Niños en horario «prime time»

Aún está en el disco duro de la memoria «Menudas estrellas», que emitió Antena 3 entre 1996 y 2003, en la que niños y adolescentes ponían a prueba sus dotes cantoras. El programa caló entre los televidentes, hasta el punto de lograr un 24,8 por ciento de cuota de pantalla y 3.727.000 espectadores. No es baladí recordar que «Menudas estrellas» se concibió después de que el formato para adultos, «Lluvia de estrellas», también se comportase extraordinariamente en términos de audiencia.

Como en televisión todo es cíclico, Telecinco y TVE recuperarán esta fórmula con dos de sus «talent shows»: «La Voz» y «MasterChef» respectivamente, siguiendo la estela de otros países donde ya se están emitiendo con éxito.

Con autorización

En la página web de Mediaset ya se anuncia el casting de «La Voz Kids» para niños y adolescentes entre 8 y 14 años precisando que, como son menores, tiene que adjuntarse una autorización firmada de los padres. La versión holandesa ha tenido una media de cuota de pantalla del 34,2 por ciento y ya se están preparando versiones en otras siete naciones. El «spin off» de «MasterChef», «Junior MasterChef», también se está emitiendo en distintas cadenas del extranjero con una gran acogida. En este momento, TVE está estudiando la posibilidad de darle luz verde, pero ya se baraja que los concursantes estarán en una franja de edad de entre 8 y 13 años.

«Buscan a chicos de corta edad, que aún no tienen la suficiente madurez emocional. Sería conveniente que la selección fuese a partir de los 16 años, cuando ya están mucho más formados», dice el doctor en psicología y ex Defensor del Menor, Javier Urra. «Aunque aún no tienen fecha de estreno, habría que valorar si atentan o no a la intimidad y al honor del menor y si interfieren en su correcta maduración», insiste Urra, que previene a las cadenas ante la posibilidad de que la Fiscalía de Menores pueda intervenir si ve irregularidades como que las grabaciones se extiendan demasiado en el tiempo, si tienen que ausentarse del colegio, faltar a algunas clases y en el caso de que afecte a sus estudios.

Aunque ambos «talent shows» son formatos blancos –buscan el entretenimiento y eluden cualquier indicio de morbo–, es evidente que en la versión adulta se han vivido momentos de tensión durante las expulsiones y de competitividad. A falta de ver la emisión de estos proyectos, Urra no le da demasiada importancia a la competencia porque «los niños ya lo son de por sí. Sólo hay que verles jugar a fútbol: todos quieren ganar. No creo que ahí esté el problema. A mí, a priori, me preocupa más que no procesen la fama que puedan obtener». Con todo, concluye: «Habrá que esperar porque si se hacen bien, y son programas con humor, ¿por qué no?».

El detalle

«CESTA Y PUNTOS»

Los menores de edad ya irrumpieron en la televisión española en 1965 con el estreno de «Cesta y puntos», un formato de referencia en esos años. Presentado por Daniel Vindel hasta 1971, el programa enfrentó a centenares de colegios, cuyos alumnos estudiaban el bachillerato. Su mecánica estaba basada en las reglas del baloncesto y las pruebas abordaban todo tipo de conocimientos, desde matemáticas a ciencias o literatura, entre otros.