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Estudio

Los 103 genes con alteraciones que causan enfermedades hereditarias y que también aumentan el riesgo de cáncer

Un estudio del CNIO, en colaboración con investigadores coreanos, encuentra una relación del gen PAH, conocido por su implicación en un trastorno para asimilar proteínas, con cánceres de pulmón e hígado

Los tumores agnósticos tienen mutaciones genéticas iguales aunque en órganos distintos DreamstimeDreamstime

Aproximadamente el 10% de todos los cánceres son hereditarios, lo que significa que las mutaciones de determinados genes se transmiten de un pariente consanguíneo a otro.

Se conoce un centenar de los llamados genes de predisposición al cáncer (CPGs, por sus siglas en inglés). Las personas que heredan determinadas variantes alteradas de algunos de esos genes tienen mayor probabilidad de desarrollar cáncer.

“Pero esos cien genes solo explican un 10% de los casos de cáncer. La gran mayoría de los demás casos puede estar relacionado con mutaciones que desconocemos”, explica en un comunicado Solip Park, jefa del Grupo de Genómica Computacional del Cáncer en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

Encontrar estas otras variantes alteradas ayuda a la detección temprana y a desarrollar tratamientos que contrarresten su efecto.

Para descubrirlas, Park decidió acotar la búsqueda en un grupo con un perfil genético fácilmente identificable: personas portadoras de genes que, cuando están alterados, dan lugar a una enfermedad hereditaria. Son enfermedades monogénicas (se producen por la alteración de un solo gen), como la distrofia muscular o la enfermedad de Gaucher –por la que se acumulan grasas en diversas células–.

Park, junto con colaboradores de varias instituciones de Seúl (Corea del Sur), ha descubierto 103 genes en los que las alteraciones que causan enfermedades monogenéticas a menudo coexisten con otras alteraciones que predisponen al cáncer.

En el estudio se verificó que las personas con mutaciones de enfermedades monogenéticas hereditarias en esos 103 genes también presentaban mayor cantidad de mutaciones implicadas en cáncer que el grupo de control, de personas sanas.

Algunas de estas mutaciones se asocian a tipos específicos de cáncer, como carcinoma de células renales, linfoma no Hodgkin de células B, adenocarcinoma de mama y meduloblastoma; otras, con la propensión al cáncer en general.

Así pues, los autores proponen en su estudio publicado en "Genome Medicine" que “estos 103 genes cuyas mutaciones pueden causar enfermedades mendelianas pueden comportarse también como genes de predisposición al cáncer”, afirma Park.

En su investigación analizan también cómo las variantes defectuosas de esos genes promueven la progresión de los tumores y causan otras enfermedades, y apuntan a diversos mecanismos de acción, como distorsiones del metabolismo celular o de la respuesta inmune.

Algunos son mecanismos no contemplados hasta ahora en cáncer, por lo que los autores destacan la necesidad de profundizar en ellos.

Han analizado con mayor exhaustividad el gen PAH –conocido porque algunas de sus mutaciones ocasionan la enfermedad rara hereditaria fenilcetonuria, que dificulta la asimilación de proteínas y aspartamo–.

Lo seleccionaron porque presentaba la mayor cantidad de variantes susceptibles de dar lugar a varios tipos de cáncer y han descubierto su relación con el carcinoma de células escamosas de pulmón, tumores del tejido hepático, así como con otras enfermedades y con un retraso en el crecimiento.