Salud

Logros y retos de la nutrición en España

Uno de los retos más notorios es la inexorable inclusión de los Dietistas-Nutricionistas en el sistema nacional de salud.

Gran cantidad de alimentos juntos
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En los últimos 25 años, la nutrición en España ha experimentado un vertiginoso avance y se ha consolidado como una ciencia esencial para la salud pública. Este progreso se ha visto reflejado en aspectos clave que destacan las fortalezas y los retos de cara al futuro.

Uno de los principales logros ha sido la oficialización y consolidación de los estudios universitarios, con el Grado en Nutrición Humana y Dietética, impartido en la actualidad en más de cuarenta universidades españolas. Desde su implantación en 1998, se han formado miles de Dietistas-Nutricionistas, profesión sanitaria regulada, cuya preparación específica mejora la salud a través de la alimentación. La existencia de un cuerpo académico sólido y muy motivado ha permitido que estos profesionales adquieran los conocimientos y competencias profundos y actualizados, lo que se traduce en una práctica basada en la evidencia científica, absolutamente imprescindible y demandada en la actualidad.

Precisamente en este sentido, uno de los retos más notorios es la inexorable inclusión de los Dietistas-Nutricionistas en el sistema nacional de salud. Su función es crucial en la prevención y tratamiento de las patologías más incidentes, costosas y preocupantes para la población española: sobrepeso, obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, entre otras. Incomprensiblemente, su presencia en el sistema sanitario público es aún muy limitada. La creación de plazas para estos profesionales y garantizar su integración en todos los niveles de atención sanitaria es, sin duda, el gran reto que debe abordar la sanidad pública española de forma inmediata.

Otro gran logro es el progresivo e imparable avance en el conocimiento de las interacciones de los nutrientes de los alimentos con el genoma humano. Cada vez somos capaces de comprender mejor cómo los componentes de la dieta contribuyen al estado de salud según la herencia genética individual: cada persona es única. Este hito supone otro desafío particularmente significativo. Cada persona tiene necesidades nutricionales únicas, y adaptar las recomendaciones nutricionales y dietéticas generales a estas necesidades podrá mejorar de forma notable y más eficaz su salud y bienestar, requiriéndose por tanto una mayor investigación y desarrollo de herramientas que permitan una evaluación precisa y personalizada.

El espectacular patrimonio gastronómico español constituye por otra parte una extraordinaria fortaleza, un aliado perfecto en la promoción de una alimentación saludable, sabrosa y sostenible. Los platos tradicionales de legumbres, verduras o arroces, acompañados de las cantidades adecuadas de pescado, carme, huevos, lácteos, son ejemplos de cómo nuestra cultura culinaria puede contribuir a mejorar la salud. Sin olvidar nuestro maravilloso aceite de oliva y la dieta mediterránea en general.

El gran reto, en este caso, es el modo de dar a conocer a las jóvenes generaciones las preparaciones, las técnicas culinarias, los conocimientos y habilidades que completen su alfabetización alimentaria, para que conozcan cuáles son los alimentos y recetas de temporada, locales, de proximidad, las preparaciones de aprovechamiento para evitar el desperdicio, contribuyendo a la economía local y a la reducción del impacto ambiental.

La lucha contra las modas y extremismos dietéticos es otro reto constante, enfocado de forma mayoritaria hacia estas mismas jóvenes generaciones. En un mundo donde la información (y la desinformación) está al alcance de un “clic” o un “like”, es crucial que las recomendaciones nutricionales se basen en la evidencia científica y no en tendencias pasajeras. Los profesionales de la nutrición deben estar preparados para educar y guiar hacia elecciones alimentarias informadas, equilibradas y sensatas.

Finalmente, el desafío que no se puede olvidar es trabajar para que las políticas alimentarias y sanitarias garanticen que cada persona, independientemente de sus circunstancias y situación socioeconómica, pueda acceder a alimentos que le permitan mantener un estado nutricional óptimo, factor clave para una buena salud, bienestar general y calidad de vida.

Muchos logros alcanzados, por tanto, y muchos y apasionantes retos en los que trabajar; recordando, además, que comer es siempre una actividad placentera y que lo más importante de una buena comida es siempre la compañía.

Dra. María Achón Tuñón, directora del Grado en Nutrición Humana y Dietética de la Universidad San Pablo CEU y presidenta de la Conferencia Española de Decanas y Decanos de Nutrición Humana y Dietética