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Santoral

¿Qué santo se celebra hoy, 5 de noviembre? Todo lo que debes saber del santoral de hoy

Hoy se conmemora la figura de San Zacarías, conocido por sus visiones apocalípticas y profecías que apuntan a la restauración de Israel y la venida del Mesías

San Zacarías Obra de Miguel ÁngelLa Razón

El santoral, también conocido como calendario litúrgico, es un libro religioso que contiene la lista de los santos reconocidos por la Iglesia Católica y que se celebra cada día del año. Más allá de una simple lista de nombres, el santoral representa un viaje fascinante a través de la fe, la historia y la cultura cristiana.

¿Qué santos se celebran hoy, martes 5 de noviembre?

  • San Donato de Constanza: Obispo de Constanza (Suiza), conocido por su lucha contra el paganismo.
  • San Fibicio de Tréveris: Obispo de Tréveris en el siglo V.
  • San Galacción y Santa Epísteme: Mártires de Emesa (hoy Homs, Siria), quienes sufrieron persecución por su fe cristiana.
  • Beato Guido María Conforti: Arzobispo de Parma (Italia) y fundador de la Sociedad de San Francisco Javier para las Misiones Extranjeras (Javerianos).

San Zacarías: Vida y Pontificado

San Zacarías fue un profeta del Antiguo Testamento y figura importante en la historia de Israel. Se le menciona en el libro que lleva su nombre, el cual se sitúa en el contexto del regreso del exilio babilónico. Zacarías nació en una familia de sacerdotes, y su ministerio se desarrolló en el siglo VI a.C., durante el reinado de Darío I de Persia. Su vida estuvo marcada por la restauración del templo en Jerusalén y el llamado a la conversión del pueblo judío.

Zacarías es conocido por sus visiones apocalípticas y profecías que apuntan a la restauración de Israel y la venida del Mesías. Su mensaje incluía una fuerte llamada a la esperanza y la renovación espiritual, así como una crítica a la corrupción y la falta de fe del pueblo. Su labor profética se centró en animar a los exiliados a reconstruir el templo y restablecer la adoración a Dios.

Canonización y Legado

Como figura del Antiguo Testamento, San Zacarías no fue canonizado en el sentido formal que se entiende en la Iglesia Católica, ya que la canonización se refiere a la declaración de un individuo como santo por la Iglesia, proceso que generalmente comenzó en el cristianismo con los mártires y luego se extendió a otros fieles. Sin embargo, Zacarías es reconocido como santo y profeta en la tradición judía y cristiana, y su libro forma parte del canon de la Biblia. En la liturgia católica, su festividad se celebra el 5 de noviembre.

El legado de San Zacarías radica en sus visiones proféticas y su contribución al mensaje de esperanza y redención en la historia de Israel. Sus escritos, particularmente el libro de Zacarías, son importantes para la comprensión de la teología del Antiguo Testamento y tienen un significado especial en el contexto de la espera mesiánica. La obra de Zacarías influyó en la literatura apocalíptica judía y fue citada por los evangelistas en el Nuevo Testamento, reforzando su relevancia a lo largo de la historia del cristianismo.

San Zacarías también es considerado un símbolo de la perseverancia en la fe y la importancia de la conversión y el arrepentimiento. Su llamado a la justicia y la verdad sigue resonando en las enseñanzas contemporáneas de la Iglesia.

Exilio y Muerte

La vida de San Zacarías estuvo marcada por el exilio del pueblo de Israel en Babilonia, lo que influyó profundamente en su ministerio y sus profecías. Tras el retorno de los exiliados a Jerusalén, Zacarías dedicó su vida a animar a su pueblo a reconstruir el templo y restaurar la adoración a Dios.

No hay información concreta y detallada sobre la muerte de Zacarías en las fuentes históricas. La tradición sugiere que fue mártir, aunque los relatos varían. Algunas fuentes mencionan que fue asesinado en el templo por orden del rey Joás, quien desvió su atención de Dios. Su muerte es vista como un acto de sacrificio en defensa de la fe y la verdad.

En definitiva, San Zacarías es recordado no solo por su vida y ministerio como profeta, sino también por su legado espiritual y su sacrificio, que inspira a los fieles a mantener la esperanza y la fidelidad a Dios.