Salud mental
El 72% de los esquizofrénicos lo oculta por miedo al rechazo
En España hay 600.000 personas diagnosticadas. Mañana se va a celebrar su Día Internacional
El estigma que se cierne sobre la patología mental es uno de los temas que actualmente ocupa un porcentaje importante de los recursos sanitarios, especialmente en el contexto pospandemia. En el caso de la esquizofrenia, los prejuicios asociados a su diagnóstico hacen que el 72% de los que la sufren lo oculten por miedo a sufrir discriminación, algo que ha experimentado el 90% de ellos, según un estudio realizado por la Red de Investigación Indigo.
Actualmente, casi el 50% de las personas ingresadas en los hospitales psiquiátricos padecen esquizofrenia. En España hay unas 600.000 personas diagnosticadas con la patología o con trastornos asociados, lo que representa entre un 0,8 y un 1,3% de la población. Además, únicamente el 31,3% de las personas que padecen psicosis reciben atención de salud mental especializada. En el marco del Día Mundial de la Esquizofrenia, que se celebra mañana, los expertos implicados en el abordaje de esta enfermedad inciden en la importancia de romper con los estigmas asociados a los trastornos mentales y en particular a esta patología. «Las personas que padecen esquizofrenia a menudo son discriminadas, algo que contribuye a la exclusión social y a su vez limita el acceso a la atención médica general, la educación, la vivienda y el empleo», señala Elvira Herrería, médico especialista en Psiquiatría Clínica del Instituto Brain 360. «La sociedad debe avanzar más hacía la desestigmatización y a tratar las patologías mentales como el resto de patologías», añade.
La esquizofrenia es un trastorno mental grave de origen aún desconocido. No obstante, cada vez existen más evidencias de que una combinación de factores genéticos, neurobiológicos y ambientales contribuyen a su desarrollo de este trastorno.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a escala mundial afecta a aproximadamente 24 millones de personas, es decir, a 1 de cada 300 personas. Desde la OMS defienden que se dispone de una variedad de opciones de atención eficaces para tratar a las personas que padecen esquizofrenia, y al menos una de cada tres de ellas podrá recuperarse por completo.
Tratamientos
Entre esas opciones se encuentran el tratamiento farmacológico con antipsicóticos, o bien clásicos, como la clorpromazina, el haloperidol o la tioridazina, o atípicos, como la clozapina, risperidona, olanzapina, ziprasidona o la quetiapina. Ambos grupos tienen en común la capacidad de corregir desequilibrios de los neurotransmisores, sobre todo la dopamina, y aliviar los síntomas positivos.
Sin embargo, los antipsicóticos atípicos tienen especial capacidad de conseguir el desequilibrio del neurotransmisor serotonina. A ello se ha asociado la efectividad de este tipo fármacos sobre los síntomas negativos. Además, tienen la ventaja de producir menos efectos secundarios.
Los tratamientos antipsicóticos han permitido que, en la mayor parte de los casos, la persona con esquizofrenia pueda vivir en comunidad y sentirse parte activa de ella. Y ello, combinado con la denominada terapia psicosocial- que incluye terapia psicológica individual, psicoterapia grupal, así como los talleres ocupacionales o los centros de día de salud mental- supone, hoy por hoy, uno de los abordajes de mayor éxito en estos pacientes.
Pero también hay novedades terapéuticas. En abril de este año, Sanidad anunció que financiará Byannli, de Janssen, el primer antipsicótico y el único tratamiento inyectable para la esquizofrenia, que se administra con dos únicos pinchazos al año.
El antipsicótico permite la liberación lenta del medicamento en sangre, debido a su bajísima solubilidad en agua, lo que facilita una absorción continua de su principio activo (palmitato de paliperidona) durante un periodo de seis meses.
Por otro lado, una alternativa que ha mostrado ser efectiva en la potenciación de habilidades cognitivas es la estimulación cerebral no invasiva, que se basa en estimulaciones realizadas con campos magnéticos y con electricidad para modificar las capacidades plásticas del cerebro, es una de las técnicas que ha mostrado “Con la estimulación cerebral no invasiva ayudamos a modular la excitabilidad de aquellas partes del sistema nervioso que no están funcionando correctamente en pacientes con algunos trastornos psiquiátricos y/o neurológicos, contribuyendo así a que las regiones afectadas puedan trabajar adecuadamente y se reduzca la sintomatología, como la apatía o el bajo estado de ánimo, en el caso de la esquizofrenia”, explica Herrería.
Origen en el desarrollo fetal
Una investigación realizada por la Universidad de Chile ha descubierto que la esquizofrenia se origina durante el desarrollo fetal, cuando se está formando el sistema nervioso y vascular, tras analizar células madres de pacientes y personas sanas.
El estudio, publicado en la sección Molecular Psychiatry de la revista Nature, determinó que las alteraciones en proteínas clave actúan en conjunto dentro del sistema neurovascular y detonan el desarrollo posterior de la patología. Además, los científicos descubrieron que el sistema vascular también incide en el trastorno, al revelar alteraciones en proteínas clave que podrían estar actuando de forma sinérgica en el sistema neurovascular.
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