Caza
Así se prepara una espera al jabalí
La caza a la espera es una de las modalidades de caza que más preparación y paciencia requieren por parte del cazador
Entre las modalidades de caza existentes en nuestro país, la caza a la espera o caza al aguardo es una de las más peculiares ya que el cazador no persigue a la presa si no que espera a que ésta acuda a la zona que el cazador ha preparado o donde el cazador ve que el animal tiene su querencia y además suele hacerse de noche. Este tipo de caza suele autorizarse en muchas ocasiones por los daños que el jabalí produce a la agricultura como por ejemplo con la llegada de la época estival cuando es común ver campos de trigo literalmente arrasados por el suido. Así pues, si la administración concede los permisos para poder realizar este tipo de caza de control el cazador puede empezar a preparar la espera.
¿Dónde realizar la espera?
El aspecto más importante de un aguardo es la elección del lugar donde esperaremos la entrada del animal. Si se trata de nuestro propio coto debemos conocer las querencias de los jabalíes y seguir sus rastros. El jabalí es un animal que permanecerá oculto durante el día gustando de zonas de monte espeso, pero al caer el sol comenzará su actividad nocturna y se desplazará para alimentarse. Con su potente morro el jabalí hoza en la tierra en busca de alimento y junto con sus huellas deja rastros más que evidentes al quedar la tierra removida. Al entrar en los cultivos de cereal el rastro es aún más evidente ya que los jabalíes al entrar en estas zonas tumban el trigo y se pueden apreciar después los regueros dejados por los animales.
Otro aspecto fundamental y necesario para los jabalíes es el baño. Los jabalíes gustan de bañarse y embarrarse como un mecanismo de defensa ante los parásitos que se alojan entre su pelaje. Por lo tanto, las zonas de agua que existan en el coto como charcas o lagunas serán de visita asegurada en algún momento por el jabalí. En estas zonas de barro podremos examinar bien las huellas que dejan y el tamaño de las mismas y así poder saber cuántos animales y de que tamaño habitan la zona. Si disponemos del tiempo necesario para preparar la espera es aconsejable disponer de una cámara de fototrampeo y situarla en estas zonas de querencia para poder ver los tipos de animales que hay. Si no se dispone de tiempo o de una cámara bastará con examinar todas las pistas y hacer una composición de lugar.
Así pues, el mejor sitio donde colocar nuestro apostadero será en las zonas de baño o bien en los comederos. Las zonas de paso no son muy aconsejables ya que los jabalíes suelen cambiar sus itinerarios y es más seguro situarse donde sabemos que antes o después aparecerán.
¿Qué equipo necesito?
Una vez decidido el apostadero falta preparar el equipo. En primer lugar, el arma: rifle, escopeta o arco. Según el arma elegida hay que tener en cuenta la distancia máxima de disparo. Aunque el cazador ocupe el puesto antes de la puesta del sol lo más probable es que el lance se produzca de noche y una flecha o escopeta no tienen el mismo alcance que un rifle. Además, la oscuridad no ayuda en el momento de hacer puntería. Por ello, hay que elegir noches en las que la luna esté llena o cerca de estarlo ya que su luz ilumina el campo de forma suficiente para que el cazador pueda ver lo que pasa en el entorno de su puesto.
Además del arma, hay que contar con iluminación, una linterna frontal será ideal para dejarnos las manos libres y otra linterna acoplada al arma será buen opción para poder encenderla justo antes del disparo y no tener accidentes indeseados. Hoy en día existen elementos de visión nocturna, pero debemos consultar las leyes de cada Comunidad Autónoma para conocer la legalidad o no del uso de este tipo de visores.
Una pequeña silla es también importante ya que en ocasiones la espera durará muchas horas. Navaja, cuchillo y botiquín son también indispensables. Un plástico o lona que proteja el maletero del coche en caso de tener que transportar el animal abatido también es aconsejable. Y no olvidar tampoco una cuerda que puede sacarnos de muchos apuros. Si abatimos un gran jabalí y no disponemos de ayuda podremos arrastrarlo más fácilmente atando una cuerda a su morro.
Consejos
Con el equipo necesario en el morral hay que desplazarse en silencio provocando el menor ruido posible hasta el emplazamiento elegido previamente . El momento en el que se eligió el apostadero es en el que hubo que “recolocar” el entorno, esto es, cortar un chaparro que entorpece la visión, colocar las piedras donde nos sentaremos si no llevamos silla o crear la ocultación de nuestra figura con vegetación de la zona. La ocultación y el silencio son los principales aliados del cazador en esta modalidad de caza. Después, paciencia y oído son las cualidades necesarias para poder tener éxito en la espera. Hay ocasiones en la que dar con ese gran jabalí supone días de espera hasta que entra a la baña o comedero.
Cuando oímos al animal acercarse hay que extremar la paciencia y agudizar la vista. Es más que probable que el animal no entre solo en el apostadero así que hay que elegir el objetivo con calma. Los machos más viejos serán el objetivo. Encarada el arma y si la situación lo permite se debe esperar a que animal ofrezca su costado al cazador para poder realizar un disparo efectivo y letal. Encender la luz y a continuación disparar.
Por lo selectivo de esta modalidad, el cazador puede hacerse con grandes trofeos que de otra manera serían muy difíciles de abatir.