Innovación
Así es el primer y único tratamiento para la alopecia areata grave en adultos y adolescentes que ya está disponible en España
La alopecia areata es una enfermedad autoinmune en la que el organismo ataca por error los folículos pilosos de la raíz del pelo
Perder el pelo puede parecer una cuestión baladí, pero quedarse calvo también esconde detrás un grave problema de salud. En España, más de 8.000 personas conviven a diario con la alopecia areata, una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca por error los folículos pilosos de la raíz del pelo, provocando su caída. A pesar de ser el segundo tipo de alopecia más frecuente, después de la androgénica o calvicie común, es desconocida para un 70% de los españoles, más aún cuando se trata de niños, pues también afecta a los menores de edad, tal y como revela la encuesta titulada «Alopecia areata en España: conocimiento y percepción de la enfermedad», impulsada por Pfizer.
La buena noticia para los pacientes, sobre todo para los más jóvenes, es que acaba de llegar a España una nueva opción terapéutica capaz de mejorar notablemente la enfermedad. Se trata de Litfulo (ritlecitinib), el primer y único tratamiento indicado para la alopecia areata grave en adultos y adolescentes desde los 12 años. Este nuevo tratamiento presenta un mecanismo de acción único que disminuye la actividad de las partes del sistema inmune implicadas en la respuesta inflamatoria que conduce a la alopecia areata. La disponibilidad de este medicamento, de administración oral y diaria, se ha basado en la eficacia demostrada en el ensayo clínico Allegro en el que han participado seis hospitales españoles.
Impacto físico y emocional
Este tipo de alopecia aparece en el 80% de los casos antes de los 40 años y en el 20% antes de los 18, lo que cambia por completo la vida de quien lo sufre, con un grave impacto físico y emocional. «La alopecia areata es una enfermedad visible que marca física y emocionalmente a sus pacientes. En el caso de los niños y adolescentes, estos tienen que hacer frente a la aparición de la enfermedad cuando todavía no han llegado a la edad adulta. todo ello hace que se conviva con la pérdida de pelo en una etapa marcada por los constantes cambios. Por eso, la disponibilidad de este nuevo tratamiento es tan importante para los pacientes menores de edad, ya que podrán recuperar el pelo perdido, mejorando su autoestima y calidad de vida», asegura el doctor Raúl de Lucas, jefe de sección del servicio de Dermatología del Hospital Universitario La Paz, de Madrid.
Según los datos de la encuesta, solo un 2,38% de los españoles cree que esta enfermedad puede afectar a adolescentes de entre 12 y 18 años, lo que demuestra la confusión que existe en la sociedad acerca de la alopecia areata en menores. «Estas cifras evidencian que aún queda mucho por hacer para visibilizar la realidad de una enfermedad que, según un reciente estudio, cuenta con 4.810 casos prevalentes y 3.803 incidentes. Este tipo de alopecia afecta tanto a hombres como a mujeres, y puede manifestarse a cualquier edad. Sus consecuencias son tan visibles que provocan un detrimento de la calidad de vida de los pacientes, por eso los avances clínicos son tan importantes, pues sirven para brindar opciones que permiten mejorar el abordaje de la patología», explica el doctor Sergio Vañó, dermatólogo y director de la Unidad de Alopecia del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.
Por su parte, José Chaves, director médico de Pfizer España, asegura que «la llegada de este tratamiento es un hito para los adolescentes con esta patología, ya que atiende a una necesidad hasta ahora no cubierta, ofreciendo una alternativa terapéutica. Estamos muy orgullosos de este gran avance».
Visibilizar la enfermedad
La alopecia areata puede producir la pérdida del pelo en el cuero cabelludo, en la zona de la cara (cejas, pestañas, vello de la nariz y barba) y en otras partes del cuerpo. Además, los pacientes pueden presentar síntomas que afectan a su día a día como son la secreción nasal y los estornudos frecuentes, la irritación en los ojos, la sensibilidad a los cambios de temperatura y las quemaduras solares o fragilidad en las uñas.
A todos estos síntomas físicos se unen todos aquellos emocionales que tienen un alto impacto en la calidad de vida de los pacientes. Diferentes estudios destacan que las personas con alopecia areata tienen entre un 30-38% más de posibilidades de sufrir depresión o ansiedad y, en el caso de los adolescentes, el 48% se avergüenza de su caída de pelo, mientras que el 59% afirma que ha sentido que han hablado mal de él o de ella. De hecho, el 52% reconoce que esta condición le ha obligado a limitar sus actividades.
En este escenario, Concepción Botillo, paciente y presidenta de la Asociación Alopecia Madrid recalca que «la alopecia areata representa un desafío emociona muy grande para quienes la padecen, especialmente en los más jóvenes, ya que el diagnóstico llega en un momento de cambio, donde la imagen y la autoestima se ven afectadas. Esta combinación puede tener un impacto en la autoimagen y la confianza, algo a lo que se suma la incomprensión y el desconocimiento social que, a día de hoy, todavía existe. Por ello, es vital comprender que detrás de cada mechón de cabello perdido hay un torrente de emociones que merecen ser reconocidas y apoyadas. Trabajamos por dar visibilidad y normalidad a este problema».