Galicia
El hombre cuyo semen se halló en Asunta se defiende
El fiscal, la acusación popular de la asociación Clara Campoamor, la abogada de Alfonso Basterra y el de Rosario Porto, todos, absolutamente todos, pidieron al juez José Antonio Vázquez Taín que se suspendiese la declaración de Ramiro, la persona cuyo semen se encontró en la camiseta de la pequeña Asunta.
Acusaciones y defensas, unidos por primera vez, aunque parezca sorprendente, esgrimieron la lógica y varios argumentos para sus solicitudes, e imploraron también, pero el magistrado desde su sillón desoyó sus peticiones. Él había acordado que se le tomase manifestación a Ramiro y punto en boca.
Se hizo mediante videoconferencia y fue un absoluto galimatías. La voz no se oía a veces o se entrecortaba, unos hablaban encima de otros sin que se entendiese qué decían, la imagen se quedó fija en algún momento, y, al parecer, no se grabó completamente la sesión, con lo que es posible que se haya perdido parte del soporte documental de la misma. Todo un espectáculo.
«El día 21 de septiembre estuve en Madrid. Así que es imposible que estuviera en Galicia. No conozco a ninguna niña de origen asiático», avanzó hace días Ramiro en «Espejo Público» y ayer se ratificó. Ramiro afirma que en la mañana del crimen acudió con su hermana a un centro comercial a recoger un traje de bodas. Sin embargo, cuando los agentes de la Guardia Civil fueron a la tienda, las imágenes de las cámaras de seguridad ya se habían borrado del disco duro. Es decir, no hay prueba en vídeo de que Ramiro estuviera allí. Además, ninguno de los dependientes se acuerda de él al 100%.
«Aunque nos quieran vender que había cámaras de seguridad y que está acreditado que Ramiro estuvo en Madrid el 21 de septiembre, es falso. Nada sostiene semejante afirmación», anunció tajante Gutiérrez Aranguren, abogado de Rosario Porto.
El resto del día Ramiro lo pasó con su familia y su novia. Sin embargo, ayer tuvo alguna contradicción de calado que despertó algunas alarmas. Al punto de que la acusación popular solicitó oficialmente al juez que fuera imputado, mientras se determina si tuvo algo que ver con el crimen. A su favor juega su teléfono, que lo sitúa a través de dos llamadas en Madrid, el testimonio de su novia que dice que estuvo con él todo el día y también que no se ha encontrado ninguna vinculación entre los móviles de Rosario y Alfonso con el suyo, ni tampoco entre las tres cuentas bancarias. La abogada de Ramiro, Paloma Zuluaga, salió contenta del trámite: «Ha quedado demostrada la inocencia de mi cliente. Él no estuvo en Galicia ese día ni nunca en su vida y el juez se ha convencido».
«Rosario tenía riesgo de hacerse daño a sí misma, no a terceros»
También declararon ayer dos farmacéuticas que reconocieron haber vendido en tres ocasiones Orfidal a Alfonso Basterra, una de las veces sin receta. Por la tarde lo hicieron un médico y una psiquiatra. Esta última, según Araguren, «ha dejado claro que en el tiempo que trató a Rosario Porto, el riesgo que tenía era de hacerse daño a si misma, nunca a terceros». Aranguren afirmó también que la psiquiatra «no escuchó» directamente a la madre de la menor decir que le sobraba su hija durante el tiempo que duró el tratamiento.
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