Los smartwatch dedicados específicamente al deporte se han convertido en un nicho muy interesante para los fabricantes, de Amazfit, a Xiaomi, pasando por Suunto o Garmin, todos han desarrollado productos muy interesantes. Y entre ellos no podía faltar Huawei que, a falta de poder competir con sus smartphones, profundiza en este sector. Así es como llega a la Huawei Band 7, la versión mejorada de la Band 6 que tanto éxito tuvo.

En la parte estética se trata de un Apple Watch que puede tener el mismo largo pero es mucho más fino. El cuadro, en lo visual, es muy similar en su diseño, por la ubicación del botón de control. Es muy ligero y la correa no molesta en absoluto. En lo positivo muy interesante su batería: según Huawei tiene una autonomía de 14 días pero si la sometemos a una pantalla con brillo alto y usamos muchas aplicaciones (particularmente la medición de oxígeno en sangre, que consume muchos recursos), llega a los 10 días sin problema. En cuanto a carga, bastan menos de 10 minutos para darnos hasta 2 días de vida útil.

La pantalla AMOLED es una gran baza y todo el contenido que necesitamos es visible aún en las condiciones más extremas de luminosidad, eso sí: reduce notablemente la batería. La Huawei Band 7 tiene hasta 96 modos de entrenamiento, lo cual es un exceso siendo francos. Excepto algunos deportistas polivalentes que los lunes practican hipismo acuático, los martes zumba, los miércoles salto en comba olímpico y los jueves bailes de salón sobre arena, más de 20 modos de deporte ya resulta casi obsceno. Lo que sí es interesante en este dispositivo es que automáticamente detecta 6 modos de entrenamiento como correr, ciclismo, caminata, etc. Vamos, los más habituales.

La pantalla tiene una amplia posibilidad de configuraciones, las funciones de medición de sueño y de estrés son adecuadas al uso y las de pasos, distancia, gasto calórico, ritmo cardíaco y volumen de oxigeno en sangre funcionan al nivel de dispositivos de mucho mayor precio, lo que hace del Band 7 un auxiliar muy confiable.

Respecto a la evolución sobre la versión anterior, es mínima. Por ejemplo, pesa dos gramos menos (imperceptible) y tiene un milímetro menos de espesor (no vale ni mencionarlo). Lo más interesante es que se han resuelto algunos problemas respecto a la compatibilidad con iOS. Con Android no tiene ningún problema. Así, por menos de 50 euros, tenemos una pulsera deportiva muy solvente y resistente.

¿Cuál es el problema entonces? Que la Band 6 es casi idéntica en todo y si la encontramos a un precio menor, no vale la pena pasarse de categoría.