Estudio
El secreto de los japoneses para reducir la hipertensión
En la actualidad, Japón ocupa los primeros puestos en cuanto a esperanza de vida y salud
Las aguas termales han sido utilizadas por las civilizaciones antiguas desde hace miles de años para prevenir y curar ciertas enfermedades. Cuentan con múltiples beneficios, tanto a nivel físico como mental. Podemos conseguir un efecto detox, estimular el sistema inmunitario y aumentar la producción de endorfinas, o reducir procesos inflamatorios de nuestro cuerpo.
Japón destaca entre el resto de países del mundo por sus aguas termales. En el archipiélago nipón hay más de 27.000 de estas fuentes de salud, conocidas allí como onsen. Los de uso más común son las casas de baños termales y la ciudad histórica de Beppu, ubicada en la costa noreste de Kyushu, cuenta con la mayor cantidad de estas piscinas.
En este enclave se desarrollan investigaciones para demostrar los beneficios de la costumbre ancestral. En 1931, la Universidad de Kyushu fundó el ‘Instituto de Investigación de Terapia Onsen’. Durante los 90 años transcurridos desde entonces, se han realizado distintos estudios en diversos campos que incluyen medicina interna, rehabilitación, ginecología y cardiología.
Ahora, un artículo publicado en Scientific Reports realizado por investigadores del Hospital Beppu de la citada universidad ha demostrado que bañarse en onsen por la noche está relacionado con una menor prevalencia de hipertensión. “En 2011, el instituto realizó una encuesta entre los residentes mayores de 65 años sobre su salud y hábitos onsen”, explica Satoshi Yamasaki, profesor de medicina interna del hospital y primer autor del estudio. “En Beppu, los onsen son parte de la vida diaria de todos, especialmente de los ancianos. Existen instalaciones en todas partes, e incluso puedes conectarlos a los servicios públicos de tu hogar”.
Los investigadores recopilaron información de más de 11.000 personas, un tercio de los residentes de la ciudad de más de 65 años. La encuesta incluyó el historial médico, hábitos de onsen e incluso el tipo de onsen al que acudían. “Queríamos saber si los baños onsen a largo plazo tenían algún efecto preventivo sobre la hipertensión. Investigaciones anteriores han demostrado que la terapia termal tradicional y los baños termales son efectivos contra diversas enfermedades, incluida la hipertensión”, afirma Yamasaki, precisando que la tensión arterial elevada es la principal causa de visitas al hospital en Japón y del uso de medicamentos a largo plazo.
Dentro del grupo del estudio, 4.001 personas tenían hipertensión o antecedentes de la patología. Los científicos comprobaron en un primer análisis que en estos individuos aumentaba la probabilidad de antecedentes de otras enfermedades como gota, arritmia, enfermedad renal y diabetes. “Cuando observamos los hábitos de onsen encontramos algo interesante. Descubrimos que las personas que tomaban estos baños después de las 19:00 tenían aproximadamente un 15 % menos de probabilidades de tener hipertensión”.
El equipo de investigadores plantea dos hipótesis para explicar este hallazgo: un menor estrés y un inicio del sueño más rápido. Investigaciones anteriores han demostrado que dormirse con rapidez mejora la calidad del sueño y mejorar el control de la hipertensión. Además, hay evidencias de que las terapias termales, como los baños de sauna, influyen en los niveles de marcadores de estrés en la sangre que conducen a una mitigación de la hipertensión.
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