Investigación
El potencial de la vacuna de la tuberculosis frente al cáncer
Tras lograr mejoras del asma del 90% en fases preclínicas, investigadores de la Universidad de Zaragoza hallan su poder contra los tumores de pulmón y vejiga
A la espera de que la vacuna española contra la tuberculosis Mtbvac se convierta en la universal, en sustitución de la BCG, que solo es eficaz en niños, esta candidata y la actual podrían resultar beneficiosas no solo en la lucha contra la tuberculosis, la enfermedad infecciosa más mortífera a nivel mundial, por delante ya de la Covid-19, del VIH y del sida.
El investigador Nacho Aguiló de la Universidad de Zaragoza, del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (Ciberes) y del Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS-Aragón), trabaja en demostrar junto a su equipo que estas vacunas vivas, basadas en la bacteria atenuada, son capaces de revertir los efectos del asma, del cáncer de vejiga y del cáncer de pulmón.
«Nuestro objetivo es usarlas como tratamiento para enfermedades diferentes, ya que como vacunas no dejar de ser activadoras del sistema inmunológico», explica a este suplemento.
Así, cuando se administran directamente en los pulmones a los modelos de ratones a los que previamente se les había inducido una respuesta alérgica, estas vacunas son capaces de revertir «en un porcentaje muy elevado» los efectos del asma.
«Podemos estar hablando de una reducción de alrededor del 90%», asegura Aguiló.
A su vez, como añade el científico, «también hemos visto una disminución de la remodelación del epitelio pulmonar, no tan acusada, pero sí una reducción significativa» en roedores de laboratorio como modelo crónico de la enfermedad. Es decir, los investigadores han conseguido un potencial efecto tanto preventivo como terapéutico de estas vacunas vivas.
Eso sí siempre que se ponga directamente en los pulmones. «Por vía intradermal nosotros no hemos visto protección frente al asma, por lo que lo que hemos demostrado es que es importante que la vacuna llegue a los pulmones para alterar la respuesta asmática», hace hincapié el científico Aguiló.
Una sola dosis
En cuanto a qué vacuna arroja mejores resultados, «en el contexto de asma no hemos visto diferencias» entre la actual BCG, basada en una forma viva atenuada de Mycobacterium bovis aislada de las vacas, y la Mtbvac, que es la primera y única basada en el patógeno humano Mycobacterium tuberculosis en entrar en estudios clínicos.
En la actualidad, «estamos en desarrollo preclínico. Estamos intentando impulsar» la siguiente fase, porque, de poder extrapolarse los logros conseguidos en los modelos ratón, «supondría un cambio de paradigma en lo que al tratamiento se refiere, ya que nosotros proponemos una sola dosis de vacuna», destaca Aguiló.
«Hemos intentado dar pasos con empresas interesadas en alergias, pero no hay respuestas positivas», reconoce el investigador, tras recordar que la industria de los tratamientos del asma es un negocio importante que se basa en su cronicidad.
Al menos de momento. Por eso el siguiente objetivo es apuntalar aún más la investigación «con más datos preclínicos tanto de eficacia como de seguridad» para despertar el interés de la industria.
Si esto último se consiguiera y todo fuera bien, «en diez años podría empezar a usarse en seres humanos», estima el científico.
Otra potente línea de investigación de este equipo es contra el cáncer. En concreto, contra el de vejiga y el de pulmón.
Respecto al cáncer de vejiga (que se estima que este año será el quinto más frecuente en nuestro país), la vacuna BCG es, desde hace más de 40 años, el tratamiento de primera línea de este tumor. Aguiló y su equipo quieren mostrar si este efecto protector se produce en ambas vacunas, «pero administrándolas directamente en la vejiga», precisa Aguiló.
La BCG, como explica el investigador de la Universidad de Zaragoza, «es más eficaz que la quimioterapia, ya que evita el 70% de recidivas en el caso del cáncer de vejiga. Pero quien sufre una recaída está prácticamente huérfano de tratamiento», por eso este equipo de científicos busca dar con una nueva vía.
Y los resultados conseguidos en su investigación en modelos animales a los que se les provocó este tumor concluyen que «Mtbvac es bastante más eficaz que BCG y más en modelos que eran resistentes a la vacuna actual, por lo que la candidata a vacuna sería una opción para estos casos».
En concreto, «con Mtbvac hemos visto una curación del cáncer de vejiga en el 50-60% de ratones en los que la vacuna BCG no protegía nada. Además, hemos comprobado que combinar Mtbvac con tratamientos de inmunoterapia aumenta la supervivencia en más de un 90%».
Todo un hito que supondría una esperanza para estos pacientes a los que, como recuerda Aguiló, «solo les queda la opción de que les quiten la vejiga para evitar que el cáncer progrese».
Por eso este experto y su equipo están intentando llevar esta investigación a la clínica con Biofabri, empresa gallega que desarrolla la vacuna Mtbvac que lidera el investigador de la Universidad de Zaragoza Carlos Martín.
También están investigando el poder de la vacuna contra la tuberculosis frente al cáncer de pulmón. «En este caso la administración sería por vía intravenosa. Hemos visto que este cáncer en estadios avanzados no afecta solo al órgano donde está el tumor, sino que se extiende a todo el organismo. Con esta hipótesis decidimos ver en modelos ratón qué pasaba y hemos observado que la vacunación logra reducciones de los tumores significativas y que así se lograba extender la vida de los animales en dos o tres veces, lo que extrapolado a ensayos clínicos supondría un aumento bastante importante de la supervivencia».
Además, como explica el científico, combinando la BCG con la inmunoterapia aumenta la eficacia y se extiende todavía más la supervivencia. «Hemos conseguido la curación en hasta el 40-50% de los ratones en algunos modelos utilizados», asegura. El siguiente paso es probar si sucede esto también con la candidata a vacuna universal Mtbvac y en qué medida. «Estamos empezando a trabajar en esto ahora», avanza.
Peores cifras de tuberculosis en EE UU desde 2012
►Durante años, Estados Unidos ha tenido una de las tasas de tuberculosis más bajas del mundo. Pero al igual que en España, donde el número de casos de tuberculosis aumentó en 2023 por primera vez en una década, en Estados Unidos llevan tres años de incrementos.
Así, según el último informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), durante 2023, el recuento de casos de tuberculosis aumentó en todos los grupos de edad, así como entre personas nacidas y no nacidas en los Estados Unidos.
En concreto, los casos de tuberculosis pasaron de 8.320 en 2022 a 9.615 en 2023. Se trata de la tercera subida consecutiva desde que en el año 2020 se registró una importante bajada: 7.171 casos. Y son las peores cifras registradas desde 2012, cuando se notificaron 9.906 casos de tuberculosis.
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