España ya prefiere pagar con tarjeta a hacerlo con dinero en efectivo

España es el país en el que casi un 40% de su población ha abrazado un medio de pago electrónico como es Bizum en tiempo record y también uno de los que, tradicionalmente, más apego ha mostrado al dinero en efectivo. Una tendencia compartida por los países del sur de Europa, pero que ha dado un giro con la pandemia.

Antes de los tiempos del Covid, España era el país europeo que más pagaba en billetes y monedas a la hora de comprar, un 87% de los adquisiciones realizadas. Se encontraba solo por detrás de Grecia que la superaba por un punto y por delante de Italia y Portugal, también con porcentajes superiores al 80%.

Subiendo hacia el norte el uso del dinero en metálico decrecía mientras que las diferentes formas de pago electrónicas eran mejor acogidas. En la tabla media se encontraban Alemania, Irlanda, Francia, Bélgica y Países Bajos. Y con un uso del dinero en efectivo por debajo del 40%, los Países Bajos, Reino Unido, Dinamarca y Suecia, dónde se quedaba en un 15%.

Pero estos datos, aunque recientes, corresponden al año 2019 (informe de Access to Cash Review). La pregunta es, ¿ha modificado los confinamientos, cierres y desaceleración económica el gusto por el dinero en metálico?

Sobre 2020 tenemos los datos de una amplia encuesta realizada a 676.000 usuarios en 46 mercados por Global Web Index. En esta ocasión la pregunta es la contraria y se muestran los porcentajes de las personas que prefieren pagar con tarjeta u otros medios electrónicos al dinero en metálico. Y aquí se aprecia un claro cambio de tendencia.

España se sitúa en la séptima posición entre los países reflejados en la encuesta. Detrás de China y por delante de Japón con un 61%, lo que dejaría a un 39% de los encuestados españoles escogiendo el dinero en efectivo como forma preferente de pago. Encabeza la lista Corea del Sur con un 77% de encuestados que prefieren emplear tarjeta o medios contactless para sus operaciones y en la cola se encuentra Filipinas con un 33%.

Este cambio de tendencia también lo confirma el Banco de España en su informe sobre el uso de efectivo referido al año 2020 y que sitúa al dinero contante y sonante por detrás de la tarjeta de débito que emplea un 54% de los encuestados. El Banco de España aprecia esta tendencia descendente del uso del dinero en efectivo desde el año 2014 en que era preferido por un 80%. En 2020, ese porcentaje ha disminuido hasta el 35,9%.

Según el Banco de España, un 2,5% de la población ha dejado de usar billetes y monedas en 2020 por motivos de higiene en relación a la pandemia. También ha mejorado la aceptación de los pagos con medios electrónicos en los comercios con el 93% admitiendo tarjetas de débito, un 82% de crédito y un 50% el pago con móvil.

Es significativo que las restricciones de importe para pagar con tarjeta las mantiene un 16% del comercio con un pago mínimo promedio de 11 €, mientras que el umbral a partir del cual se prefiere usar la tarjeta al efectivo ha descendido desde los 106 € a los 54 €.

En cualquier caso, el cambio de costumbre a la hora de pagar está asentado y la tendencia hacia las formas de pago electrónicas continuará creciendo hasta, quizás, llegar a la desaparición del dinero en efectivo en un futuro no muy lejano.