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Quinta ola
Las comunidades piden volver al toque de queda y a la mascarilla
El lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, ha pedido a Pedro Sánchez que los cubrebocas vuelvan a ser obligatorios en todas las circunstancias y seguridad jurídica para el toque de queda. Cataluña amplía a 165 los municipios con control de la movilidad nocturna, y Navarra volverá a pedirla
En plena quinta ola de la pandemia en España las autonomías luchan sin cuartel por encontrar instrumentos que las permitan controlar la actual explosión de casos y que estén dotadas de un mínimo de seguridad jurídica para hacerlo con garantías. De esta manera, muchas se plantean o han adoptado ya medidas que suponen el regreso a ciertas restricciones, como volver a imponer el uso de la mascarilla en exteriores aunque haya distancia de seguridad o el toque de queda para controlar la movilidad, como quedó claro ayer en la reunión de la Comisión Interterritorial.
Ante el aumento de los casos, y con la temporada turística al borde del abismo, Baleares ya planteó este lunes la posibilidad de imponer otra vez el uso obligatorio de mascarilla en todas las circunstancias en exteriores, aunque finalmente se quedó en una recomendación. Sin embargo, el propio jefe del Ejecutivo vasco, Íñigo Urkullu, ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que reformase el Real Decreto sobre la flexibilización del uso de los cubrebocas del pasado 26 de junio antes de su convalidación hoy en el Congreso de los Diputados para volver a hacerlas obligatorias. Además, reclamó «con carácter urgente» una serie de medidas para las autonomías que estén dotadas de seguridad jurídica «suficiente» para poder limitar la movilidad nocturna (toque de queda) y restringir el número de personas que se pueden reunir. Urkullu hizo esta petición «ante los niveles de contagio que se están dando y las situaciones dispares que se están produciendo como consecuencia de las ratificaciones o no de los Tribunales de Justicia correspondientes».
«Andalucía se suma» a la petición del lehendakari del País Vasco de recuperar la obligatoriedad de la mascarilla, señaló ayer el consejero de Presidencia de la Junta, Elías Bendodo. Según explicó, desde que el pasado 26 de junio se permitió prescindir de la mascarilla siempre que hubiese distancia de seguridad, los contagios «se han multiplicado» en España. El consejero fue duro con el presidente Sánchez, al que acusó de haber tomado una decisión «precipitada y no acertada» al «anteponer sus intereses sanitarios anunciando el fin de la mascarilla obligatoria al aire libre cuando el virus nos ha demostrado que en cuestión de días cambia todo».
No obstante, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, al ser preguntada sobre esta cuestión en la rueda de prensa tras la reunión del Interterritorial, ha señalado que con esta medida el Gobierno ha dado pasos «prudentes y graduales», y ha insistido en que las mascarillas «siguen siendo obligatorias en nuestro país, solo dejan de serlo cuando se pueda mantener la distancia de 1,5 metros en exteriores». La ministra reconoció que «es verdad que hemos visto imágenes que no nos gustan, pero es una cuestión del cumplimiento de la norma, no de la norma». En este respecto, se ha mostrado confiada en que el Congreso de los Diputados confirmará mañana el Real Decreto que permitirá dejar de usarlas en exteriores cuando exista distancia de seguridad.
Otra de las medidas en el ojo del huracán es la del toque de queda. Aunque varias regiones lo han pedido, tras los reveses judiciales a esta medida en este momento solo está vigente en la Comunidad Valenciana, Cataluña y Cantabria.
Precisamente ayer la Generalitat de Cataluña ha aprobado una prórroga del que existe en este momento entre las 1 y las 6 horas y amplía el número de municipios afectados. Si esta semana 161 localidades tenían confinamiento nocturno, para la próxima se prevé una aplicación en 165, aunque deberá ser aprobado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. La Generalitat aplica el toque de queda en todos aquellos municipios con más de 5.000 habitantes y una incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes a siete días superior a 400 casos.
Navarra, que tiene una de las mayores incidencias de España (905 casos por 100.000 habitantes), ha sufrido un revés en su intento de frenar el aumento de contagios después de que el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) denegase el toque de queda entre la 01 y las 6 que había pedido el Gobierno foral para los municipios en muy alto riesgo por Covid, medida que afectaría al 80% de los municipios y a más del 90% de su población. No obstante, el Ejecutivo regional ha anunciado que emitirá una nueva Orden foral que «motive suficientemente» la necesidad de controlar de la movilidad.
Castilla y León ha adoptado asimismo medidas quirúrgicas para los próximos 14 días con el objetivo de que la incidencia de la quinta ola baje lo máximo posible, entre las que se encuentran el cierre de las barras de los bares y el interior de las discotecas, apertura de la hostelería hasta la 1:30 como máximo y el cierre de los parques desde la medianoche para evitar los botellones. Además, se ha pedido a la población que se comporte como si hubiera toque de queda vigente, y que por lo tanto no salga del domicilio desde la una hasta las seis de la madrugada. El vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha llegado a declarar que las administraciones son «idiotas» porque una vez tras otra, durante las cinco olas de la covid, se ha cometido el mismo error de «subestimar» al virus.
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