«El Objetivo» arranca con Artur Mas

La actualidad no da tregua. Con un curso político en el que las citas electorales en España y en Europa están creciendo en proporciones geométricas –las elecciones autonómicas en Cataluña, las generales griegas y las españolas, más los imprevistos que están por venir–, Ana Pastor estrena hoy la tercera temporada de «El Objetivo» en laSexta con las pilas cargadas y un entusiasmo que no disimula. «Ahora mismo ser periodista es fascinante, más aún si estás en esta cadena, que tiene un gran músculo informativo», afirma.

La periodista es la cabeza visible de este programa informativo y de actualidad producido por Globomedia que, como dice Pastor, «ha conseguido que tenga un público transversal, tanto de izquierdas como de derechas, aunque algunos sigan empecinados en identificarnos como simpatizantes de Podemos. Los que piensen así les recomiendo que vean la entrevista que le hice a Pablo Iglesias».

Por lo pronto arranca la temporada en Barcelona con un protagonista que está en el epicentro de la actualidad política por voluntad propia y sin testar las consecuencias de sus acciones: Artur Mas, el presidente de la Generalitat.

Pastor sabe que se enfrenta a un «Miura» porque como ella misma explica, «es un político que en las entrevistas es muy bueno dialécticamente y está muy curtido. Está bregado en las ruedas de prensa y, sinceramente, para un periodista, es muy estimulante tenerle enfrente».

La responsable de «El objetivo» va a inquirirle sobre todas las cuestiones que inquietan a los catalanes y al resto de españoles. «Es obvio que los espectadores querrán saber cuál va a ser el encaje de una Cataluña independiente en la Unión Europea, cómo va a crear un gobierno con una formación política tan distinta a la suya con Esquerra, que tiene sensibilidad de izquierdas y ellos de derechas, además de los casos de corrupción en los que está envuelto su partido y los recortes que ha ejercido su gobierno».

Todo eso le va a preguntar con su estilo, que a algunos les parece demasiado incisivo cuando, como dice ella, «muchos desconocen a los periodistas de la BBC que someten a los políticos a un exhaustivo tercer grado, con una gran tensión dialéctica, que ellos entienden y que el espectador agradece». Además, Pastor no quiere enarbolar esa bandera. «A mí puede que se me conozca más, pero hay muchos periodistas, entre ellos muchos de los que se dedican a la prensa escrita, que en las ruedas de prensa preguntan y repreguntan. Lo único que ocurre es que yo tengo más visibilidad».

w pedirá explicaciones

El programa seguirá contando con la sección de la «Maldita hemeroteca», en la que se recordará lo que los políticos dijeron en el pasado contrastándolo con lo que expresan en el presente. «Un aspecto que me parece fundamental. Tienen la obligación de dar explicaciones sobre lo que un día afirmaron y por qué luego cambiaron de argumentos, pero, en fin, dudo mucho de que no sólo los políticos, sino nosotros, resistiéramos a las hemerotecas», confiesa Pastor.

Más allá del calendario electoral, la periodista tiene el firme propósito de escudriñar la gran crisis humanitaria que está viviendo Europa con los refugiados sirios y otros de distintas nacionalidades que llegan a Europa en busca de un paraíso vital que en la mayoría de los casos no existe. «Me interesa muchísimo. Más de 50 millones de personas viven fuera de su país por la violencia y las guerras según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y hay que tratar ese tema. Ya lo hicimos en un programa que realizamos en Lampedusa y que, curiosamente, fue uno de los que menos audiencia tuvo». ¿Se arrepiente? «No. Lo volvería hacer, por supuesto que me interesa que nos vea el mayor número de personas posibles, pero ése era un programa necesario».

«El objetivo» finalizó su anterior temporada con una media de cuota de pantalla del 9,6 por ciento y más de 1,8 millones de espectadores. Aunque tal y como reconoce en estas líneas Pastor, el programa en Lampedusa fue uno de los peores en audiencias, la entrevista a Pablo Iglesia fue, no obstante la que marcó su mejor dato histórico con un 14,6 por ciento de cuota de pantalla y más de 3 millones de espectadores superando a «Gran Hermano» la apuesta de Telecinco.