Si bien la tecnología domina en el Mobile World Congress, también hay espacio para la sostenibilidad. De acuerdo con Naciones Unidas y WEEE Forum (una asociación dedicada al reciclaje de residuos electrónicos en Europa), el año pasado se habrían arrojado a la basura hasta 5.300 millones de teléfonos, poco menos de un tercio de los que hay en el planeta. La capacidad de reparar fácilmente un móvil es una forma de evitar esta basura electrónica y es lo que pretende hacer Nokia con su nuevo smartphone G22.

Este dispositivo, diseñado con plástico reciclado y con la colaboración de iFixit, facilita el acceso a guías, herramientas y piezas con las que poder repararlo. El objetivo es que sea fácilmente reparable y que se pueda conservar por más tiempo.

Este nuevo smartphone de la serie G incluye una tapa trasera de plástico 100% reciclado, pantalla de 6,52 pulgadas, un microchip Unisoc T606, 4 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento. Tiene una frontal de 8 MP y tres en la parte trasera de 50 MP y dos de 2 MP que actúan como sensor de profundidad y lente macro respectivamente. Claramente no es un móvil de gama media: por 189 euros no aspira a ese sector. Pero sí es uno de largo recorrido: la batería dura tres días (5005 mAh) y el dispositivo cuenta con tres años de garantía.

En la caja se incluyen una serie de herramientas para reparaciones sencillas ya que todo está diseñado para poder realizar reparaciones sencillas desde casa y con guías realizadas por iFixit. Una apuesta diferente para un dispositivo que puede ser el más indicado como primer móvil para menores de 15 años.