Sociedad
Los perros,el mejor apoyo emocional para los niños
El 46% de los niños que tiene una mascota afirma que sus mascotas son, después de sus padres, su principal fuente de cariño
¿A quién no le han castigado alguna vez contra la pared? Todo un clásico en el repertorio de reprimendas paternas que sufríamos de niños. Pero admirar el gotelé no tiene porqué ser un suplicio de frustración y soledad, si no que se lo digan a Peyton Smith y a su fiel amigo de cuatro patas, Dash.
Peyton, de tres años, se había peleado con su hermana de cinco, y su madre como correctivo le mandó de cara a la pared. Triste, el niño aceptó su destino. Lo que nadie en la familia esperaba fue la reacción de su mascota. Se suele decir que el perro es el mejor amigo del hombre, y el mastín inglés de la familia Smith no iba a ser la excepción. Dash, viendo que algo no iba bien no dudó en acercarse a su dueño para quedarse a su lado y acompañarlo mientras durara su castigo.
Un momento que la madre de Peyton, Jillian, no dudó en fotografiar y compartir en Facebook, para inmortalizar la incondicional amistad entre el niño y su mascota. La publicación no ha tardado en «viralizarse» en redes sociales. «Cuando estás castigado, pero tu mejor amigo no te deja solo», escribe Jillian en la fotografía. La férrea relación entre Peyton y Dash no hace si no evidenciar lo valiosos que son nuestros infatigables amigos caninos, especialmente para los más pequeños. Según el II Análisis Científico sobre el vinculo entre personas, perros y gatos, elaborado por la Fundación Affinity y recogido por la Real Sociedad Canina de España (RSCE), el 46% de los niños que tiene una mascota considera que es su principal fuente de apoyo emocional después e sus padres.
Los lazos afectivos que los pequeños crean con sus perros les ayudan a superar sensaciones como el medio o la tristeza, ya que recurren a ellos de forma habitual para abrazarles y encontrar alivio en estas situaciones. Cuando tienen un problema, de hecho, buscan en ellos su fuente de consuelo, un patrón que luego repiten muchos adultos. Además, los perros favorecen el desarrollo educativo y social, por lo que crecer con ellos es algo óptimo y saludable, además de fomentar habilidades sociales y contribuir a establecer un comportamiento cívico y la asunción de responsabilidades.
Fuente de cariño
Sin embargo, no todos tienen las características ni el temperamento que mejor se adapta a los más pequeños, por lo que conviene saber qué tipo de comportamiento es mejor para que el perro sea un actor más en la educación de los niños. Para la RSCE, lo principal es que sean perros tranquilos y estables, que no se pongan nerviosos con facilidad ni se exciten, puesto que los pequeños no paran en todo el día y necesitan un compañero de juegos que compense esta hiperactividad con calma y serenidad.
Es por ello que la RSCE recomienda optar por perros que aprendan rápido, que sean perspicaces y que se adapten fácilmente a la dinámica de un hogar con niños. Además, es imprescindible que sean perros que no tengan una dominancia excesiva y que tengan un umbral de excitabilidad o agresividad lo más alto posible. Algunos perros de razas de trabajo pueden desarrollar comportamientos que, si bien son normales en su medio natural como puede ser el pastoreo, no son adecuados para un hogar con niños, ya que pueden intentar dirigirlos, por lo que determinadas razas necesitan, fundamentalmente, dueños experimentados en el manejo y la educación de perros. El tamaño también tiene un papel esencial, sobre todo cuando se trata de niños pequeños, normalmente menores de 7 u 8 años. Por ello, al contrario de lo que se pueda pensar, no es conveniente apostar por un cachorro de raza miniatura, ya que pueden sufrir algún daño inintencionado o agresión no deseada al jugar con ellos.
Según los datos que proporciona el Consejo de Colegios de Veterinarios de Cataluña (CCVC), más del 80% de los niños han pedido un animal de compañía alguna vez, sea en Navidad o en algún otro momento. Y, de hecho, de todas las mascotas que se compran, un 60% son un regalo que los padres hacen a los hijos. El CCVC recuerda que «son seres vivos, no son un juguete”. Y eso quiere decir que tienen sentimientos y unas necesidades que se deben atender. «Antes de adquirir un animal, hay que asesorarse con un experto, ya que cada raza tiene unas características», destaca la veterinaria del CCVC especializada en pequeños animales, Verónica Araunabeña. Y observa: «También hay que adaptarse al carácter de cada animal, y hay que saberlo educar. Amarlo no significa conocerlo, ni entenderlo ni saber qué le conviene más». Antes de adquirir un animal se responda honestamente a preguntas como ¿queremos realmente una mascota?