"Dumbphones"

Si estás harto de los teléfonos inteligentes, necesitas un teléfono tonto

El uso de “dumbphones”, por contraposición a los “smartphones”, crece mientras cada vez más personas adoptan un estilo de vida que no les suponga perder varias horas cada día mirando el móvil

Light Phone II, "dumbphone" con pantalla de tinta electrónica.
Light Phone II, "dumbphone" con pantalla de tinta electrónica.La RazónCortesía de Light Phone.

El pistoletazo de salido lo dio Nokia en 2017 cuando decidió resucitar el Nokia 3310. Originalmente lanzado en 2.000, fue uno de los móviles más populares de este siglo con unos cien millones de unidades vendidas. Tenía llamadas, SMS, reloj, alarma, calculadora, el juego Snake y poco más pero suficiente para una generación que aún no se había ensimismado con todo lo que ofrece Internet. En 2017, en plena fiebre de los smartphones con miles de funciones y posibilidades para todo, aquello no podía ser más demodé, pero funcionó.

Cinco años después, Nokia cuenta con un catálogo de siete “teléfonos básicos” y los dumbphones o teléfonos tontos, como se prefiera, son algo más que un nicho nostálgico. Según recogía recientemente BBC, la previsión de ventas para el periodo 2019-2021 fue de seiscientos millones, lejos de los mil quinientos millones de smartphones vendidos en 2021, pero también de ser un tipo de dispositivo anecdótico. En el mismo periodo, las búsquedas en Google de este tipo de teléfonos aumentaron un 89% y Light Phone, el fabricante más destacado en este sector junto a Nokia, asegura que sus ventas también crecen rápidamente y que han aumentado un 150% de 2020 a 2021.

Versión moderna y clásica del Nokia 3310.
Versión moderna y clásica del Nokia 3310.La RazónCortesía de Nokia.

¿Por qué gustan los dumbphones?

Precisamente, por lo que no tienen. Light Phone promete que sus móviles “nunca tendrán redes sociales, noticias clickbait, correo electrónico, un navegador de Internet o cualquier otra fuente infinita de información que provoque ansiedad. Es una experiencia que llamamos ir ligero”. Y ese es el atractivo para sus consumidores, permiten un estilo de vida que no requiere dedicar varias horas al día a la pantalla del móvil.

Su uso no implica renegar de lo digital, para lo que un ordenador puede cumplir todas las necesidades, sino de acotar e impedir que las pantallas lo ocupen todo. Robin West, una joven londinense que hace dos años cambió su smartphone por un dumbphone, explicaba a BBC que “no me di cuenta hasta que compré un teléfono tonto, de qué manera el inteligentese estaba apoderando de mi vida. Tenía muchas aplicaciones de redes sociales y no hacía tanto trabajo como siempre en mi teléfono. Estoy contenta con mi dumbphone, no creo que me limite. Definitivamente soy más proactiva”.

¿Qué puede hacer un teléfono tonto?

La verdad es que los teléfonos tontos de hoy son algo más inteligentes que los de hace veinte años, pero sin que eso interfiera en su propósito. La versión renovada del Nokia 3310, que sigue disponible en el catálogo de la compañía por 59,99 euros, tiene unas especificaciones muy lejos de la mayoría de móviles actuales. Cuenta con solo 16 MB de memoria RAM, 16 Gb de almacenamiento y una cámara que puede grabar vídeo a baja resolución de 2 MP, pero permite moderneces como mejor calidad de pantalla, el uso de tarjetas de memoria, Bluetooth, radio y reproductor de vídeo y música que lo convierten en un dispositivo más funcional de lo que parece a primera vista.

Los modelos más avanzados del catálogo, por poco más de cien euros, ofrecen conectividad Wifi y a redes de telefonía más modernas que GSM e incluso procesadores Snapdragon, pero la funcionalidad es similar. Por otro lado, este tipo de dispositivos aventajan a los más modernos en aspectos como la duración de la batería, la durabilidad y el precio.

Light Phone II.
Light Phone II.La RazónCortesía de Light Phone.

La propuesta de Light Phone es algo diferente dado que su terminal más reciente, el Light Phone 2, usa una pantalla de tinta electrónica en lugar de TFT como los Nokia. No emite luz azul y se ve perfectamente al sol, pero su precio es más parecido al de un smartphone de gama media, por 299 dólares en la web del fabricante. No permite reproducir vídeo pero incluye un navegador GPS junto a llamadas, alarma, reloj, calculadora y reproducción de podcasts y música.

Los teléfonos tontos no son para todo el mundo, pero ganan adeptos en un mundo dominado por Internet. Kaiwei Tang, cofundador de Light Phone, ha señalado que aunque su dispositivo fue diseñado pensando en que se usaría como teléfono secundario, con el que tomarse un descanso del principal durante el fin de semana, la mitad de sus clientes ya lo usan como dispositivo principal.