Roma
La Gran Vigilia de la Inmaculada de la unidad
En vísperas del Año Santo de la Misericordia que se inicia precisamente hoy, festividad de la Inmaculada Concepción, se celebró anoche en todas las diócesis de España y en muy diversos países la Gran Vigilia de la Inmaculada. En Madrid destacaron especialmente tres: en la Catedral de la Almudena, en la Basílica de la Merced y en el Santuario de María Auxiliadora. Todas comenzaron a las nueve de la noche y se caracterizaron por contar con una gran afluencia de público, destacando la fuerte participación de familias y jóvenes.
Uno de estos jóvenes es Enrique Alonso, de 18 años, que asistió a la vigilia en la catedral de Madrid. «Es una oportunidad muy bonita para acercarse al Señor y una gran ocasión para ver a jóvenes con las mismas inquietudes que uno mismo. Merece la pena ver el buen ambiente que hay», declaró. Por otro lado, el joven dijo que no asiste en busca de formación teológica, sino que lo verdaderamente importante para él es «la experiencia espiritual y darte cuenta de lo grande que es Dios siendo capaz de congregar a tanta gente».
El cartel promocional de la convocatoria de este año cuenta con una representación de la Virgen de la Inmaculada con el lema del encuentro, todo ello sobre un fondo de color rosa. La imagen corresponde a un detalle del cuadro de la Inmaculada Concepción de Francisco de Zurbarán, pintado entre 1628 y 1630, que está expuesto en el Museo Nacional del Prado. El lema de este año ha sido: «Haced lo que Él os diga» (Jn 2,5). Esta cita bíblica busca ser la respuesta para solucionar la persistente crisis de valores humanos, familiares y religiosos. La Virgen propone con su afirmación que se haga lo que Jesús ordene. Y Él dice: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc 16,15). La clave de esta propuesta es renunciar a egoísmos y comodidades, salir a las calles y anunciar la Nueva Noticia. Según los organizadores del evento, éste es el camino para encontrar la paz y la felicidad que tanto se anhela, y el mejor modo de contribuir a crear un mundo mejor.
La introducción de la ceremonia en la Basílica de la Merced corrió a cargo del P. Feliciano Rodríguez, Delegado Episcopal para la Pastoral Universitaria de Madrid y la intervención del seglar estuvo a cargo de D. Miguel Julián Viñals, Doctor en Ciencias Químicas y Profesor de la universidad San Pablo-CEU de Madrid. En el Santuario de María auxiliadora intervinieron en el acto el P. Antonio Mª García, recién ordenado sacerdote y D. José Antonio Agüero, militar de profesión. Sin duda, uno de los momentos más emocionantes de la ceremonia fue cuando se leyó el emotivo mensaje y Bendición Apostólica que el Papa Francisco envió a todos los asistentes, organizadores y colaboradores.
Los tres grandes actos dedicados al culto mariano culminaron con la celebración de la Eucarística. En la Catedral de la Almudena fue presidida por el Arzobispo de Madrid, D. Carlos Osoro, por segundo año consecutivo. En la Merced dirigió la celebración el Cardenal Arzobispo Emérito D. Antonio Mª Rouco y en María Auxiliadora el encargado fue el Obispo Auxiliar D. Juan Antonio Martínez Camino.
El origen de estas vigilias se remonta a 1947 cuando el sacerdote jesuita P. Tomás Morales, actualmente en proceso de canonización en Roma, comenzó a celebrarlas. Desde entonces vienen organizándose ininterrumpidamente, apoyados siempre por las oraciones y sacrificios de casi 700 conventos de almas contemplativas de toda España.