Gibraltar
Pánico a otro «Prestige» en la Bahía de Algeciras
Semihundimiento del OS 35. Las autoridades de Gibraltar reconocen un «incidente grave» y la fuga de aceite lubricante tras la rotura del casco del barco cargado de fueloil y gasóleo
El temor a otro «caso Prestige» en la Bahía de Algeciras crece. La alerta ante el riesgo de una catástrofe medioambiental durará al menos 50 horas, el tiempo necesario para vaciar el buque granelero «OS 35», varado en la cara Este del Peñón desde su colisión con otro buque el pasado martes. El Gobierno de Gibraltar ya habla de «incidente grave», tras confirmarse la rotura del casco, y aunque las dos secciones del barco «no se han separado del todo», ya se admite una fuga de aceite lubricante que por ahora se da por «contenido dentro de la barrera primaria».
Las autoridades de Gibraltar aseguran que «se hará todo lo posible para retirarlo del mar utilizando para ello un skimmer y una barcaza de lodos antes de que pueda filtrarse fuera de la barrera». Toda la tripulación tuvo que ser evacuada.
El «OS 35» transporta 215 toneladas de fueloil pesado, otras 250 toneladas de gasóleo y 27 toneladas de aceite lubricante. Todavía no ha sido posible extraer el combustible del buque, algo que se intenta hacer con urgencia, pero se calcula que la operación supondrá unas 50 horas de bombeo (15 toneladas por hora). Según las autoridades gibraltareñas, el «OS 35» está rodeado por «una barrera oceánica que debería contener cualquier derrame de petróleo que pueda producirse».
La prioridad es mitigar y minimizar el impacto medioambiental. Para ello, se desplegarán dos buques en forma de U con barreras «para empezar a acorralar el petróleo que pueda derramarse».
La preocupación en territorio español es máxima ante el fantasma del desastre económico, social y medioambiental que ocasionó hace ahora veinte años el «Prestige» en las costas gallegas. Un cambio en las condiciones meteorológicas, como puede ser un fuerte temporal de Levante, pueda ser letal.
El buque ya vertía líquido hidráulico al mar antes del último anuncio de la Autoridad Portuaria de Gibraltar. «Afortunadamente, el viento en estos momentos es de Poniente, pero, si se produjese un temporal, el riesgo de que el combustible se pudiese fugar aumentaría de forma exponencial y con él un más que probable desastre ecológico», señalaba a pie de playa a LA RAZÓN Antonio Muñoz, portavoz de Verdemar Ecologistas en Acción. «Para ejemplo, lo que sucedió con el Fedra –embarcación que en 2008 encalló frente a Punta Europa y vertió al mar más de 150 toneladas de combustible–», recordaba.
El alcalde de La Línea, Juan Franco, permanecía «expectante» y confiado en que «se pueda resolver sin generar daños al medio ambiente». Más contundente era José Ignacio Landaluce, alcalde de Algeciras, quien, además de lamentar el «poco compromiso medioambiental» de Gibraltar, ponía el acento en que «el accidente se ha producido en aguas de la Bahía, en el mar territorial español». «Gibraltar está creciendo de una forma insoportable. Primero porque son aguas nuestras y, segundo, porque no tienen compromiso medioambiental», dijo.
La Junta declara la fase de preemergencia
La Junta de Andalucía ha declarado la fase de preemergencia aunque hasta ayer por la tarde no se había registrado ningún vertido que haya tocado la costa andaluza. La preemergencia se pone en operación ante el posible riesgo de que el litoral se vea afectado por un vertido contaminante. En esta fase se aplican medidas especiales de refuerzo en los sistemas de observación, control y predicción, así como medidas de gestión de la información. Además, Algeciras activó su Plan Local por Contaminación del Litoral ante la situación del buque. La preocupación también crece con el paso de la horas entre los pescadores de la zona y los hosteleros, dos sectores que podrían verse muy perjudicados por las posibles consecuencias del siniestro.
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