Tecnología
WhatsApp, Telegram o Signal: ¿qué aplicación de mensajería es más segura?
La respuesta depende de los sistemas de encriptado y de los mecanismos de acceso
Es la eterna duda. ¿Qué aplicación es más segura: Telegram o WhatsApp? Si bien ambas cumplen con la misma función y, además, han ido perfeccionando sus sistemas de protección, las dos presentan ciertas carencias que las vuelven un poquito mejores y peores que su contrincante. Si algo quieren los 250 millones de usuarios de la app azul y los 2.000 millones de la app verde es que los mensajes y los archivos que envíen estén totalmente protegidos. ¿Eso lo pueden asegurar al 100%? No. Aunque están en ello.
Respecto a esta primera cuestión, hay que tener en cuenta dos cosas: por un lado, que el texto llegue correctamente a su destinatario y, por otro, que lo haga de forma privada. Para conseguirlo, tanto una como otra han desarrollado sus propios sistemas de cifrado que aseguran estas dos premisas. Sin embargo, no se aplican de la misma forma: mientras que WhatsApp lo tiene activado de forma predeterminada en todos sus chats, Telegram sólo lo aplica a sus conversaciones secretas. El resto también estarían controladas, pero no de manera tan exhaustiva. No obstante, este aspecto parece no ser determinante a la hora de escoger. Recuerde, por ejemplo, el caso del pasado 13 de marzo de 2019: la app de Pavel Durov consiguió tres millones de nuevos seguidores tras producirse una caída mundial de Facebook, Messenger e Instagram.
Otro aspecto importante es qué tipo de sistema de codificación utilizan. Desde hace unos años, WhatsApp optó por recurrir al de Signal, una de los servicios más seguros del mercado. Éste parte del número de teléfono y de la agenda de contactos para generar códigos criptográficos que aseguren la seguridad y privacidad de todos los contenidos. En cambio, Telegram decidió desarrollar su propio sistema, del que por ahora no se han detectado vulnerabilidades: MTProto.
Entonces, ¿cuál gana la batalla? En ese sentido, la comunidad considera que es mejor lo viejo conocido que lo nuevo por conocer. Aunque es cierto que no es el único factor para determinar el grado de privacidad de estas aplicaciones. Ahí entra en juego el control de acceso. En el caso de WhatsApp no existe ningún tipo de bloqueo, por lo que cualquiera con acceso al teléfono puede entrar en los chats. En Telegram, sí existe esa opción: se pueden proteger a través de contraseñas. A ello, hay que sumarle una cosa más: si bien la primera cuenta con el mencionado cifrado de extremo a extremo en sus conversaciones habituales, en la segunda se ha desarrollado una capa de seguridad extra en las de carácter privado. Además, esta última permite borrar mensajes sin que el destinatario lo sepa e, incluso, se pueden editar los ya enviados, algo que no está presente en su principal competidor.