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Salud
Estatinas: un estudio desmonta los efectos secundarios de los medicamentos más recetados para el colesterol
Un metaanálisis de 176 ensayos con 4 millones de pacientes evidencia que, la mayoría de las veces, se interrumpe el tratamiento con estos fármacos por motivos equivocados
Las estatinas son un grupo de fármacos usados en pacientes que tienen el colesterol y los triglicéridos elevados y que sufren un riesgo mayor de padecer patologías cardiovasculares. Investigaciones recientes sugieren que una de cada 50 personas que toman estatinas durante cinco años evitarán un evento grave, como un ataque al corazón o un derrame cerebral, gracias al medicamento.
Sin embargo, hasta uno de cada dos pacientes deja de tomar estatinas, reduce la dosis o las toma de forma irregular porque cree que este fármaco provoca dolores musculares y otros efectos secundarios como problemas digestivos, dificultad para dormir y dolores de cabeza.
Ahora, un nuevo estudio publicado en European Heart Journal (EHJ), la revista oficial de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), ha demostrado que la intolerancia a las estatinas está sobrediagnosticada y que la prevalencia real de esa intolerancia no alcanza a una de cada diez personas.
La investigación, liderada por científicos la Universidad Médica de Lodz y la Universidad de Zielona Góra (Polonia), recoge las evidencias extraídas a partir de 176 estudios, que involucraron a 4.143.517 pacientes de todo el mundo.
El objetivo del trabajo era identificar la prevalencia global de la intolerancia a las estatinas y la prevalencia según diferentes criterios de diagnóstico. También querían identificar los factores que podrían situar a las personas en mayor riesgo de intolerancia a las estatinas.
Los expertos descubrieron que la prevalencia global de intolerancia a las estatinas era del 9,1%, y fue aún menor cuando se evaluó según los criterios de diagnóstico de la Asociación Nacional de Lípidos, la ILEP y la Sociedad Europea de Aterosclerosis: 7%, 6,7% y 5,9% respectivamente.
El profesor Maciej Banach, autor principal del estudio, asegura que sus hallazgos demuestran que “en la mayoría de los casos la intolerancia a las estatinas está sobrevalorada y sobrediagnosticada, y significan que alrededor del 93% de los pacientes que reciben tratamiento con estatinas pueden ser tratados eficazmente, con muy buena tolerabilidad y sin problemas de seguridad”.
Los autores del estudio señalan que los médicos deben evaluar los síntomas de los pacientes con mucho cuidado, en primer lugar para ver si los síntomas son realmente causados por las estatinas y, en segundo lugar, para evaluar si podrían ser las percepciones de los pacientes que las estatinas son perjudiciales, el llamado efecto nocebo, que “podría ser responsable de más del 50% de todos los síntomas, en lugar del medicamento en sí”.
Factores de riesgo
El estudio también permitió identificar los factores de riesgo de intolerancia a las estatinas. Así, encontraron que las personas de mayor edad, mujeres, de raza negra o asiática, obesas o que padecían diabetes, glándulas tiroideas poco activas o insuficiencia hepática o renal crónica tenían más probabilidades de ser intolerantes a las estatinas.
Además, los fármacos para controlar las arritmias, los bloqueadores de los canales de calcio (prescritos a menudo para el dolor de pecho y la hipertensión arterial), el consumo de alcohol también se asociaron a un mayor riesgo de intolerancia. El aumento del riesgo de intolerancia a las estatinas osciló entre el 22% (consumo elevado de alcohol) y el 48% (ser mujer) en estos grupos.
Para Banach, “es muy importante conocer estos factores de riesgo para poder predecir de manera efectiva que un paciente concreto tiene un mayor riesgo de intolerancia a las estatinas”. De esta forma, señala, se pueden tomar en consideración medidas para reducir el riesgo de efectos secundarios y mejorar la adherencia al tratamiento, como usar dosis más bajas de estatinas y una terapia combinada o el uso de nuevos fármacos innovadores”.
“Los pacientes deben saber que las estatinas pueden prolongar su vida y, en los casos en que aparecen efectos secundarios, tenemos el conocimiento suficiente para manejarlos de manera efectiva. El mensaje más importante como resultado de este estudio, es que deben seguir tomando estatinas de acuerdo con la dosis prescrita y discutir cualquier efecto secundario con su médico, en lugar de suspender el tratamiento”, indicó Maciej Banach.
El profesor Nilesh Samani, director médico de la Fundación Británica del Corazón, dijo: “Décadas de evidencia han demostrado que las estatinas salvan vidas. Este último análisis, que muestra que el riesgo de efectos secundarios de las estatinas es menor de lo que se pensaba anteriormente, debería brindar tranquilidad a aquellos a quienes se les recomienda este medicamento para reducir el riesgo de un ataque cardíaco o un derrame cerebral”. No obstante recordó que importante que siempre sea el médico quien prescriba la medicación.
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