Entrevista
Laureano Molins: «Gracias a la covid se han detectado precozmente cánceres de pulmón»
El jefe de Cirugía Torácica del Hospital Clinic de Barcelona aboga por que se implante el programa de cribado en este cáncer mediante TAC a personas de riesgo
Es todo un referente en el cáncer de pulmón y su lucha pasa ahora por demostrar los beneficios de un cribado de este tumor e implantarlo en nuestro país para mejorar el diagnóstico precoz de esta patología y, por extensión, su abordaje.
-El 80% de los cánceres de pulmón se detecta tarde, lo que supone un peor pronóstico. ¿Cómo impactaría incorporar un cribado nacional en estas cifras?
-Como dice, 8 de cada 10 pacientes se diagnostican en estadios avanzados. Lo que se ha demostrado en programas internacionales y multicéntricos, tanto americanos como europeos, es que con un programa de cribado con un TAC de baja dosis a las personas de riesgo cambia totalmente las cifra: el 80% de los personas que se diagnostican en cribado pueden ser tratadas quirúrgicamente porque se ve en estadios precoces y eso, lógicamente, repercute en la supervivencia.
-En septiembre la ministra de Sanidad aseguró estar estudiando su puesta en marcha. ¿Qué está frenando su implantación?
-Que la ministra dijera eso nos sorprendió gratamente porque hasta ahora el Plan Oncológico no lo contempla. Lo que lo ha estado frenando hasta la fecha era que se comentaba que faltaba evidencia a nivel europeo. Y también algunas sociedades científicas cuestionan si realmente hay coste-beneficio porque hacer un TAC de baja dosis a las personas de riesgo tiene un coste pero mirando a largo plazo, o a medio, el hecho de que se puedan diagnosticar antes va a reducir el coste de lo que hoy significa tratar a pacientes con enfermedad avanzada.
-Otro problemas es el sobrediagnóstico. ¿Cómo se evita?
-Lo que está claro es que si hacemos un TAC a 100 personas de riesgo vamos a encontrar dos cánceres de pulmón, pero también muchos nódulos que serán benignos. Ahí es donde ha habido esta crítica de un sobrediagnóstico. Se van a diagnosticar nódulos de pulmón porque en España ha habido tuberculosis y enfermedades que cicatrizan dejando nódulos. Lo que está muy claro es que se debe aplicar –y así se hace– un protocolo radiológico muy estricto sobre qué nódulos se han de observar de entrada y ver su crecimiento, si tienen calcio, etcétera, o los que han de ir a una resección o a un diagnóstico. Con un buen protocolo, el 95% de los nódulos que van a cirugía son malignos. Sí que hay aún un pequeño sobrediagnóstico de personas a las que se les extirpan un tumor sospechoso de ser cáncer y que finalmente no lo es.
-Según el estudio europeo Nelson, que evalúa los beneficios del TAC de dosis baja, un 25% de las muertes en población de alto riesgo podría evitarse con el cribado. Si esto es así, ¿cómo es posible que no se implante ya?
-Esa es la pregunta del millón. El cáncer de pulmón, a diferencia de otros, tiene una causa en el 90% de los casos: el tabaco. Siempre se ha dicho, con buen criterio, que si elimináramos el tabaco se reduciría enormemente y de ahí las campañas de prevención primaria para que la gente deje o no empiece a fumar. Tras más de 40 años con campañas hemos pasado del 45% de fumadores en España a un 28%. Sigue habiendo un tercio de fumadores. Estamos todos de acuerdo en la prevención pero, viendo estas cifras, sabemos que, además, de la primaria debemos hacer una prevención secundaria, que es el diagnóstico precoz mediante cribado.
-Además, hay evidencias prácticas que lo recomiendan...
