¿Qué lo desencadena?

l ¿Qué puede llevar a un adolescente a agredir a su madre?

–La violencia filoparental brota en torno a los 16 años por la independencia que van consiguiendo los jóvenes y por el avance de su desarrollo físico. Hechos así pueden desencadenarse por situaciones que generan mucho dolor, incomprensión y odio –sin descartar la existencia de alguna patología–.

l ¿Qué conductas puede desencadenar en un adolescente la separación de sus padres?

–La separación es un tema que, por el número tan importante de casos que existen, se ha banalizado. Los adolescentes, además, están en una época de cambios en la que necesitan seguridad, sobre todo de su entorno más próximo. Además, puede ocurrir que uno de los miembros, generalmente la madre, sea el normativo y el otro se desligue de esa función educadora, lo que puede reforzar las conductas impulsivas de los hijos.

l ¿Podrían haber influido las informaciones vertidas en torno al «caso Asunta» en la actuación de este joven?

–Este tipo de noticias son ciertamente preocupantes por cómo pueden interpretarlas los niños adoptados. Éstos pueden preguntarse si a ellos le podría pasar eso, aunque no lo verbalicen.

l ¿Qué relación hay entre las nuevas tecnologías y el «afán de protagonismo» de los jóvenes en estas redes sociales?

–Las tecnologías no son el problema, sino quien las utiliza. Lo preocupante es que un alto porcentaje de jóvenes ha perdido el significado de la intimidad, la dignidad y el respeto. Por eso, los hechos se banalizan y se cuentan a todos. Además, al banalizarse, ciertos jóvenes empiezan a no discriminar lo cierto de lo imaginario.