Alimentación
¿Realmente es malo para la salud comer carne roja?
La OMS recomienda un consumo de carne roja de 500 gramos a la semana
Cuando se trata de hablar de alimentación y salud la polémica suele estar servida, más aún cuando en esa mesa se sirve carne roja, un producto sobre el que pesa una importante losa de mitos que calan en la memoria colectiva y que ponen en jaque el consumo de un alimento que, en el contexto de una dieta variada y equilibrada, no solo no es mala, sino que resulta beneficiosa.
A pesar de que se escucha que el consumo de carne en nuestro país es muy elevado, lo cierto es que, si se miran los datos oficiales, la realidad es otra, ya que la ingesta de vacuno en nuestro país es cinco veces inferior de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). En concreto, el consumo medio en hogares de carne de vacuno en España es de cinco kilos por persona al año, lo que se traduce en unos 100 gramos por semana. Según las recomendaciones de la OMS es aconsejable consumir 500 gramos por persona a la semana de carne roja, por lo que el consumo de carne de vacuno en nuestro país está muy por debajo de la ingesta recomendada.
Dieta mediterránea
La carne de vacuno forma parte de nuestra preciada dieta mediterránea, patrimonio inmaterial de la humanidad y una de las más saludables, es elaborada en nuestro país bajo las más exigentes normativas de producción del mundo, por lo que se trata de un producto que debe formar parte del menú. De hecho, es un alimento esencial, ya que proporciona a nuestro organismo gran cantidad de nutrientes. Posee entre el 20% y el 25% de proteínas de alto valor biológico (es decir, que contienen todos los aminoácidos esenciales, que el organismo no puede sintetizar, y por ello deben ser aportados por la alimentación) y se necesitan diariamente, como la lisina, metionina, leucina o treonina.
Así lo confirma también Antonio Escribano, catedrático de Nutrición Deportiva y especialista en Endocrinología y Nutrición, quien recuerda que «los nutrientes que contiene la carne son indispensables para una alimentación equilibrada y variada. Como alimento en general es una fuente de proteínas, minerales y vitaminas fundamentales en el ámbito de la nutrición y la salud, clave para nuestro equilibrio y desarrollo fisiológico».
La retahíla de beneficios que aporta la carne de vacuno al organismo no termina ahí, ya que «cuenta también con otros elementos a favor como el calcio, el magnesio, el potasio o el fósforo, que favorecen el desarrollo y funcionamiento de los huesos, del sistema muscular, el transporte de oxígeno y el sistema nervioso a lo que hay que añadir el efecto antioxidante, gracias al selenio, el zinc y la vitamina E que contiene», añade Escribano.
Aunque existen varias categorías de carne de vacuno, la más consumida en nuestro país es la de ternera, pues también se trata de una de las más asequibles, por lo que puede introducirse de manera sencilla en el menú de toda la familia. «Su beneficio para la salud radica en su aporte de proteínas de alta calidad necesarias, por ejemplo, en la infancia y en la adolescencia, pero también en adultos o en mujeres embarazadas», detalla José Manuel Fernández, coordinador del Grupo de Trabajo de Nutrición de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
Peligros de eliminarla
La moda de la alimentación vegana o vegetariana puede poner en riesgo los niveles adecuados de ingesta de macronutrientes como las proteínas, ácidos grasos omega-3, micronutrientes tales como el hierro, zinc, yodo y vitaminas como la vitamina D y la vitamina B12, de ahí que eliminar del todo la carne de la dieta pueda tener una importante repercusión en la salud mental y en el desarrollo físico y cognitivo de las personas.
La pregunta del millón para quienes disfrutan comiendo carne roja está en saber cuánto se puede comer. Es ahí donde está el quid de la cuestión y la respuesta es clara: «El consumo de hasta tres o cuatro raciones semanales de carne de unos 125 gramos cada una no parece perjudicial desde el punto de vista cardiovascular. Eso sí, deben escogerse piezas magras y retirar la grasa visible antes de su cocinado», recomienda el doctor Fernández, quien aclara que «la cocción, la plancha y el horno son los métodos de cocinado más saludables».
Por eso, la mejor forma de consumir este producto es hacerlo de la manera menos procesada posible. De hecho, resulta un error apostar por alimentos vegetales que buscan imitar hamburguesas u otros alimentos y que, por el camino, han sufrido un importante procesamiento en el que se añaden colorantes, saborizantes, aromatizantes, texturizantes, edulcorantes y conservantes.
Mayor esperanza de vida
España presume de tener una de las mayores esperanzas de vida del mundo y, según el Índice de países más saludables, estamos a la cabeza, por lo que parece obvio que nuestra alimentación juega como un ingrediente a favor. Y en esa dieta, la carne de vacuno no puede faltar. De hecho, un estudio de la Universidad de Adelaida (Australia) ha demostrado que el consumo de carne se asocia positivamente con la esperanza de vida. Las razones subyacentes pueden ser que la carne proporciona no solo energía sino también nutrientes completos para el cuerpo humano. El perfil nutricional completo y la adaptación humana a su consumo han permitido obtener muchos beneficios físicos, incluida una mayor esperanza de vida, por lo que se debe incorporar su consumo», apuntaba el estudio.
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