Asesino en serie
La Ertzaintza registra durante 3 horas la casa que Nelson David compartía con su suegra
Los agentes buscan vestigios que puedan vincularle a sus presuntos homicidios
Nelson David Moreno Bolaño asegura que decidió acudir a una comisaría de la Ertzaintza cuando vio su foto circulando por redes sociales y grupos de WhatsApp de Bilbao. La gente ya le había puesto cara y le vinculaban a media docena de homicidios, por lo que sabía que ya no iba a poder hacer una vida normal en el barrio. El presunto asesino de, según creen los investigadores, hasta ocho hombres homosexuales con los que quedaba en aplicaciones de citas vivía en casa de su suegra en Irún aunque su novia, según «El Confidencial», estudia y reside en Murcia. Nelson, que se hacía llamar Carlos en aplicaciones tipo Grindr y Wapo, tiene 24 años, cuenta con antecedentes por estafa, es de origen colombiano y se encuentra en situación irregular en nuestro país. Fue su suegra quien le habría animado a entregarse a las autoridades al no tener nada que ver con el asunto que se le imputa, según su versión.
Con esa premisa se presentó la noche de ayer en la comisaría de la localidad donde reside y a lo largo del día hoy se ha mostrado «colaborador» con la investigación, según explicó el consejero vasco de Seguridad, Josu Erkoreka, en una rueda de prensa junto al responsable de la Ertzaintza, Josu Bujanda. «Había una orden de detención dictada por el juez y nosotros la hemos ejecutado como hubiera tenido que hacer cualquier policía», zanjó sin querer entrar en los motivos del juez para dictar ese auto de detención. Sin embargo, ha trascendido que solo le buscarían por un presunto delito de lesiones, en relación al denunciante del pasado mes de diciembre, el «superviviente» que logró zafarse de «Carlos» y, gracias a que olvidó la mochila con su documentación y éxtasis líquido, los investigadores pudieron relacionar su modus operandi con el de cuatro fallecidos en circunstancias similares. Sin embargo, no será sencillo poder atribuirle estos homicidios y, ante la ausencia de informes forenses y toma de vestigios en los escenarios del crimen (las viviendas de las víctimas), los agentes se centraban ayer en tratar de encontrar indicios en la casa del detenido. El registro practicado comenzó, con su presencia, sobre las 13:30 horas. Nelson llegaba esposado a la vivienda ubicada en el número 6 de la calle Pinar de Irún, cubierto con una capucha negra y con mascarilla. Antes de las 16:00 ya había concluido el registro. Se trata de muy poco tiempo para una investigación de estas características por lo que fuentes policiales suponen que apenas se habrán llevado algunas prendas de ropa para tratar de analizarlas ahora en el laboratorio.
También llevaron un perro experto en detectar tóxicos por buscar GHB, el estupefaciente que utilizaba para la sumisión química de sus víctimas.
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