Entrevista

Rafael González: "Tenemos un test de saliva para la detección precoz de la escoliosis"

"Vamos a empezar aplicándolo ya en la clínica en niños que tienen algún hermano con este problema", asegura el director del Centro Internacional de Cirugía de Columna, del Hospital del Rosario de Madrid

Rafael González
Rafael GonzálezJESÚS G. FERIALA RAZÓN

Cuenta que interviene todo tipo de patologías, desde el niño hasta el anciano y desde una deformidad hasta una hernia de disco por cirugía endoscópica o con estabilización con implantes de titanio «en función de lo que necesite el paciente», como señala el Dr. González. Y por supuesto la escoliosis, en la que son referentes a nivel nacional e internacional.

¿Han aumentado este tipo de dolencias o intervenciones de este tipo en los últimos años?

Sí, han aumentado, por varios motivos. La cirugía de la escoliosis no tanto, porque el porcentaje y el número que se opera, si somos honrados y con criterios decentes, es el mismo. Pero en ancianos sí. Tenemos más expectativa de vida y queremos tener más calidad de vida. Y nos rompemos más, entonces, han aumentado las intervenciones en este sentido. Y no solo eso, sino en la demanda. Nosotros hacemos cirugías agresivas, entre comillas, para pacientes ancianos que hace años eran impensable porque ha avanzado la tecnología, nuestros conocimientos.

¿Y cuáles son las intervenciones más frecuentes?

La patología degenerativa. Todos, con los años, vamos teniendo artrosis, desgaste, y ahí entran la hernia de disco, la estenosis del canal, que es el estrechamiento que supone un pinzamiento de los nervios y claudicación neurológica tanto a nivel cervical como de la columna lumbar. Eso es lo más frecuente del día a día en cualquier equipo de cirugía de columna. A nosotros, además, como somos referentes en patología de deformidad, de escoliosis tanto del niño como del adulto, nos refieren muchas de estas patologías otros compañeros que no se dedican a ellas porque requieren un «expertise» y un aprendizaje y una tecnología mayores.

Al pensar en cirugía de columna, lo que viene a la mente es la hernia discal, pero creo que muchas veces se consigue una mejoría más notable no interviniendo. ¿Qué casos se ven más beneficiadas por una cirugía y cuáles no?

Si tenemos una hernia de la que sabemos que un porcentaje altísimo se va a reabsorber, va a desaparecer sin cirugía y con tratamientos poco invasivos, ¿para qué le vamos a hacer una con riesgo? Y también porque hay muchas veces que operamos, no nosotros, pero sí otros equipos, una hernia de disco en un paciente que a lo mejor tiene un problema degenerativo mayor, que requiere una cirugía un poquito más agresiva. Es decir, hay veces que nos quedamos cortos y hay veces que nos pasamos. Y ahí viene la mala fama muchas veces de la cirugía de la hernia de disco: la selección correcta de la técnica quirúrgica es fundamental. Nosotros siempre tenemos un dicho, y es que la primera cirugía en patología degenerativa debería ser la última, es decir, acertar a la primera haciendo lo que haces. No siempre es así, porque hay complicaciones, otros procesos que pueden surgir, pero si seleccionamos bien la técnica en cada paciente tendremos pocos problemas.

Entonces, ¿cuál sería la indicación que más se beneficiaría de una intervención de este tipo?

Por ejemplo, una hernia de disco, que tiene una correlación de los síntomas con la imagen que vemos y en la cual hemos hecho un tratamiento conservador de unas 6-8 semanas que no ha ido bien con un paciente colaborador.

"En la cirugía de la hernia de disco la selección correcta de la técnica quirúrgica es fundamental"

Son referentes en la cirugía de las escoliosis. ¿Cómo se llega a ese punto? ¿Qué supone?

Lo primero, trabajando mucho, formándote y teniendo un buen equipo, como tenemos nosotros. Y teniendo publicaciones, comunicaciones a congresos y presentando tus resultados. Y cuando estos son buenos, evidentemente los profesionales te refieren estos pacientes complejos.

