India
Un bindi para cambiar el presente en India
La Fundación Vicente Ferrer comienza su campaña de Navidad con el objetivo de superar la desigualdad y la pobreza en el país
Madrid- Son cuatro los desafíos: la discriminación por castas, el trabajo infantil, los matrimonios infantiles y la desnutrición crónica. Sin embargo, superarlos supone un gran esfuerzo. Concretamente, un cambio de mentalidad y una honda reflexión sobre la situación que atraviesa la India rural. Con este espíritu, la Fundación Vicente Ferrer ha presentado hoy su campaña de Navidad bajo el lema «El poder de cambiar el presente». Rostros populares como los de Hugo Silva, Paula Vázquez y Ana Pastor, entre otros, no han dudado en ponerse en su frente el bindi, el punto rojo y decorativo tan popular en el país. No en vano, se trata de un símbolo de positivismo, energía y de transformación. Y en este caso, representa la transformación de una realidad adversa.
Anna Ferrer, presidenta de la Fundación, recordó ayer durante la presentación de la campaña una de las grandes lacras que perduran en India: el sistema de castas. Así, alrededor de 165 millones de personas sufren discriminación en este sentido. Sobre todo los conocidos como dalits, los «sin casta», el punto más bajo del estrato social. La mayoría de mujeres dalit afirman haber sufrido abusos verbales (62,4%), asaltos físicos (54,8%), acoso sexual (46,8%) y violaciones (23,2%). Como relataba ayer Ferrer, no les dejan beber en los mismos vasos que usan las personas de castas más elevadas, deben ir siempre con la cabeza baja en su presencia, no pueden dejar huellas por miedo a «contagios»... «Se puede construir una escuela en nueve meses, pero eliminar este concepto llevará años», afirmó. Es cierto que en los últimos tiempos su situación ha progresado, sobre todo gracias a la labor de la Fundación Vicente Ferrer en regiones como Anantapur. Por ejemplo, 20.000 niños y niñas dalits están estudiando en la actualidad, algo impensable antes. Sin embargo, y pese a que esta discriminación está prohibida por ley, la Fundación echa de menos «campañas de concienciación» por parte del Gobierno indio.
Además, alrededor de 13 millones de niños y niñas de India se ven obligados a trabajar para subsistir. El 75% trabaja en condiciones peligrosas durante 18 horas diarias... para ganar apenas 15 rupias (unos 0,19 céntimos de euro). Por otra parte, el 47% de las niñas se casan antes de cumplir los 18 años. Si bien es cierto que el matrimonio infantil es considerado ilegal, India continua acogiendo más de un tercio de las «niñas novias» en todo el mundo. «En ocasiones se les trata como un objeto de negocio entre los adultos», dijo Ferrer sobre este problema. La campaña tampoco olvida que el país asiático tiene la tasa de mortalidad más alta del mundo, con 1,4 millones de pequeños que mueren antes de cumplir los cinco años. Y es que casi 62 millones de menores sufren desnutrición crónica.
En definitiva, «queda mucho por hacer». Hasta ahora, las familias españolas han contribuido a sacar a 120.000 niños y a sus comunidades de la pobreza en India y a garantizar que gocen de oportunidades que antes les estaban vedadas. Así, la campaña tiene como objetivo fomentar el programa de apadrinamiento de niños, lo que se puede hacer a través del teléfono 902 222 929 y de www.cambiaelpresente.org. Apenas 9 euros al mes para transformar toda una vida.
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