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Pediatría
Niños en quirófano: cómo ayudarles a afrontar sus miedos
Sanitarios y progenitores han de hablar a los pequeños con sensibilidad y decirles la verdad

Saber que tu hijo tiene que ingresar en el hospital y someterse a una cirugía resulta aterrador para un padre, pero es importante recordar que el pequeño también puede estar sufriendo estos mismos miedos.
¿Me va a doler? es una de las preguntas que con más frecuencia hacen los pequeños al ser ingresados. De hecho, es una pregunta que a los pediatras, como explica la doctora Patricia Cárdenas López, del Hospital Quirónsalud Barcelona, les hace darse cuenta de que, «a pesar del trabajo desbordante, estamos trabajando con niños».
El miedo al dolor, a la incertidumbre, explica esa pregunta. ¿Me vas a pinchar?, ¿cuándo me iré a casa? ¿por qué tengo que estar aquí? o si les van a acompañar sus papás son otras de las preguntas más frecuentes. La respuesta que se le dé puede hacer que el pequeño afronte mejor o peor el ingreso o la intervención quirúrgica.
Pero los pediatras «no solo tenemos que tratar con el paciente, un niño, sino dar respuesta, apoyar y acompañar a su familia», recuerda la doctora Cárdenas.
Por eso es tan importante todo lo que se haga por humanizar la pediatría hospitalaria. «Hay que hablarles con sensibilidad, siendo honestos y claros. El lenguaje debe ser adaptado a su edad. En niños es mejor usar un lenguaje simple y directo, diciéndoles que van a un lugar donde los médicos les ayudarán a sentirse mejor y curarse. En los niños mayores se puede ser más específico sobre el procedimiento, siempre que lo entiendan. Los niños suelen preguntar lo que quieren saber. También podemos utilizar libros y otros recursos para ayudarles a entender el proceso, hablar sobre sus miedos y asegurarles que estarán en buenas manos. Los sanitarios están allí para ayudarles», añade la doctora María de la Parte, jefa del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario General de Villalba, que fue reconocido recientemente con uno de los premios de Cars for Smiles, una organización internacional sin ánimo de lucro, por su proyecto de humanización pediátrica.
La preparación para el quirófano del menor es clave. «El momento de decirle al menor que le van a intervenir depende de la edad y del carácter del niño. Los más pequeñossuelen necesitar información el día anterior o unas horas antes, ya que anticipar demasiado puede generarles un estrés innecesario. En cambio, los mayores pueden beneficiarse de saberlo con unos días de antelación para asimilarlo y hacer preguntas. La clave es encontrar un equilibrio que les permita prepararse sin angustia», detalla el doctor Gonzalo Ares, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Infanta Elena, cuyo proyecto «Mapa del Tesoro» en urgencias pediátricas fue también galardonado por la ONG Cars for Smiles.
Los hermanos también necesitan estar informados, «pues que su hermano esté hospitalizado puede generarles preocupaciones o inseguridad; también deben saber que la situación no cambiará su relación con los padres. Además, pueden sentirse más tranquilos si entienden lo que está sucediendo», aclara la doctora Cárdenas.
En cuanto a la presencia de los padres hasta entrar en quirófano, el doctor Ares explica que «aporta seguridad emocional al niño. Los estudios demuestran que su presencia reduce el estrés prequirúrgico, lo que facilita un mejor manejo del proceso. Para el niño, sentir la mano de mamá o papá antes de entrar al quirófano es un anclaje emocional que le recuerda que no está solo».
Respecto a quién ha de decir al menor que tiene que ser intervenido quirúrgicamente, el doctor Ares incide en que «la primera explicación debe ser del médico». Aunque ambos, como sostiene la doctora De la Parte, «son fundamentales y complementarios. Por un lado, es la base emocional y por el otro, la más científica. El papel de los padres es crucial para brindar apoyo emocional y transmitir tranquilidad». De hecho, para ella, «antes de la conversación con el médico, los padres pueden preparar al menor».
Ayudar al padre a afrontar la cirugía de su hijo
►La cirugía de un hijo siempre conlleva temor. Pero «es fundamental escuchar sus preocupaciones, sin juzgar, y estar dispuesto a responder todas sus preguntas», recomienda el doctor Ares.
Coincide con él la doctora De la Parte, que incide en que los sanitarios les tienen que «ofrecer todo el apoyo durante el proceso, dándoles respuestas a sus dudas. Para ello, hay que buscar espacios tranquilos y tener para esta conversación todo el tiempo que los padres necesiten».
«También es útil reforzar la confianza en los sanitarios, asegurándoles que su hijo está en buenas manos. Y ofrecerles herramientas para manejar su ansiedad y estrés, como técnicas de relajación o ayuda psicológica, puede ser beneficioso», añade la doctora Cárdenas.
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