¿Y tiene algún estudio en marcha, actualmente?

Vamos a empezar con un trabajo, aplicándolo ya en la clínica, de detección precoz de escoliosis en niños que ya han tenido o tienen algún hermano con escoliosis. Es un test genético de saliva.

¿Entonces en la escoliosis influye la herencia genética?

La causa real de la escoliosis idiopática, la más común, no la sabemos, pero tiene un factor determinante familiar. Por ejemplo, es muy común los gemelos con escoliosis. He llegado a operar a dos niñas gemelas el mismo día con una curva parecida. Ahora, si tenemos un niño con escoliosis y tiene hermanos y la inquietud tan grande de la familia de que su otro hijo vaya a desarrollarla o no, con este simple test podemos tener una información que nos haga estar mucho más atentos para adelantarnos si necesita un tratamiento más precoz y no venga con una curva muy evolucionada.

Pero para esto se tiene que saber que tiene una causa hereditaria o genética...

Hay unos genes determinados que sabemos que influyen en el desarrollo de la escoliosis. Esto ya está publicado. Nosotros lo que hemos hecho –junto con otros grupos de España como el del Hospital de La Fe, el Hospital San Juan de Dios o el Virgen del Rocío– es un estudio con niños con escoliosis para ver si esos determinantes genéticos nos salían resultados positivos o no. Hemos visto que sí y ahora una empresa, llamada Epidisease, ha desarrollado este test de saliva que, no es del 100%, porque engañaríamos, pero es bastante cercano a la realidad. Es decir, si tienes una hija con escoliosis y vienes con tu niño de 8 o 9 años, con el test de saliva podemos decir si a tu hijo hay que vigilarle mucho. Quizás luego no lo desarrolle, pero hay probabilidades de que lo haga.

Pero no se puede hacer nada para evitar la escoliosis...

Si sabemos que va a tener una progresión grande, ni siquiera con corsés. Podemos «mantenerla» una temporada, pero si la pudiéramos parar no operaríamos a nadie y lo hacemos. Hay tratamientos conservadores con ejercicios, rehabilitación específica, corsés o prótesis que nos mantienen la columna recta mientras el niño crece, pero aún así hay escoliosis que, bien llevado todo este tratamiento, van a progresar y van a necesitar cirugía y quizá esto, con todos estos estudios, podamos averiguarlo.

¿Y lo están aplicando ya?

En breve. Nos trajeron el otro día los kits, así que en cuanto empiecen a venir pacientes.

Trabaja en la Sanidad pública y en la privada, dígame lo mejor y lo peor de cada una.

En general, lo peor de la pública es que los recursos humanos, aunque son buenos, por inestabilidad a veces crean problemas, el trabajo no siempre está bien remunerado, y los que estamos a un nivel medianamente alto –lo digo con honradez– estamos en ella por un tema académico y porque nos gusta mucho lo que hacemos. Yo llevo ocho años en el Hospital Niño Jesús y estoy encantado porque, además, hacemos una labor que de otra manera sería difícil que se hiciera. ¿Qué es lo peor de la privada? Me voy al punto contrario. Muchas veces, cuando tienes un martillo, todo te parecen clavos. Por ejemplo, voy a hacer cirugía endoscópica a todo el que entre por la puerta. Y eso en la en la privada para mí es una lacra. Nosotros hacemos lo mismo aquí que la pública, con los mismos criterios, los que tienen que ser: científicos. O sea, si no tiene necesidad de ponerle unos tornillos, no se los voy a poner. Si su hija tiene una curva de 30º no tiene criterio de cirugía, con una de 80º sí. Este es su mayor problema, la presión por tener una técnica novedosa y venderla demasiado y aplicarla cuando no va a funcionar.

¿Y lo positivo?

Puedes hacer tu equipo, tener libertad para hacer lo que quieras y si eres honrado, funcionas fenomenal.