-Aunque no haya un programa de cribado establecido sí que tengo que decir que existe uno «encubierto»: el de las personas que tienen EPOC o enfisema , a los que están tratando los neumólogos hoy en día y les hacen TACs, no para detectar cáncer de pulmón, sino para valorar su enfermedad. Y ahí es donde, incidentalmente, encontramos nódulos pequeños. Es un cribado no oficial. También lo hemos visto con la covid. Porque a los pacientes que la tienen, y es una enfermedad respiratoria, les hacemos un TAC y ,cuando se ha limpiado la neumonía de covid hemos encontrado nódulos tumorales pequeños. O sea, que hay gente que se ha beneficiado por haber pasado la covid de que se haya detectado precozmente un cáncer de pulmón porque se le ha hecho un TAC por otra razón, por otro motivo. Por eso es por lo que estamos diciendo ¡qué más demostración podemos tener! Además de los estudios ya randomizados.
-En el caso de los cribados de mama o colon está muy definido el perfil del paciente que se beneficia de este abordaje. ¿Cuál es el del cáncer de pulmón?
-Lo que se ha establecido claramente es que el perfil de riesgo debido al tabaquismo es una persona que fuma (o ha fumado) un paquete al día más de 20 años o dos paquetes al día más de 10 años, y que tiene entre 50 y 75, incluso 80 años. Ese rango de edad y de tabaquismo es el que hace que sea más eficiente realizar el TAC. A una persona de 30 años no fumadora no tiene ningún sentido.
-Prohibir fumar en espacios cerrados redujo las cifras de pacientes. ¿Han notado algún impacto tras la financiación de las terapias de deshabituación tabáquica, hace ya casi tres años?
-Creo que esto no está aún medido. Fue una iniciativa que estábamos reclamando hacía tiempo, que realmente se pudiera ayudar a la persona que quiere dejar de fumar no solo con su decisión, que ya es mucho, sino también con la farmacología y el consejo médico, porque al final va junto. Pero en la última estadística de incidencia del tabaquismo la verdad es que no había bajado. Es más, había subido sobre todo en las mujeres jóvenes.
-Uno de los tumores para el que existen menos opciones terapéuticas es el de células pequeñas, si bien ha habido algún avance en su abordaje terapéutico. ¿Qué puede decirnos al respecto?
-Hasta ahora no se ha movido esta cifra que hemos dicho inicialmente de que operamos los cirujanos torácicos solo a dos de cada 10 personas que tienen cáncer de pulmón. Y, hasta hace 15 años, tenían una media de supervivencia de ocho meses. Ha habido un grandísimo avance para estas personas. Tenemos pacientes con enfermedad metastásica y localmente avanzada que con las nuevas quimioterapias, tratamientos individualizados e inmunoterapia en los casos indicados, la media de supervivencia ha pasado a 25-30 meses, que es muy alta. Hemos avanzado muchísimo. Y en el de célula pequeña también ha habido avances de este tipo. Lo siguiente es bajar ese porcentaje de enfermedad avanzada, diagnosticando de forma más precoz.
-El de pulmón ha sido uno de los primeros tumores, tras el melanoma, en hacer uso de la inmunoterapia ¿Ha superado ya a la quimioterapia tradicional?
-Hasta ahora la inmunoterapia ha sido una segunda línea después de un fracaso de la quimioterapia, pero es verdad que ya está empezándose a ver, dentro de contextos de estudios clínicos, como se da inmunoterapia previa a la quimioterapia si hay una serie de características acordes con el tratamiento que se quiere dar, el famoso PDL1. Los inhibidores nivolumab, pembrolizumab y otros atacan a esta proteína y están haciendo un buen trabajo. Y si eso yo lo veo también adyuvante, o sea a la vez. La progresión en los avances en Oncología Médica han sido muy buenos, pero el mejor avance va a ser que detectemos tumores de 1centímetro y no de 11.
-Y en la cirugía, ¿ha habido algún avance de este tipo?
-Lo que ha habido es la consolidación de lo que llamamos la cirugía mínimamente invasiva y con resección a través de pequeños orificios. El paciente, que antes tenía 10 días de estancia con drenajes y UCI, hoy pasa una media de cuatro días y muchas veces ya no va ni a intensivos. Esto como abordaje. Como tratamiento, a medida que vamos detectando tumores más pequeños, en vez de sacar un lóbulo de pulmón estamos viendo que podemos hacer lo que llamamos segmentectomías o secciones menores conseguimos mejores resultados.
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