Tecnología
Jamás cargues tu móvil de esta manera
Las autoridades estadounidenses advierten de que puede poner en riesgo todos tus datos y contraseñas
El móvil se ha convertido en un potente aliado para trabajar, viajar o divertirse. Lo llevamos con nosotros a cualquier sitio, a cualquier hora. Basta con echar la mano al bolsillo para que nuestras necesidades sean satisfechas. Hace tiempo que el perro dejó de ser el mejor amigo del hombre para dar paso al smartphone de turno. Los datos no engañan: España está entre los cinco países que más tiempo utilizan el teléfono móvil, con una media de dos horas y 11 minutos diarios por usuario. Demasiado tiempo para tan poca batería. Lo que vuelve imprescindible cargar el terminal cada cierto tiempo. Si estás en el trabajo o en casa, no existen ningún problema; pero si estás en un aeropuerto o en la calle, los riesgos se multiplican.
Desde hacer un par de años, es común encontrarse en los vagones del metro o en las estaciones de tren puertos USB públicos. Es cierto que éstos pueden sacar de un apuro a cualquiera. Especialmente, cuando la carga baja del 10% y el sudor frío empieza a bajar por la espalda. La tentación es evidente: enchufar el móvil con urgencia. Error. Si bien estos puntos fueron colocados con la intención de ayudar a la ciudadanía, últimamente se ha puesto el foco sobre ellos por los peligros que conllevan: ya han sido pirateados para instalar malware que roben nuestros datos personales, como números de cuenta, contraseñas o contactos.
Así lo han avisado las autoridades de Los Ángeles (Estados Unidos), que desaconsejan a sus vecinos el uso de estos puertos de carga. De lo contrario, pueden ser víctimas de lo que se conoce como Juice jacking, un ataque informático perpetrado a través de puertos USB. La realidad es que han sido pocos los casos en los que se han llevado a cabo y las probabilidad de que la práctica se extienda es pequeña. Pues no hay que olvidar que muchos de los lugares donde podría llevarse a cabo están vigilados y monitorizados, como es el caso las mencionados. En otros, como lo que se localizan en tiendas, establecimientos de hostelería o en vías públicas, sí que hay que prestarles más atención.
Según los datos emitidos por las autoridades estadounidenses, esta técnica de hackeo puede aplicarse a los terminales de cualquier marca, gama o compañía. Incluidos los iPhone. Aunque sus principales objetivos son los teléfonos Android, que cuentan con menos medidas de protección que los teléfonos de Apple. De esta forma, para evitar cualquier tipo de acceso a su teléfono, tenga precaución con los lugares de carga. De hecho, son tan peligrosos como las redes WiFi públicas. Ahí cualquiera puede entrar en el almacenamiento o instalar malware en su teléfono o portátil para ver contraseñas o datos.
Entonces, ¿cómo debo hacerlo?
Lo más recomendable para evitar situaciones como éstas, es llevar consigo el cargador de nuestro teléfono y conectarlo a tomas de corriente seguras. Ya sean USB o enchufes. En este último caso no conviene confundirse: las tomas de corriente eléctrica a los que conectamos un cargador estándar son plenamente seguras, independientemente de que se encuentren en un lugar público o privado. Pero si no se tiene más remedio que utilizar un puerto USB, lo mejor es llevar una batería portátil de carga.