
Dermatología
El 90% de las personas con cáncer sufre problemas cutáneos por los tratamientos
Nace Skin&Cancer para prevenir, tratar y atender las necesidades de estos pacientes

Se calcula que más del 90% de las personas con cáncer sufre complicaciones cutáneas derivadas de los tratamientos oncológicos, las cuales pueden llegar a provocar una reducción de la dosis y/o retraso en la administración de la terapia e, incluso, en algunas ocasiones la interrupción de la misma, lo que afecta directamente a la supervivencia y calidad de vida de estos pacientes.
Ante esta situación se presentó el movimiento Skin&Cancer, una iniciativa puesta en marcha por los laboratorios Pierre Fabre con la colaboración de un grupo multidisciplinar de profesionales sanitarios (oncólogos, farmacéuticos, dermatólogos, psico-oncólogos y enfermeros), y representantes de asociaciones de pacientes, que tiene como objetivo mejorar la prevención, tratamiento y atención de las necesidades dermatológicas que requieren los pacientes con cáncer.
Con ello se pretende, además de tratar, prevenir el desarrollo de las toxicidades cutáneas que provocan las terapias oncológicas, informando a los pacientes sobre la importancia que tiene el cuidado de la piel antes, durante y después del tratamiento.
Y es que en muchas ocasiones los tratamientos contra el cáncer causan efectos adversos cutáneos como sequedad de piel y mucosas, picor, fototoxicidades, cicatrices o, incluso, alopecia. «Independientemente de la sintomatología que estos efectos producen, hay que tener en cuenta el gran impacto que tienen en la calidad de vida de los pacientes, condicionando sus actividades diarias y, también, su imagen corporal», tal y como comenta Lula María Nieto, especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica del Hospital Gómez Ulla de Madrid.
De hecho, la importancia de abordar estos efectos secundarios cobra aún más relevancia si se tiene en cuenta que en ocasiones comprometen la adherencia terapéutica, la efectividad del tratamiento y obligan a reducir las dosis o, incluso, suspender la terapia, como advierte la Dra. Eva Muñoz, adjunta del Servicio de Oncología Médica del Hospital Valle de Hebron de Barcelona: «La toxicidad cutánea grave puede llevar a una menor tolerancia al tratamiento y provocar interrupciones en la terapia. También la frustración o el miedo a efectos secundarios pueden hacer que algunos pacientes rechacen continuar con la medicación y, en casos extremos, la falta de adherencia puede comprometer su eficacia y afectar el pronóstico oncológico», enfatiza Muñoz.
Precisamente, otro de los pilares sobre los que se sustenta el movimiento Skin&Cancer es la propuesta de soluciones terapéuticas que ayuden a tratar y reducir las toxicidades cutáneas, así como la puesta a su disposición de talleres, guías y documentos que les ayuden a manejar sus emociones y mejorar su bienestar psicológico. «Los cursos de maquillaje terapéutico representan una herramienta muy útil para ayudar les a recuperar confianza en su imagen y afrontar el día a día con mayor seguridad. Los cambios en la piel, las cicatrices y la caída del cabello o las cejas pueden generar un impacto emocional importante, afectando a la autoestima y a la interacción social. Estas sesiones no solo enseñan técnicas para disimular los efectos visibles del tratamiento, sino que también brindan un espacio de apoyo, donde los pacientes pueden compartir experiencias y sentirse comprendidos», asegura Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (Gepac).
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