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Esto es lo que pasa cuando cargas un Nokia 3310 con un millón de voltios

El experimento de un “youtuber” ucraniano acrecienta la leyenda del mítico terminal de Nokia

Nokia 3310 recibiendo un millón de voltios. La RazónCortesía de Kreosan / YouTube.

El teléfono móvil que definió el cambio de siglo y llegó a vender más de cien millones de unidades siempre ha tenido fama de duradero, resistente y fiable. A un mundo de distancia de los delicados smartphones actuales cuyas pantallas se rompen con facilidad y están más expuestos a fallos tanto de software como de hardware, ambos mucho más complejos que en la época del Nokia 3310. Pero si hablamos de su faceta solo como teléfonos, ningún smartphone que no sea ruggerizado se puede comparar en fiabilidad con el Nokia 3310.

La prueba la tenemos en el experimento realizado por el youtuber ucraniano Alexander Kryukov, también conocido como Kreosan. Kryukov tiene un canal con más de medio millón de suscriptores en su versión en inglés, doblada, en el que realiza experimentos, a menudo arriesgados, relacionados con la electricidad. Por ejemplo, en 2016 construyó un cargador capaz de suministrar un millón de voltios que meses más tarde probó en una persona en otro vídeo. Ese mismo generador es el que usó dos años después para poner a prueba un Nokia 3310, añadiendo al test un smartphonepara comparar. De este último no menciona nombre ni marca y, como es de esperar, termina peor parado que el Nokia.

Kryukov comienza por utilizar su generador sobre el Nokia 3310. Este deja de reconocer la tarjeta Sim y comienza a mostrar caracteres aleatorios en pantalla. Conforme aumenta la carga comienzan a salir arcos voltaicos del terminal, pero lo más sorprendente es cuando el youtuber llama desde el smartphone al Nokia y este recibe la llamada. Obviamente, no es posible atenderla y el experimento prosigue hasta que la pantalla del Nokia se apaga.

Nokia 3310 en los primeros compases del experimento.La RazónCortesía de Kreosan English / YouTube.

Tras darlo por “muerto” y una vez desconectado del cargador, Kryukov comprueba que el móvil puede encenderse sin problemas, coge cobertura y muestra el mensaje avisando de la llamada perdida recibida.

La segunda parte del experimento consiste en someter tanto al smartphone como al Nokia a la misma potencia de carga simultáneamente. Primero cargando el Nokia de nuevo y situando al smartphone al lado para que la corriente salte del primero al segundo a través de los arcos eléctricos. Este último arranca programas y muestra mensajes de forma aleatoria, pero funciona correctamente una vez cortada la corriente.

Pero cuando es el smartphone el que recibe directamente la electricidad la cosa cambia y termina por perder la capacidad táctil de la pantalla, quedando inservible y sin conocerse si el malfuncionamiento afecta solo a esta o a más aspectos, dado que no puede operarse. Puede reiniciarlo, pero nada más y tras desmontarlo comprueba que un controlador de la placa base se ha quemado. El Nokia, por su parte, hace honor a su leyenda y continúa funcionando y realizando llamadas con normalidad.