Si bien los relojes inteligentes cuentan cada vez con más funciones y tienen una capacidad de procesamiento de información que sobrepasa la de los móviles de una década atrás, la IA presente en otros dispositivos, era algo huidiza para este tipo de wearables: su escaso tamaño hacía muy complejo dotarlos de un microchip específico de este tipo de tecnología. ¿La respuesta? Crear un sistema operativo completamente nuevo.

Eso es lo que ha hecho Zepp Health (el fabricante de los relojes inteligentes Amazfit) con su nuevo sistema operativo. Diseñado para entender el lenguaje natural, Zepp Flow elimina la necesidad de comandos predefinidos o palabras clave, permitiendo a los usuarios dar órdenes de modo intuitivo, ya sea iniciar un entrenamiento o gestionar tareas cotidianas.

La primera ventaja de Zepp Flow es que reconoce con rapidez y precisión el habla del usuario, aun cuando haya otros sonidos y voces alrededor y brinda una respuesta basada en las órdenes que le demos. Por ejemplo, podemos decirle que programe una reunión determinado día y a determinada hora. Que la guarde en el calendario e incluya a contactos.

También es posible responder a notificaciones con mensajes programados, pero sin necesidad de escribir o pulsar un botón, simplemente hablando con el reloj. Gestionar alarmas, consultar el tiempo, pedirle información sobre nuestro ritmo de carrera, proyecciones y ubicación y también decirle que irás a descansar y que anule las notificaciones.

A medida que más aplicaciones trabajen con este OS, más interacciones podremos hacer con un reloj inteligente: pedirle determinadas canciones o listas, compartir nuestra ubicación (y dejar de compartirla) y, teniendo en cuenta que está instalada en los relojes Amazfit, destinados a deporte, será interesante ver si permite alertarnos de ritmos para mejorar nuestros tiempos, señalarnos cuánto deberíamos aumentar la velocidad para superar al siguiente competidor y otras variables que lo pueden convertir en un entrenador/informador en nuestra muñeca.