Desigualdad
Mujer de 40 años, española y víctima de malos tratos: el perfil femenino de las "adictas" en prisión
La Red de Atención a las Adicciones (Unad) da a conocer en la ONU el sesgo de género que sufren las reclusas por el hecho de ser minoría (7%) en la población penitenciaria española
La realidad penitenciaria española es eminentemente masculina, ya que las mujeres representan solo el 7% de la población reclusa. Esta presencia en minoría las “invisibiliza” y hace que la estructura, los servicios y la intervención en las cárceles esté “masculinizada”, algo que repercute directamente en la atención de las mujeres, que no ven atendidas sus necesidades.
Por ello, la Red de Atención a las Adicciones (Unad) dió a conocer ayer, en el marco de la 67ª Comisión Nacional de Estupefacientes de Naciones Unidas (ONU) esta realidad concreta de España, basándose en el estudio La situación de las personas con adicciones en las prisiones españolas. Una visión con perspectiva de género. El trabajo, realizado por la Red, muestra que la población femenida adicta en prisión presenta variables psicosociales y de salud que difieren de la masculina, incluyendo las propias adicciones, y que ellas se sienten discriminadas en el propio medio penitenciario.
Víctima de malos tratos y con menores a su cargo
En este sentido, el coordinador de la comisión de Unad, Pedro Quesada, describió el perfil de la mujer en prisión con adicción: edad media de 41 años, nacionalidad española (83% de los casos) y estudios primarios. Además, apuntó que una de cada seis no cuenta con un recurso habitacional donde ir cuando salga de prisión, una de cada tres tiene alguna enfermedad mental diagnosticada, un 12% tienen reconocida una discapacidad física y el 5% tiene certificada alguna discapacidad intelectual.
En cuanto a su entorno, procede de una familia numerosa donde sus ascendientes presentan estudios inferiores a la primaria y, en la mayoría de los casos, cuenta con menores a su cargo. También tienen pareja, la cual se encuentra en prisión en el 71% de los casos.
Además, un dato relevante es que el 75% de las mujeres encuestadas manifiestó haber sufrido alguna vez en su vida malos tratos físicos y el 81% malos tratos psicológicos. En lo que se refiere a abusos o agresiones sexuales, el 45% de las mujeres los han padecido en alguno o varios momentos de su vida.
Por otro lado, teniendo en cuenta los delitos por los que son condenadas las mujeres con adicciones son, en su mayoría, contra el patrimonio y la salud pública (70% de los casos).
Más vulnerables y menos peligrosas
Con esos datos sobre la mesa y conociendo que el perfil de las mujeres es de una mayor vulnerabilidad y menor peligrosidad que el de los varones, Quesada manifestó la necesidad de poner en marcha planes específicos que incorporen la perspectiva de género en sus intervenciones, incluidas las que se realizan en el campo de las adicciones, para que las mujeres dejen de sentirse discriminadas en un sistema diseñado para hombres. Asimismo, reclamó la necesidad de crear zonas específicas para mujeres en las cárceles españolas y garantizar la existencia de centros penitenciarios para ellas en todas las provincias. Por otro lado, alentó a que se aplique como norma general el régimen abierto incidiendo en las graves situaciones de partida, así como trabajar con cada mujer en su itinerario de inserción laboral para que el acceso al mercado laboral sea igualitario.
Por último, en las actuaciones dirigidas a su preparación para la vida en libertad y desde la protección, Quesada pidió que se abordaran las situaciones de violencia que han vivido estableciendo protocolos de detección de casos y coordinación con las instituciones especializadas.
✕
Accede a tu cuenta para comentar