El crecimiento exponencial del IoT

La revolución de los objetos conectados es muy rápida y cada vez genera una mayor disrupción en las formas de consumo, control y gestión diaria. El universo del internet de las cosas («Internet of Things» o IoT) se expande y cada vez hay más dispositivos que se conectan a la red y com- parten información con otros. En los últimos años, hemos vivido, entre otros hitos, el nacimiento de los altavoces inteligentes, de los sensores de temperatura y de los coches que envían datos a las antenas de un circuito (y pronto, a la infraestructura de las autovías).

La monitorización en tiempo real de las viviendas o de los edificios de oficinas, a través de herramientas y aplicaciones de este segmento, por ejemplo, permite enviar información a centrales de proceso de datos para asegurar el confort de sus inquilinos. Por el camino, los «smartphones» se han convertido en los nuevos «mandos universales», con capacidad para controlar la iluminación de una casa, el termostato, el vuelo de un dron o una cámara de seguridad.

Esta tecnología ya está disponible en el mercado, y lo estará aún más en los próximos años. Redes IoT como la desplegada por Cellnex Telecom con tecnología Sigfox, de banda ultraestrecha y largo alcance, ya registran más de dos millones de dispositivos conectados cada día. Sólo en España. Y estas cifras se quedarán cortas, ya que, según las previsiones de analistas y consultores, el «boom» se producirá coincidiendo con la completa implementación del 5G.

Así, según los cálculos y previsiones de la compañía Symantec, en 2020 habrá más de 21.000 millones de dispositivos de IoT diferentes de los «smartphones» conectados a la red. Más de 20.000 millones de «cosas» compartiendo información con otras cosas en una avalancha de datos imparable. Si sumamos los teléfonos inteligentes y demás terminales «clásicos» de conectividad (ordenadores y tabletas, entre ellos), la cifra se dispara hasta los 50.000 millones de objetos. Orange es más optimista y estima, en su estudio «Internet of Things. 29 buenas prácticas para grandes empresas» que, cada día, alrededor de 300 millones de dispositivos se suman a esta lista.

Y todo este proceso de crecimiento, evidentemente, tiene un precio. La consultora IDC calcula que el coste del despliegue de la red IoT requerirá una inversión de 726.000 millones de dólares sólo este año. Y en cuatro años, el mercado del internet de las cosas alcanzará un valor conjunto y global de 1,1 billones de dólares, según las previsiones de la firma.