricante de smartphones, primero con la línea Nexus hasta 2016 y después con los Pixel. A partir de los Pixel 6 de 2021, Google lanza sus teléfonos con un SoC propio y con un enfoque en el software y en la IA que con el que Pixel 8 Pro alcanzan su máxima expresión. Si algo diferencia a este smartphone de otros con Android es que ésta es la visión de Google de cómo debe ser su sistema operativo y lo que puede dar de sí con el hardware adecuado. El tope de gama de Google para esta temporada está a punto de salir a la venta y te contamos nuestras impresiones tras unos días de uso.
Lo primero es señalar el elefante en la habitación y éste es el precio. Los teléfonos de Google siempre han tenido la ventaja de ofrecer una propuesta muy competitiva, pero este año ha subido de los 899 euros que costaba el Pixel 7 Pro el año pasado a los 1.099 de su sucesor, hablando de la configuración más básica con 128 GB. La subida es similar para el Pixel 8 y, a la espera de que en unos meses salga el Pixel 8a, la variante más ajustada en precio y prestaciones de esta familia de productos, y lo que cueste, los móviles de Google ya no son tan, relativamente, económicos. Con todo, existe un aliciente para hacer más digerible el aumento que es el regalo de unos auriculares Pixel Buds Pro o un descuento de 229 euros en la compra de un Google Pixel Watch 2.
7 años de actualizaciones
La sorpresa inesperada y positiva es que Google realmente quiere que los Pixel 8 sean móviles duraderos. La compañía ha prometido que tendrán siete años de actualizaciones de sistema operativo y de seguridad, lo que quiere decir que podrá recibir Android 21 en el año 2030. Este soporte no lo ofrece ningún otro fabricante y, curiosamente, ha despertado suspicacias que tienen su lógica (¿el software de 2030 va a funcionar sobre el hardware de 2023?), pero que no deja de ser mirarle el diente a un caballo regalado.
Mejoras frente a la generación anterior y rendimiento
Más allá de estas cuestiones, el nuevo Pixel 8 Pro trae importantes mejoras sobre la generación anterior de dispositivos. Está el nuevo SoC Tensor G3, la pantalla con una luminosidad que supera a la de cualquier otro terminal en el mercado, incluyendo el iPhone 15 (2.400 nits frente a 2.000) y que asegura que el móvil sea perfectamente utilizable sin importar las condiciones de luz y el conjunto de cámaras que emplea un nuevo sensor, Samsung ISOCELL GN2, en la principal de 50 MP y aumenta el ultra gran angular de 12 MP a 48 mientras que el telefoto se mantiene en los mismos 48 MP, un nuevo sensor de temperatura para medirla en superficies y mejor conectividad con Wifi 7, Bluetooth 5.3 y USB 3.2 Type-C.
En términos de potencia de computación, el Tensor G3 ofrece en pruebas sintéticas como GeekBench un rendimiento similar al Galaxy S22 del año pasado con el SoC SnapDragon 8 Gen 1 de Qualcomm. No es que el usuario vaya a echar en falta potencia, dado que hablamos de uno de los mejores procesadores de Qualcomm, pero es que además este tipo de test no arroja una idea del rendimiento en el tipo de herramientas IA que son protagonistas en este móvil y que dependen en gran medida de la TPU (Tensor Processing Unit), un chip dedicado a la ejecución de las tareas con inteligencia artificial.
Diseño y materiales
Con una pantalla de 6,7 pulgadas de tipo LTPO OLED que pierde el borde curvo, mantiene dimensiones prácticamente idénticas a la generación anterior. El marco vuelve a ser de aluminio y la parte trasera de vidrio mate, aunque actualizado, también por delante, a la segunda generación de Gorilla Glass Victus. El teléfono pesa 212 gramos y resulta un poco pesado frente a los 187 gramos del Pixel 8, algo más pequeño con una pantalla de 6,2 pulgadas. La característica, desde el Pixel 6, barra de aluminio en la parte posterior que contiene los módulos de las cámaras, el flash y el sensor de temperatura sigue presente y es un tómalo o déjalo completamente subjetivo. El Pixel 8 Pro, en cualquier caso, se siente en la mano como el teléfono premium que es.
Android puro
Pero sí algo distingue a este smartphone es el software con el que saca partido a su hardware y con características exclusivas que lo separan de otros móviles Android. Este es el año de la IA y Google ha decidido cargarlo de funciones basada en la inteligencia artificial. Muchas de ellas relacionados con el procesamiento de la fotografía, pero también con otros aspectos del funcionamiento del dispositivo.
El Pixel es lo que se entiende por un móvil con Android puro. Es decir, sin ninguna capa de personalización extra del fabricante y en el que solo encuentras, de partida, solo las aplicaciones de la casa. La experiencia de uso es intuitiva, ágil como es de esperar en un móvil de estas características y sobre todo sin nada de morralla en términos de aplicaciones de terceros, algo que se agradece.
La IA en el Pixel 8 Pro
Entre las herramientas IA del Pixel 8 Pro se encuentran el asistente de escritura para generar textos según las indicaciones del usuario, la creación de fondos de pantalla a partir de determinadas palabras y estilos, la traducción de conversaciones habladas con el modo Intérprete del asistente de Google, subtítulos automáticos en una amplia variedad de lenguajes sobre la conversación que estás manteniendo, un sonido más nítido en las llamadas filtrando los ruidos de fondo y en los vídeos reduciendo cómo se escucha el tráfico, el viento o las multitudes.
Son herramientas intuitivas que se integran Android 14 y que eventualmente terminarán llegando a todo el ecosistema Android, pero muchas de ellas son exclusivas de Pixel 8 y 8 Pro por ahora.
Pero en el aspecto en el que los Pixel 8 se han ganado una mejor reputación con los años es en el fotográfico. No solo por el hardware, sino por las herramientas de procesamiento de imagen que se ven nuevamente potencias por IA. Al Borrador Mágico que permite eliminar elementos de una imagen de forma muy sencilla se une ahora Mejor versión. Esta función permite elegir una foto de entre una secuencia de imágenes similares y cambiar las caras de los presentes por alternativas que presenta el Pixel 8 Pro. Si una persona sale con los ojos cerrados, puedes cambiar su rostro por otro en el que los tenga abiertos sin necesidad de tomar de nuevo la fotografía.
Con la IA, el móvil también mejora la calidad de vídeos y fotos grabados con poca luz, ajusta la estabilidad, el color y el granulado y difumina los fondos, entre otras posibilidades. Además, los controles de la cámara permiten acceder a ajustes avanzados como la velocidad de obturación o el ISO. No todas estas funciones están disponibles de salida y alguna, como el Optimizador de vídeo, llegará más adelante, pero la cantidad de herramientas que Google pone en manos del usuario para hacerle mejor fotógrafo de lo que es y a las que los profesionales sabrán sacar rendimiento es sorprendente y un indicativo del camino que va a seguir la fotografía móvil en el futuro.
En resumen, el Pixel 8 Pro es el mejor teléfono que ha hecho Google hasta ahora y un serio rival para cualquier otro por sus capacidades fotográficas y de inteligencia artificial.