Día Mundial
Los cuatro hitos en investigación del cáncer de mama de este año
Los nuevos avances mejoran la calidad de vida, no solo la supervivencia
Durante los últimos años el número de pacientes diagnosticadas de cáncer de mama ha ido en aumento de forma gradual. Sin embargo, el número de muertes también se ha ido estabilizando y, pese a aumentar los fallecimientos, este aumento es menor al incremento de casos. La explicación radica en que ha aumentado la supervivencia por el avance en la detección precoz y a la mejora en los tratamientos.
Pero con extirpar el tumor no siempre basta. Entre el 20 y el 30% de las pacientes diagnosticadas de un carcinoma de mama desarrollará con el tiempo (incluso años después de haber terminado los tratamientos) cáncer de mama metastásico.
Por eso, para el doctor Rodrigo Sánchez Bayona , oncólogo médico en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, miembro del comité coordinador de Solti Young y miembro del Comité de Jóvenes Oncólogos de ESMO, uno de los hitos de este año ha sido trastuzumab-deruxtecan (el enhertu), ya que «mejora resultados en cáncer de mama metastásico en pacientes que no han recibido quimioterapia previa, según el estudio «Destiny Breast06» presentado este año.
«Lo elegí porque en los cánceres de mama hormonales positivos y HER2-negativos, típicamente estas pacientes cuando se les agota el tratamiento hormonal van a quimioterapia, y este estudio comparaba trastuzumab-deruxtecan frente a la quimioterapia convencional y mejoraba en más de cinco o seis meses el tiempo que las pacientes están sin progresar su enfermedad y eso de mediana», destaca.
Esto hace poder «retrasar el inicio de la quimioterapia el máximo de lo posible por una cuestión de calidad de vida», precisa el oncólogo médico.
«Por desgracia –prosigue–, el tratamiento tiene una intención paliativa, pero son largas supervivientes y se trata no solo de que vivan más años, sino de que lo hagan con buena calidad de vida».
Todavía así también tiene efectos secundarios, «como diarrea, náuseas o bajada de defensas, pero no es tan agresivo como la quimioterapia», incide.
El doctor Sánchez Bayona también destaca la inmunoterapia con pembrolizumab, ya que aumenta la supervivencia del cáncer de mama triple negativo precoz (sin metástasis), según el estudio «Keynote-522».
Y es que de los tres subtipos de cáncer de mama existentes (luminal, triple negativo y HER2 positivo), el triple negativo es el de peor pronóstico y peor supervivencia. No se puede tratar ni con hormonas, solo con quimioterapia. Y este estudio ha demostrado que aumenta la supervivencia global, no solo recaen menos, sino que viven más tiempo». De hecho, «esto cambia la práctica habitual».
La inmunoterapia se ha convertido en una de las estrategias más prometedoras para tratar el cáncer. De ahí que Elia Seguí, oncóloga del Hospital Clínico de Barcelona y una de las impulsoras de Solti Young, añada también el uso de inmunoterapia en un subgrupo de pacientes con cáncer de mama precoz con receptores hormonales positivos.
«Son datos todavía muy preliminares –prosigue–. Pero los dos estudios realizados han reportado aumentos del 10% en la tasa de la respuesta patológica y lo que es más interesante es que cuando se analizan por subgrupos ven que los tumores con menos receptores de estrógenos son los que realmente se benefician más. Y son minoritarios».
Es decir, «el cáncer de mama con receptores hormonales positivos y HER2-negativos es el más prevalente, pero es muy heterogéneo. Hay pacientes muy luminales que dependen mucho de la vía hormonal y, en cambio, tenemos otro grupo más pequeño que es menos luminal. Hasta hace poco se trataba de forma general. Y los resultados de estos estudios indican que hay que ir utilizando biomarcadores moleculares para identificar subgrupos y ver si algunos podrían beneficiarse de la inmunoterapia. Es decir, un tratamiento más personalizado».
Por último, el doctor Sánchez Bayona destaca el TDM1 adyuvante, ya que aumenta la supervivencia en cáncer de mama HER2 positivo localizado, según el análisis final del estudio «Katherine». El estudio realmente «se presentó a finales año pasado, pero este año se ha comunicado más y viene a demostrar que cuando la quimioterapia no ha eliminado el tumor por completo, TDM1 demostró que recaen menos y este estudio a más seguimiento ha demostrado que las pacientes viven más. Todo un hito.
El ejercicio, crucial también en metastásico
Se ha demostrado que el ejercicio físico durante y después del tratamiento del cáncer de mama reduce los efectos secundarios. Pero la evidencia en el contexto del cáncer metastásico es escasa. Un estudio de «Nature Medicine» recomienda que se prescriban ejercicios aeróbicos y de resistencia supervisados a pacientes con cáncer de mama metastásico. «No solemos hacer hincapié en la importancia que tiene el ejercicio, cuando tendría que ser una parte más del tratamiento», dice Seguí.